En aquellos eternos años de la transición cuando parecía que la democracia no llegaba nunca, empezó a circular por los grupos políticos y las comunidades de base un himno desconocido para todos: el himno de Andalucía, escrito por Blas Infante y con la música de un canto popular de siega, adaptada por José del Castillo.
No era oficial, ya que Andalucía aun no existía como comunidad autónoma y, por tanto, no estaba permitido interpretarlo o cantarlo. Pero, precisamente por eso, lo tomamos como otra canción reivindicativa más de las que habían circulado en los últimos años del franquismo y que eran algo así como himnos de guerra en la oposición a la dictadura. Y así empezamos a terminar nuestras misas clandestinas, celebradas en oscuros sótanos y trastiendas de parroquias marginales, con este himno que no nos gustaba a nadie y que nadie sabía cantarlo bien. Porque esa es otra. No había una grabación donde agarrarse ni una partitura, solo el boca a boca, alguien que lo había oído en un grupo o comunidad y lo enseñaba en otra. Y cada uno lo cantábamos como podíamos o como nos parecía mejor, por lo que el dichoso himno terminó que no lo reconocería ni su padre Blas Infante que levantara la cabeza. Porque es que, además, el puñetero himno era un rato difícil y triste como él solo, lánguido como el tipo que luego presidió el escudo, apoyando en los leones su cansina figura. Después no se si es que lo han arreglado o que nos hemos acostumbrado a él, pero la verdad es que ya no nos suena tan mal y hasta tiene sus versiones adaptadas a distintos ritmos. Y como hoy es el Día de Andalucía, oigamos una de esas versiones, la del grupo Jarcha, aquellos que también cantaron el himno no oficial de las primeras elecciones en democracia.
Última hora. Una nueva versión del himno a cargo de Estrella Morente, en el acto de entrega de las medallas de Andalucía y del nombramiento de Hijo Predilecto de Miguel Ríos, celebrado en el Teatro de La Maestranza de Sevilla. Medalla para Estrella, nombramiento para Miguel, dos granadinos y un recuerdo para Paco de Lucía al final del himno.