19/7/24

Carolyn Richmond


Foto tomada de Wikipedia


      Desde que abrieron al público el Alcázar del Genil y se estableció allí la Fundación Francisco Ayala, me gustó visitarlo y no solo por la belleza de su parte árabe, sino por el ambiente de los alrededores, del pequeño jardín, del patio de los naranjos. La tranquilidad, la paz que allí encontraba, la ausencia casi total de visitantes me atraía y me empujaba a ir con frecuencia. Está relativamente cerca de mi casa y solo un poco más allá del super donde compraba, así que dejaba el carro de la compra en el super y allí que me iba a pasar un rato hasta que se me echaba el tiempo encima y tenía que volver.
      Un día, leí en la prensa que habían traído las cenizas de Francisco Ayala para enterrarlas bajo un limonero y, como yo no distingo entre un limonero y un naranjo si son pequeños y no tienen fruto, la siguiente vez que fui entré en la oficina a preguntar donde estaba y también a enterarme si permitían hacer fotos. Me preguntaron ellos para que quería las fotos y les dije la verdad: para tenerlo localizado, para subirlas a Flickr y quizá publicar una entrada en mi blog. Entonces, me dieron una tarjeta con la dirección de correo del centro y me pidieron que les enviara las fotos y el enlace al blog, cosa hice pasados unos días.
      Entré en el patio de los naranjos, hice mis fotos, pero luego me detuve un rato ante el arbolito que tenía bajo sus raíces las cenizas de Ayala sin la menor lápida ni referencia. Estando allí, sola ante el limonero, vi que se asomaba al patio Carolyn Richmond, la viuda del escritor, y se quedaba mirándome. Me volví y nuestras miradas se cruzaron. Me sonrió y en sus ojos vi agrado, complicidad y me atrevería a decir que agradecimiento. Le sonreí yo también, se fue sin decir nada y un poco después me fui yo también.
      Pasó un tiempo, hubo una exposición no recuerdo de que, fui a verla y proveché para hacer mi recorrido de siempre y mi visita al limonero. Antes de irme descansé un poco en un banco de la entrada y entonces apareció de nuevo Carolyn, que cruzaba desde la casa a la oficina. Me vio, creo que me reconoció, se detuvo y volvió a sonreírme como la primera vez, le devolví el gesto y nos despedimos con la mano.
      Hace tiempo que no voy por allí, pues lo que antes estaba cerca, ahora está lejos, pero al parecer ella tampoco ha ido, ya que hace unos días se supo que había muerto en Madrid tras una enfermedad de años.

      Pienso ahora que pude hablar con ella, que incluso pudimos llegar a ser amigas, que podría tener ahora fotos de las dos juntas, pero nada de eso ocurrió. Y no me importa, porque aquellas miradas cómplices que cruzamos son suficiente como para que ahora pueda decir: Descansa en paz, Carolyn, y ahora que tus cenizas han venido a unirse a las del hombre que amaste y acompañaste, ten por seguro que haré lo imposible para visitaros a los dos en el limonero que ya debe haber crecido y dar sombra.

10/7/24

MUFACE y las “fake new”

 


      Últimamente se está hablando mucho de MUFACE, tanto en la prensa escrita como en los periódicos digitales, debido a que este año termina el concierto con las entidades aseguradoras, que están ejerciendo presión para que el Gobierno haga una mayor aportación económica, ya que según ellas, con la actual están perdiendo dinero y no pueden continuar así.

      No voy a entrar en la controversia sanidad pública/sanidad privada, tema que ya hemos tratado aquí en otras ocasiones, sino que me voy a limitar a poner de relieve la cantidad de información falsa que estamos recibiendo, de lo que es un magnífico ejemplo lo que estoy leyendo día sí y día no sobre MUFACE. Y digo información falsa por ser benévola, pues lo que se lee son auténticos disparates. Como que MUFACE paga a los funcionarios mejores pensiones que la Seguridad Social, cuando sabemos que las pensiones no las paga MUFACE sino el propio Estado mediante el Régimen de Clases Pasivas del Estado, al cual cotizaron esos funcionarios durante toda su vida laboral.

      Esto pone en evidencia el desconocimiento del tema, pero hay algo mucho más sangrante. He leído también en varios sitios que los mutualistas tienen "mejores tratamientos y mejores medicamentos, con lo que se benefician económicamente"  (Véase aquí el "emoji" de los ojos muy abiertos) 

      Y lo grave es que la gente se traga estas cosas, incluso los que deberían conocer el tema, pues en la farmacia donde compro, cuando, finalizando la pandemia, comentaba lo difícil que me estaba resultando que el SAS me vacunara de COVID, uno de los chicos que trabajan allí y que es farmacéutico, me dijo: Pero con MUFACE tenéis otras ventajas, tenéis mejores medicamentos. Yo abrí los ojos como el "emoji" y le contesté: Dime algún medicamento que me hayas dado a mí y no se lo des a un pensionista de la Seguridad Social. Con la diferencia de que yo te pago el 30% sin tope alguno y el de la Seguridad Social se lo lleva gratis o por un mínimo precio". Y no pudo contestarme.

      Cómo veis, esa imagen de arriba es de hoy, un día cualquiera y solamente con parte de la medicación que tomo. Decidme si hay muchos pensionistas de la Seguridad Social que paguen esto, porque yo lo que veo en esa farmacia es que la mayoría se van de ella con sus medicamentos y sin tocar el monedero.