Se me están yendo todos a un tiempo. Me refiero a mis referentes ideológicos y culturales, a las personas cuyo pensamiento y conocimientos han sido la base sobre la que se sustentaba gran parte de mi ideología y cultura.
Primero, y a nivel local, el pasado 6 de diciembre se nos fue el profesor Nicolás María López Calera, a quien había visto por última vez en una conferencia meses antes sin saber que entonces ya estaba muy enfermo.
Poco después, el 23 de febrero me sobresaltó la inesperada muerte de Cristina Viñes, la historiadora enamorada de la historia de Granada, que profundizó en ella y no perdía ocasión de divulgar sus conocimientos y ponerlos al alcance de todos.
Y por último, en este mismo mes, el día 8, nos ha dejado José Luis Sampedro, un contracorriente genial al que todos vamos a echar de menos.
Se han ido los tres como antes se fueron otros y hoy siento algo así como un vértigo, como si me quedara sin apoyo al borde del precipicio.
Al igual que el título de una de sus novelas "El río que nos lleva" la vida se encarga de ir llevándose unos días a unos y otros días a otros dejando unos claros a nuestro alrededor que nos hacen sentir solos porque a unos los amamos y a otros los admiramos. Pero al igual que el río sigue fluyendo la vida también y los que quedamos tenemos que seguir el camino.
ResponderEliminarSeguimos el camino, pero lo hacemos más solos y más desasistidos.
EliminarAquí estamos de paso y esto es historia. Siempre surgen personas que iluminan y abren nuevos caminoso con su trabajo y esfuerzo.
ResponderEliminarBss
Pues confiemos en que surjan otras que sustituyan a las que se han ido.
EliminarIgnoro si te pasará a ti, pero en mi caso, yo veía mi particular estación de tren, excesivamente alejada, casi no llegaba a vislumbrarla, pero en la actualidad, cada día la veo más cerca y cuando un familiar, amigo, vecino o conocido nos deja, siempre pienso ¿la próxima será la mía?
ResponderEliminarComo es lógico, yo veo esa estación más cerca que tu, pero lo que me entristece es llegar a ella sola, sin compañia y sin referentes, aunque quizá nuestro destino es ese que dijo el poeta:
Eliminar....me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
Es posible que la veas más cerca, pero ello no quiere decir que te apees antes y lo de solos, en la actualidad no pondría la mano en el fuego ni por ti, ni por mi.
Eliminar...A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar...
La soledad tiene muchas facetas y puede ser de muchas clases.
EliminarMarchar nos marchamos todos, pero son los más señeros los que más huella dejan y a los que más se les echa en falta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sobre todo, porque nos ayudaron a vivir y a entender el mundo en el que vivimos.
EliminarEn esa estación todos nos bajamos solos.(Hasta la maleta queda en el tren)
ResponderEliminarEl que pasemos por aquí y tengamos que apearnos deja claro que el espacio no es infinito.(Einstein también uso un tren para explicar la relatividad)y el que dejemos una huella más o menos notoria importará poco luego de un tiempo.
Dice Sampedro en su credo de la imagen que encabeza este post:
EliminarCreo en los horizontes del espíritu
que es la energía cósmica del mundo.
Creo en la Humanidad siempre ascendente.
Creo en la Vida perdurable.
Nos bajamos solos si elegimos la soledad como compañera de viaje… o si la soledad nos elige a nosotros.
"La muerte está tan segura de vencer, que nos da toda una vida de ventaja"
ResponderEliminarMuerte, ¿donde está tu victoria?, ¿donde está, muerte, tu aguijón? (I Cor 15,55)
EliminarVivir es morir. La muerte es consecuencia de la vida, y en esa perogrullada se resume todo. Pero entre el nacimiento y la muerte, una senda; la Senda. Y en ella, gentes, rostros, ideas, sueños, infelicidades, dichas. Y manos que se tienden o se apartan. Y personas que dejan una estela que permanece visible incluso cuando se retiran a la cuneta y dejan la Senda.
ResponderEliminarSiempre he pensado que, en cuestión de ideas, nadie aprende nada que no sepa ya, pero lo que hacen estas personas es ponernos en palabras lo que nosotros no sabemos formular.
EliminarClaro que lo echamos de menos a ese "contracorriente genial", ¡cómo no! Enterarme de su muerte fue un palo, hasta el punto que la persona que estaba conmigo en ese momento se vio en la obligación de recordarme que ya era muy mayor, a lo que yo le respondí: ¿Y qué?, su mente estaba muy lúcida...
ResponderEliminarPero quizás, tras ver cuán pesimista andas al respecto, haya que darle la vuelta al asunto, qué afortunados hemos sido de escuchar y leer sus pensamientos y su forma de ver el mundo, ese ir contra la marea con fundamentación y razonamiento.
Para esa estación en la que no se necesita equipaje, siempre vamos solos, aunque nos dé cierto pudor el pensarlo, como si despojarse de las ropas en compañía fuese un desnudo más aceptable. Aunque sentí profundamente esa especie de desasosiego cuando gente muy querida ha muerto sola, como si el estar a su lado pudiese aliviar su final. Y la verdad es que no lo sé. Puede que yo prefiera pensar que ese alivio es posible o que yo sí necesite creer en la posibilidad de una muerte "aliviada" si los que quiero están allí. Es difícil. Y nunca lo sabremos porque no volveremos para contarlo. Machado hizo esos versos que parecen casi premonitorios, pues solo lo encontraron, fuera de su tierra, de su casa y de su gente.
Si te digo la verdad, yo he sentido más al profesor López Calera porque era más cercano, porque lo oía en conferencias, leía sus artículos en IDEAL, me saludaba por la calle y he compartido la Eucaristía con él en muchas ocasiones. Era alguien que, de alguna forma, ha estado en mi vida desde que éramos jóvenes y con su clarividencia ha ido poniendo luz en cosas que estaban oscuras.
EliminarEn cuanto a lo de morir solos, no me refiero en ese caso a una soledad física, pues puede morir sola la persona más acompañada. Me refiero más bien a llegar a ese punto desnuda de una serie de criterios y creencias que den sentido a tu vida y a tu muerte.
Es lógico que sientas mas a quien formaba parte de tu entorno, aunque no fuera íntimo.Pero en los tres casos que nombras, si bien han partido, sus pensamientos y estudios se han quedado en cada uno de sus seguidores, y vos sos uno de ellos, o en sus libros.
ResponderEliminarEs cierto, pero en el caso de Lopez Calera y Sampedro eran personas que daban luz a lo que iba sucediendo y eso ya no va a ocurrir ahora. Nos tendremos que arreglar sin que ellos nos abran caminos.
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