24/6/13

Noche de San Juan


Lo primero que leí de Jorge Luis Borges fue El oro de los tigres y no me gustó. Venía, además, precedido por la mala prensa sobre su autor, sus declaraciones, siempre agresivas y extemporáneas, y aquel episodio tan desagradable que me parece recordar sucedió en Barcelona, cuando en una cena de homenaje se enfadó por algo que dijeron y tiró del mantel poniendo perdidos a todos los comensales. Por tanto, olvidé a este escritor y su obra durante muchos años y solo de vez en cuando caía en mis manos algún cuento o algún poema que tampoco llegaron a entusiasmarme. Luego conocí personas de allá, grandes admiradoras suyas, que me lo alababan y citaban con frecuencia, pero ni así me animé a meterle mano a un libro suyo, hasta que hace poco me tropecé con Fervor de Buenos Aires, su primer libro de poemas, que me ha reconciliado con el escritor argentino.
De este libro extraigo un poema que viene muy bien en esta noche, cuando nuestras playas están llenas de hogueras y jóvenes, que mañana las dejarán con toneladas de basura. Contrarrestemos, por tanto, esta mala imagen con un poco de poesía en una noche de fuego y ritos ancestrales.

La noche de San Juan
El poniente impecable en esplendores
quebró a filo de espada las distancias.
Suave como un sauzal está la noche.
Rojos chisporrotean
los remolinos de las bruscas hogueras;
leña sacrificada
que se desangra en altas llamaradas,
bandera viva y ciega travesura.
La sombra es apacible como una lejanía;
hoy las calles recuerdan
que fueron campo un día.
Toda la santa noche la soledad rezando
su rosario de estrellas desparramadas. 
Jorge Luis Borges
Fervor de Buenos Aires (1923)

29 comentarios:

  1. Ya de vuelto vengo a dejarte un cálido abrazo. La noche más larga. Muy hermoso el texto de Borges que desconocía. Tengo muchos amigos cuyo santo es hoy.
    Feliz semana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Más bien al revés, Katy, pues ha sido la noche más corta en el hemisferio norte y a partir de ahora empiezan a decrecer los días. Lo que ocurre es que poco se nota durante estos meses de calor con las dos horas que tenemos de adelanto y sol hasta las 21,38, según me dice la información del tiempo. Bienvenida.

      Eliminar
  2. Yo tampoco fui nunca admiradora de Borges pero creo que elegiste bien un poema suyo para la Noche de San Juan.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que aquí nos vimos influenciados por el Borges persona y no vimos el Borges escritor. Algo parecido con lo que ocurrió en sus últimos años con Cela, cuando olvidamos que era autor de La colmena, que precisamente se publicó por primera vez en Buenos Aires.

      Eliminar
    2. Borges es un escritor insufrible. Virtuoso de la prosa, sin duda; un genio del juego lingüístico, pero tan arrogante y jactancioso en su mundo de letras que sacrifica la sensibilidad al adorno. Dice mucho, se extiende, se regodea... Dice mucho, sí, pero qué pocas veces dice algo. Don Cela -excelente escritor en sus primeras y archiconocidas obras-, un trepa que se dedicó, los últimos años antes de recibir el Gran Premio, a provocar y ridiculizar a quienes él consideraba sus rivales. Ya sólo le faltó, poco antes de morir, que una escritora desconocida denunciara el plagio de su novela. Entre eso, el bodón, la ruta alcarreña con la choferesa y la capacidad de su intestino para absorber líquidos, descrito está el personaje. Y, ojo, que entre La colmena -o La familia de Pascual Duarte- y El Aleph, me quedo con Cela.

      Eliminar
    3. Uf, cómo me he pasado con don Jorge Luis y don Camilo... Pero es mi opinión como lector.

      Eliminar
    4. Dicen que sobre gustos no hay nada escrito y cada uno tenemos derecho a nuestros gustos y nuestras preferencias que, además, van cambiando con el tiempo, pues todavía tengo clavada la espina de cuando de muy joven no me gustaba Antonio Machado. Pero sin embargo, creo que todos tenemos que hacer un esfuerzo para separar la persona del autor en todas las facetas de la creación. A mi padre le caía fatal Dalí, pero decía: Como dibuja este "chalao"... Incluso habría que separarlo de su ideología o su militancia política, pues muchos escritores y artistas han pasado inadvertidos por no coincidir su ideología con el momento o el país en que les tocó vivir.

      Eliminar
    5. No es una cuestión ideológica sino de apreciación subjetiva. Pasa con Machado, Lorca y Hernández. Machado es el artesano de la forma; Lorca, el bruñidor; pero Hernández es el desbordamiento. Tres almas, tres poetas, tres maneras de sentir y ser sentidos.

      (Al final perderemos el hilo primigenio, que era Borges).

      Eliminar
    6. El hilo de Borges y de la noche de San Juan....

