13/12/15

El nombre






     Recientemente este artículo, El nombre de las víctimas,  me ha recordado algo que he mencionado varias veces en este blog, algo que para mí es importante, que lo llevo muy hondo. 

      En la Biblia, el nombre es la persona y por ello, cuando la persona cambia, cuando empieza a ser una persona distinta, cambia de nombre. Dos ejemplos claros son el de Abraham (Gn. 17,1-8) y el apóstol Pedro (Mt. 16,13-20)  Esto se ha perpetuado en la Iglesia Católica con el cambio de nombre que se produce al profesar en un convento una monja o un monje e, incluso, cuando accede al papado un cardenal. 

     Viene esto a cuento de que todos nosotros, los que andamos por la Red blogueando, tenemos un nick, un seudónimo, bajo el cual parece que nos escondemos, pero que en muchos casos ocurre lo contrario, pues quizá nos expresamos con más libertad, somos más nosotros con ese nombre que con el que aparece oficialmente en nuestro DNI. Por una razón: porque un día decidimos que a partir de ese momento no seríamos la persona del DNI con la que quizá no estábamos muy de acuerdo, sino que seríamos otra, la que elegimos, la que somos en realidad.


24 comentarios:

  1. Siempre se ES, efectivamente, independientemente del nombre oficial u oficioso; un seudónimo sólo oculta el nombre de nacimiento, no a la persona que lo usa, porque son las palabras, las reflexiones, las acciones y omisiones quienes conforman a las personas, sea cual sea su filiación. Otra cosa es la razónn de cada cual para elegir un nombre ajeno al real.

    Por otra parte, en el artículo que enlazas hay una afirmación que no comparto aunque la comprendo: La del señor Calabresi negando que su padre, el comisario Calebresi -que luego sería asesinado en un despropósito que en absoluto comparto- estuviera de servicio cuando "accidentalmente" un detenido anarquista "cayó" desde la cuarta planta de un edificio policial.

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    1. Si te digo la verdad, de ese artículo solo me enteré bien del primer párrafo, porque a partir de ahí mi pensamiento ya llevaba otro hilo, el de los nombres, no el de las historias personales de las víctimas, ni tampoco la de ese anarquista cuyo caso recuerdo vagamente.

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  2. Yo estoy muy de acuerdo con la idea. Y además tengo que decir que sí, que yo uso el pseudónimo para esconderme.

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    1. Yo también. Lo cual no quiere decir que lo usemos para algo malo, pues mira lo que dicen de que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha a la hora de hacer bien al prójimo.

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  3. No es mi caso, que desde el primer momento estoy identificado tanto en el nombre único como en aquello que expreso. Pero obviamente respeto todas las opciones y cada uno es libre de parapetarse o no detrás de una ficción.

    Un abrazo.

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    1. Yo diría que no es una ficción, más bien y en mi caso, una vida paralela. Si no podemos alargar la vida hacia adelante, la podemos ampliar hacia los lados.

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    2. Y, por supuesto, no es un método de defensa contra nada, como define la RAE "parapetarse". Aquí nadie está levantando murallas, más bien puentes.

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  4. Dices que en la Biblia el nombre es la persona, no es algo que pueda discutir, pero es que para mi, de siempre, la persona hace al nombre, poco importa como se llame uno porque lo importante es la persona y su forma de proceder. De poco sirve que una persona cambie de nombre porque en el fondo sigue siendo la misma persona, te pongas un nick por ser bloguero, o cambies el nombre porque te conviertas en monja o monje, en realidad ese es el único cambio.
    Yo tuve varios nicks diferentes porque tuve varios blogs pero mi forma de actuar y comportarme era la misma pues no me había convertido en varias personas, tras todos esos nombres seguía habiendo una sola persona, yo.

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    1. Las personas no somos siempre las mismas, podemos cambiar y, de hecho, todos cambiamos a lo largo de nuestra vida. Puede ser una simple evolución o ser un cambio radical, como ocurrió en los dos casos que menciono.

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  5. En mi caso lo tuve muy claro, mi nombre tenía que ser jubilado, pero no había ninguno disponible con las extensiones de dominio que existían entonces .com .org .net .info... la extensión .es todavía no existía.
    Pensé ponerme el nombre de jubilad0 (con cero al final, pero no me convencía, la gente se confundiría y no podrían encontrarme), así que después de diversos tanteos se me ocurrió el nombre actual unjubilado. Nombre que es como mi bandera, lo utilizo en muchas aplicaciones.
    Al principio no daba la cara, pero nunca he mentido, sin embargo cuando se me empezó a conocer de manera oficial, blogueros de Zaragoza, diarios (entonces una persona jubilada era bastante llamativa), incluso en la tele regional, me quité los objetos de delante de la cara y empecé a mostrarme tal cual soy, tuve suerte, no se rompió ni mi cámara, ni la de los que entonces me hicieron alguna foto. En la actualidad no puedo decir lo mismo.

