3/5/25

Apagón y Carpe Diem

 


      El apagón del lunes me cogió con muy poca carga en el móvil, pero eso fue lo de menos puesto que no había cobertura, ni wifi, ni datos...ni nada. De todas formas y por si podía aprovechar algún resquicio de comunicación que se presentara, lo cargué un poco "chupando" de los portátiles, tarea lenta donde las haya, por cierto.

      Lo malo vino luego, cuando vi que los transistores no tenían pilas ni las linternas tampoco, pues hace tiempo que no compro más pilas que las de los mandos a distancia. Me di cuenta entonces de que mis necesidades están cubiertas solo para el momento presente, el momento en el que vivo con las necesidades actuales. Y esas necesidades son, prácticamente, unos enchufes con corriente alterna. Así de simple y así de fácil. O de difícil.

      Pero es que me temo que de esta forma vivimos la mayoría, que así vive nuestro país y la mayoría de los países llamados occidentales. Hemos ido colocando todos los huevos en el mismo cesto, el cesto de una tecnología que funciona con electricidad y cuando esta falta, se hunde todo.

      Y ahora nos lanzaremos como posesos  a comprar linternas y transistores más modernos que los que guardamos de tiempos pasados, compraremos pilas de todos los tamaños y hasta quizá nos proveeremos de algún chisme que nos proporcione más luz que la de esa vela o un "campingas" para calentar la comida. Todo un kit de supervivencia que para sí lo quisiera doña Úrsula. Pero con la sospecha en el fondo de que, si tarda unos años en repetirse el suceso, nos volveremos a encontrar frente a él tan indefensos como estuvimos el lunes, cuando los enchufes fueron simples adornos en la pared.

 

8 comentarios:

  1. ¿Cuantas veces se nos ha ido la luz a aquellos que ya tenemos unos añitos?, no es lo que más me ha afectado, lo peor es quedarme sin comunicar y saber como estaba la familia, tanto la de dentro como la que está fuera, lo que no me explico, bueno si que me lo explico, ahorro y engordar la cuenta de resultados de la empresas como Telefónica; cuando trabajaba en ella nunca, pese que al irse la luz , las comunicaciónes seguian funcionando, era debido a las inmensas baterias que toda central tenia y si se agotaba estaban grandes grupos electrógenos que seguian manteniendo las comunicaciones. La avaricia de las electrica, de las comunicaciones y unos gobiernos que no velan por los ciudadanos hacen que quieran hacernos ver lo que no somos.

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    1. Claro que lo importante era la comunicación, pero eso no estaba en mi mano, mientras el estar a oscuras sí hubiera tenido remedio si fuera más previsora y no tuviera arrinconados transistores y linternas. Es más, hubiera podido aprovechar los momentos que había de cobertura y datos si no hubiera estado pendiente de no quedarme sin carga en el móvil, pues eso supondría la incomunicación total.

      En cuanto a la Telefónica, estuve oyendo toda la noche sus grupos electrógenos y, a pesar de eso no tuve cobertura hasta bastante después de que llegara la luz cerca de las 5 de la mañana. Fuimos la última provincia de Andalucía en tener luz y mi barrio el último de Granada. Suerte que tengo...

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  2. Dependemos demasiado de la electricidad y no somos conscientes de ello. Volverá a suceder, porque los que nos desgobiernan están a salvo de estas cosas y la población les importa un pimiento. La próxima vez será peor, no lo dudes.

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    1. Pues sí que me animas... Confío en que no aciertes y tardemos en pasar por lo mismo. O que yo ya no esté para "disfrutarlo".

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  3. A nosotros nos llegó pronto la luz, sobre las dos de la mañana o así. Tuve más suerte que muchos en esta maldita provincia, olvidada de todos, porque vivo cerca de un gran polígono industrial y esto, como los hospitales, es zona preferente ¡jejeje por lo de industrial! Poco consuelo porque en otros lugares de España la luz volvió muchísimo antes. Solo en Málaga, por ejemplo, a las cuatro de la tarde ya tenían luz!!!!

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    1. Hubo mucha diferencia entre unos sitios y otros incluso dentro de una misma ciudad, pues acabo de hablar con una amiga de Madrid y en su residencia llegó la luz y el teléfono a las 8 de la tarde, cuando todavía había luz del día. Sin embargo, no pudo hablar con sus hijos hasta las 12, cuando les llegó a ellos.

      (Habria que añadir que mi amiga está en el mismo distrito que La Moncloa)

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  4. Estamos tan acostumbrados a la luz que nos discapacita cuando sucede un apagón. Mi hija se ríe porque en el cajón de las verduras de la heladera siempre tengo velas en una bolsita de plástico La razón es que en invierno no hay problema pero en los veranos de mi país se reblandecen todas.

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    1. De este apagón, lo peor fue el saber que era en todo el país, eso impresionaba e, incluso, daba un poco de miedo. Por eso y porque en algunos sitios fue muy largo, nos resultó distinto de otros apagones que todos hemos vivido cuando arreglan una calle o cuando en nuestra propia casa hacemos obra.

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