      Eliminar
  3. Parece que no soy el único al que Borges no le entusiasma... Ah, pero las hogueras... Tienen ese chisporroteo como de polvos mágicos y ese halo que se burla de la oscuridad. Malo que del viejo paganismo surja la molesta "modernidad" de convertir en vertedero la zona de divertimento.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me pregunto si algún joven, en esta noche mágica, habrá mirado a la luna y habrá recitado un poema como nosotros hacíamos en la noche de Santiago.

      Eliminar
    2. Me temo que ya no se estila recitar a Lorca.

      Eliminar
    3. ¿Que se recita ahora, entonces? Pues la Red está llena de poesía y si está es porque se lee, porque hay demanda.

      Eliminar
    4. No recuerdo ninguna fiesta a la que haya asistido -y mira que soy fiestero- y se recitara poesía. Como mucho, se corean las letras de las canciones que suenan.

      Eliminar
    5. Yo creo que la poesía se lee y se recita a solas, quizá ahora de manera vergonzante.

      Eliminar
  4. Quise poner este comentario debajo del que me contestaste tu pero hay ya tantos que no se si saldría, así que te lo digo aquí.
    Tienes razón que a veces a los escritores se les juzga más por su forma de ser como personas que como escritores y a Cela en mi tierra jamás se le perdonará lo que dijo de la Santina.
    Me temo que este comentario va a salir con otro nombre, pero tu sabes que somos la misma persona.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Donde lo pongas bien puesto está, Abedugu-Leodegundia. Según parece, no está claro que lo de la Santina lo dijera Cela.

      Eliminar
    2. Cela también estuvo «muy bien» con los de Cádiz, donde se le tenía mucho «cariño».

      Eliminar
    3. Yo creo que el Cela de sus últimos años no tiene nada que ver con el Cela escritor, era una parodia de sí mismo.

      Eliminar
    4. Yo no puedo asegurarlo, pero tratándose de cela todo es posible, porque grosero si que era.

      Eliminar
    5. Grosero y mal escritor en sus últimos años, pues las ideas se le acabaron mucho antes de morirse. Tendría entonces que haber dejado de publicar y vivir de las rentas de sus buenas obras primeras, pero se empeñó en seguir ganando dinero y estropeó el invento.

      Eliminar
  5. Me alegro que te hayas reconciliado con Borges, uno de los más importantes escritores hispanoamericanos del siglo XX. No es fácil leer a Borges, el autor tiene mucho retruécano, pero una calidad literaria indiscutible, como indiscutible es que se podría hacer de la noche de san Juan algo igualmente lúdico y menos peligroso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya me he reconciliado, pero ahora me falta entablar una amistad duradera... En cuanto a la noche de San Juan, parece que ahora todo se celebra de la misma forma, pues yo no recuerdo que antes se formara este lío en las playas.

      Eliminar
  6. Yo de Borges tenía el libro «Bestiario fantástico», pero no he leído poesía.

    En general uno puede comportarse como un orco y escribir bien, no tiene nada que ver una cosa con la otra, salvo que induce antipatía.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues este libro -Fervor de Buenos Aires- lo recomiendo, pues tiene esa frescura y esa verdad del primer libro, que se da en la mayoría de los poetas.

      Eliminar
  7. Hay dos escritores en Borges: El poeta y el cuentista... hay quienes prefieren el primero al segundo y muchos otros que encontramos en sus cuentos la evolución del pensamiento del siglo XX. Pero esa dualidad tambien se daba en su vida personal: desde un oscuro homosexual reprimido con complejo de edipo no resuelto que admiró en su juventud a los malevos del Buenos Aires de antaño pasó a ser un escritor de fama y soberbio que manejaba muy bien su negocio polemizando con todos por todo. Su perfil ideológico lo marginó de ser premio Nobel, aunque en realidad Borges se constituye en uno de esos casos inversos y al igual que Proust no ganó ese premio, pero eso sólo sirvió para que en realidad fuera el premio el que perdiera prestigio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como he dicho, casi acabo de descubrir a Borges y, por tanto, no puedo apreciar esa dualidad en su obra, pero sí se que los relatos que lei no me llamaron la atención y, sin embargo, este libro me ha gustado y cuanto más recorro sus poemas, más buenos los encuentro. Es más, pienso que si ahora volviera a leer "El oro de los tigres", es posible que encontrara valores que no encontré entonces, pues ya sabemos que las lecturas y, sobre todo la poesía, dependen mucho del momento que vivimos y de otras lecturas que hayamos asimilado.

      Eliminar
  8. El poema está muy bien, pero no he leído a Borges. Me tomo a los sudamericanos en pequeñas dosis.

    ResponderEliminar
  9. Yo leí mucha narrativa sudamericana cuando el boom de los años 60-70, pero poesía actual he leído poca y de Borges casi nada.

    ResponderEliminar