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    1. Yo respeto a quien da su nombre real y su imagen, pero no es lo mío, y no porque se me conozca en la Red, sino por lo contrario, porque en la vida real se conozca esta actividad mía, ya que entonces perdería libertad para expresarme. De mi entorno real solo tres personas conocen este blog y han prometido firmemente no divulgarlo.

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  6. Yo llegué al extremo de vincular el blog a una cuenta de correo completamente falsa que usaba para cuando me la pedían y no quería dar mis datos personales. Ni mi nombre, ni el género, ni la edad correspondían. Luego, enseguida, me di cuenta de que esto de los blogs es muy diferente, hasta el punto de que casi todos conocen mi nombre real, y algunos bloggeros me conocen personalmente.

    Me gusta lo de Tawaki, sin embargo, es como si tuviese una vida paralela, que es igualmente mía.

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    1. En mis cuentas de correo no aparece mi apellido, pero eso es más bien una cuestión de seguridad, ya que con los reenvíos que hacen algunas personas, nunca se sabe a donde puede ir tu dirección y, como tengo un apellido raro, se me localiza en seguida. O sea, que eso va por otro lado que el hecho de escribir bajo un seudónimo, pues mi primera cuenta, mucho antes del tener el blog, ya estaba así.

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  7. Para mi el seudónimo es muy cómodo. No porque pueda actuar "con impunidad", porque eso ya no existe en Internet, pero puedo mantener mis posturas (a veces "poco populares") sin buscarme enemistades no deseadas entre personas conocidas o no conocidas.
    De hecho, con el paso de los años, este seudónimo ha acabado teniendo ciertos compromisos: por gente que sabían que tras él estaba yo, o por personas que lo siguen desde hace tiempo y ya me veo más o menos condicionado por ello. En alguna ocasión he pensado en enterrar al leoncito y renacer de sus cenizas.
    Es lo bueno de la vida virtual...

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    1. Con el paso de los años, nuestros seudónimos terminan siendo tan “nosotros” como el DNI y van perdiendo esa función de parapeto del que nos acusan los valientes que van por la Red a cara descubierta.

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    2. Yo no enterraré nunca mi macasar. Antes, el macasar me enterrará a mí...

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  8. Creo que es así: nuestro seudónimo termina siendo tan "nosotros" como el DNI... Lo de Charles llevo usándolo desde que me estrené en esto de los blogs hace casi ya 11 años, y me he hecho tanto a mi alter ego, que ahora es parte importante de mi, pues hace todo aquello que el resto de mi ser no se puede permitir tan a menudo: escribir con absoluta libertad, falta de condicionamientos y total desorden.
    El porqué del Charles tiene que ver con mis gustos literarios, recuerdos lejanos y el puro azar... ahora, sin embargo, está tan lleno de vivencias que tal y como apuntaba al principio lo siento tan mio como el del DNI.

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    1. Más nosotros que el DNI, ya que en la foto del mío no me reconozco.

      Hoy, precisamente, hablaba con un visitante de este blog, que sostiene que los blogs están a extinguir o extinguidos, pero yo creo que permanecerán mientras estemos algunos que conservamos el formato primitivo, pues no olvidemos que en un principio se llamaban "blog personal". O sea, algo muy propio, muy nuestro, muy "yo".

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  9. A mi hay gente que me conoce más por Landahlauts que por mi nombre. Gente que he conocido en persona en algún momento y no recuerda mi nombre, y me llaman por el nick.
    La última fue la persona que me hizo la declaración de la renta, un funcionario de Hacienda. Yo no lo recordaba de cara y cuando acabamos me dijo "¿Tú eres Landahlauts?". Me quedé pasmao....

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    1. ¿Y lo pronuncian bien? Porque ya es complicado el nombrecito... Seguro que miran el Google.

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    2. Claro! Si precisamente lo escogí por eso, por lo sencillo y fácil de pronunciar que es...

      ;)

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    3. Pero que malafollá granaína tienes... En vista de eso, a partir de ahora te lo dejo en Landa y vas que chutas.

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    4. Mal... muy mal...
      https://www.flickr.com/photos/landahlauts/3948410101/
      ;)

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    5. Si es que no somos nadie, ni con un nombre ni con otro.

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