Hace
poco me tocó aguantar una larga espera en una oficina bancaria y,
estando sentada cerca de un cajero automático de esos interiores para
operar con tarjeta, me entretuve observando a las diversas personas de
todas las edades que pasaron por él, hicieron su operación (casi siempre
sacar dinero) y se fueron. Hasta que llegó una chica joven que se quedó
atascada no sabiendo realizar la operación, por lo que un empleado se
acercó a ayudarla. La chica no tenía ni idea, sus preguntas eran
totalmente absurdas, no entendía lo que le decía el empleado y se
equivocaba continuamente al marcar el pin. Pero, a pesar de esto, todo
se desarrolló en un clima distendido y hasta de diversión.
Me pregunté entonces que hubiera ocurrido si la que se atascara en el cajero fuera yo o alguien de mi edad. Probablemente también hubiera acudido el empleado porque es su obligación, pero dudo mucho que hubiera tenido tanta paciencia y que su talante fuera el mismo que con la chica, pues se le notaría en el gesto que estaba pensando: Estos viejos, que se empeñan en usar lo que no entienden…
Me pregunté entonces que hubiera ocurrido si la que se atascara en el cajero fuera yo o alguien de mi edad. Probablemente también hubiera acudido el empleado porque es su obligación, pero dudo mucho que hubiera tenido tanta paciencia y que su talante fuera el mismo que con la chica, pues se le notaría en el gesto que estaba pensando: Estos viejos, que se empeñan en usar lo que no entienden…
Aunque en todas partes hay gente amable, estoy segura de que si fuera una persona mayor la que se atascara no creo que el clima que se creara ante su incapacidad de llevarse bien con el cajero fuera ni distendido ni divertido. Con las personas mayores se suele tener muy poca paciencia sin importar si ellas por su parte ponen mucho interés en hacerlo bien.
ResponderEliminarLo que me llamó la atención es que la torpeza de esta chica fuera motivo de diversión, mientras que la mía hubiera sido torpeza a secas.
EliminarOpino que hubiera sido lo mismo, o muy parecido.
ResponderEliminarHará un mes en una oficina de la CAI (Caja de Ahorros de la Inmaculada de Aragón), donde no tengo cuenta, ni me conocen de nada, traté de recargar tres tarjetas, con algo de dinero, para el Bus, pero habían cambiado el programa para hacer la recarga y no me admitía ningún tipo de billete (5 ó 10 euros) ponía uno y me lo rechazaba, hasta que cansado de probar, me dirigí a una empleada que estaba atendiendo a una chica joven, ambas sentadas en una mesa. Simplemente le hice un gesto como que la máquina no funcionaba y al tratar de levantarse la empleada, le dije que terminara de atender a la clienta, no me hizo caso y se levantó explicándome una particularidad que yo había obviado, y pese a decirle que lo había entendido estuvo presente en la recarga de la segunda tarjeta por ver que efectivamente lo podía hacer yo solito. La empleada de la caja era joven y muy guapa y yo viejo y feo, creo que no se levantaría para ligar conmigo.
Sí, pero se quedó desconfiando de que supieras hacerlo solo.
EliminarSin querer justificar ese comportamiento, estadísticamente hay mucha más gente joven que sabe entenderse con ordenadores y aparatos que gente mayor.
ResponderEliminarDe todos modos hay muchos prejuicios que tienen que superarse pronto, especialmente entre los que trabajan de cara al público, que quedan fatal.
En tiendas de herramientas y componentes electrónicas, o cuando pides por cables de según qué instrumentos musicales, por ser chica te explican qué es aquello y para qué sirve, aunque de tu pregunta se sobreentienda que sabes perfectamente de lo que estás hablando.
La primera vez que entré en una tienda de electrónica, me atendió un chico que quería cerciorarse de que no me había equivocado de tienda y le faltó un pelo para decir: señora, el super está más abajo. Realmente es triste que tenga una que demostrar que sabe de lo que habla cuando a otros se le supone.
EliminarEs que es muy fuerte. "Un cable de minijack a RCA, por favor" (señalando a donde están colgados). El tendero me enseña uno y me dice "¿ves? el extremo negro con una sola punta se llama minijack, el otro con dos puntas blanca y roja es RCA". MUY BIEN AMIGO, ¿Y YO QUÉ TE HE PEDIDO? ¿UN AVESTRUZ AL AJILLO?
ResponderEliminarLos únicos a salvo de estereotipos son los varones blancos heterosexuales de mediana edad y clase media.
Yo siempre digo que el reducto más machista que queda es el despacho de un director de banco y en ese sitio he vivido situaciones de las que no sabes si reír o llorar.
EliminarTambién está cuando vas a comprar a una gran superficie algo de informática o sonido y sabes más que el chico/a que han puesto allí. Entonces le tienes que explicar qué es un cable etc.
EliminarEso me ocurrió una vez cuando pregunté a un director de un banco por un detalle concreto de un producto de inversión y el hombre me dijo poniéndome la mano en el hombro paternalmente: No se preocupe, señora, que su dinero está aquí seguro. Y me quedé sin saber nada de lo que había preguntado por la sencilla razón de que él no tenía ni idea de lo que estaba hablando.
EliminarLa belleza se disculpa, casi siempre. Hoy a lo mejor cuento en mi blog una anécdota que lo ilustra.
ResponderEliminarCreo que se unen varias circunstancias, por un lado les interesa que la gente use los cajeros y lo facilitan al máximo. Por otro, eso de ser joven, y del sexo opuesto al que explica ayuda siempre. Por último, yo sé que soy conspiranoico, pero en empresas grandes no es raro el empleo de clientes simulados. El empleado sabe que después de no atender bien a alguien en el cajero le puede caer la mundial.
La verdad es que la chica no era demasiado mona, pero joven sí. Y tonta un rato largo...
EliminarTengo yo muchas buenas experiencias ante situaciones parecidas y ya sabes que no por joven y bonita.
ResponderEliminarEn general, al menos aquí,los empleados de bancos (de ambos sexos) suelen ser muy atentos.
Y en el caso que comentas quizás el empleado se esmeró al percatarse del CI de la joven.
El empleado se veía que se lo estaba pasando bien, no solo cumpliendo con su obligación, y la joven no es que tuviera un CI bajo, sino que "tonteaba" con el empleado, cosa que yo no hubiera podido hacer. De ahí la discriminación.
EliminarHoy tengo una novedad y voy a romper una lanza en favor de un colectivo al que yo consideraba machista.
ResponderEliminarCuando conducía el coche de mi madre, alguna vez lo había ido a buscar o llevar al taller mecánico y se notaba la condescendencia con la que trataban a una chica joven, hablando de las partes del motor con símiles de nivel de parvulario.
Ayer fui a buscar mi recién estrenada moto al taller (a otro), y los mecánicos de este nuevo taller son jóvenes y ya deben de tener una mentalidad actual. En todo momento me explicaron con términos objetivos lo que le habían hecho, y sólo ponían ejemplos o aclaraciones si los pedía. Y a pesar de además decir que soy novata y que no sé conducir demasiado no parecía ni que hicieran burla de ello, ni nada así.
Volvemos a lo mismo, tú eres joven, pero imagínate que la moto fuera mía.
EliminarMás joven era cuando llevaba el coche y los mecánicos me hacían sentir realmente inútil.
ResponderEliminarTouché.
ResponderEliminarEn los talleres tampoco me siento discriminada, será por la experiencia adquirida en tantos años de manejarme con un vehículo.
ResponderEliminarDonde esto no es tenido en cuenta es en la calle, donde continuamente las conductoras somos incluso vituperadas.
Yo no tengo experiencia de conductora, pero yendo con una amiga por una carretera muy estrecha y con muchas curvas, otro coche conducido por un hombre joven se empeñó en adelantarnos donde no se podía y tan pesado se puso que mi amiga se arrimó al arcén para dejarlo pasar. Salió disparado y al adelantarnos nos dijo algo ofensivo a gritos mencionando nuestro sexo y nuestra edad. Unos kilómetros más adelante estaba el coche fuera de la carretera empotrado en un árbol y la policía supongo que esperando la asistencia.
EliminarYo creo que como en todas las relaciones que mantenemos los humanos depende mucho de con quién topes, pero también de tu actitud. Conozco ancianos que son encantadores, que siempre van con la sonrisa por delante y que consiguen todo lo que quieren, como un jubilado que viene de vez en cuando por m empresa y es el más popular. También hay otros más enfurruñados. Si vamos con la mentalidad de que nos van a tratar mal estaremos aumentando las posibilidades de que sea así. Y por supuesto, también depende de la otra persona, claro.
ResponderEliminarQuizá sea un círculo vicioso y que los ancianos enfurruñados vayan a la defensiva por el trato que alguna vez han recibido. En unos grandes almacenes que se las dan de exquisitos entré una vez a comprar un disco duro externo en la sección de informática y me tuve que ir porque el empleado atendía a todos los clientes que iban llegando antes que a mí y, cuando protesté, lo único que hizo fue indicarme una vitrina donde estaban expuestos, como para que comprobara si lo que yo buscaba realmente era un disco externo o un secador de pelo.
EliminarEs que hay dependientes que son como para matarlos. Pero ya envejecerán...
ResponderEliminarSí, la junventud es algo que se cura con los años...
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