11/6/20

Almanaque de taco. Junio, 11



      Hace tiempo que no le presto atención a mi almanaque de taco, quizá porque la urgencia de la actualidad que hemos estado viviendo nos impedía detenernos en sus "pensamientos profundos".  Sin embargo, hoy, al arrancar la hoja, me ha saltado a la vista aquella frase de la Madre Teresa, que tanto dio que hablar -y que discutir- en aquel momento.
      Hay que cambiar las estructuras, pero si no le doy un vaso de leche a este niño AHORA MISMO, se me muere.
      Hablábamos mucho entonces de las estructuras, de que el mundo tenía unas estructuras injustas y había que cambiarlas. Y todo se nos volvía discutir la forma de cambiar esas estructuras para que el mundo fuera más justo. Incluso se llegó a decir que la Caridad impedía ese cambio, que acallábamos nuestra conciencia ejerciendo la Caridad y eso mantenía las estructuras injustas.
      Y entonces llegó la Madre Teresa con su frase a ponernos los pies en el suelo. A decirnos que, mientras nosotros discutíamos, a ella se le morían los niños en los brazos. Que donar leche quizá era Caridad y no Justicia, pero que, mientras llega la Justicia, es necesaria la Caridad. Y que es bastante más fácil sentarnos en una mesa a discutir como arreglar el mundo, que compartir lo que tenemos con los demás. Sea dinero, tiempo, trabajo...
      Viene esto a cuento de que, con esta crisis sanitaria y económica, ha aumentado lo que se ha dado en llamar cruelmente las colas del hambre. Y digo aumentado porque esas colas ya existían pre-pandemia ante Cáritas y los comedores sociales que, casualmente, todos o casi todos están sostenidos por asociaciones ligadas a la Iglesia Católica y atendidos por voluntarios. O sea, Caridad. O sea, AMOR. Que eso significa la palabra Caridad.
      Y ahora vamos y lo discutimos en las Redes sociales...

28 comentarios:

  1. Absolutamente. Llevo 19 años como voluntario de Cáritas y puedo dar testimonio de que se ha multiplicado por tres las necesidades en este tiempo de pandemia. Es cierto que por fin han aprobado en el Congreso el Ingreso mÍnimo Vital, pero ¿cuántas personas habrían aguantado hasta final de junio sin comer cada día? Gracias a la caridad, el Amor al otro, esto va a ser posible.
    Un abrazo.

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    1. La Iglesia tiene muchas cosas que censurar y yo soy la primera que las censuro, pero su labor asistencial hay que reconocerla y suele quedar tapada por las otras muchas cosas. Así que no me duelen prendas al decir lo que pienso, aunque se que muchos me van a criticar a mí.

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  2. Me he enterado que el 11 de junio día del Corpus, la Tarasca se instaló en la plaza del Ayuntamiento sin moverse de allí y las Carocas en el interior del Ayuntamiento.
    Con respecto a la caridad, de Cáritas o de otras asociaciones, incluso particulares, habría muchas familias que no hubieran sobrevivido a la epoca de confinamiento que hemos tenido y que siguen muchas de ellas sin poder trabajar.
    Tengo a alguien en casa que si no hubiéramos estado nosotros...

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    1. Pues sí, estuvo todo allí, pero no pude ir, aunque me hubiera gustado, más que nada por conservar en fotos un Corpus que espero no se repita.

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  3. No tengo la menor objeción hacia la labor de Cáritas, todo lo contrario, me parece la mejor y más sublime cara del catolicismo; pero a estas alturas tampoco encuentro que sea necesario tratar a la ICAR como heroína porque, si no recuerdo mal, el acogimiento de las personas desamparadas forma parte de su faceta cristiana; hay organizaciones con menos medios y sin adscripción confesional que, merced a la solidaridad -que no caridad- de miembros y colaboradores, luchan también por cubrir las necesidades de personas en situación precaria, que la empatía con el prójimo no es una cuestión religiosa sino de justicia social. En este sentido, organizaciones religiosas y aconfesionales realizan una labor continua, impagable que alivia a tantas personas cuyas estrecheces vitales muestran el lado depauperado de esta sociedad de consumo, donde conviven el despilfarro y el hambre, la opulencia y la miseria.


    De la señora Teresa de Calcuta, en cambio, mi opinión es muy, muy, muy negativa. La Orden a la que perteneció percibe unos más que estimables donativos desde multitud de países, pero esa circunstancia no ha variado un ápice los lemas impuestos por esa señora entre sus adeptas. Uno de ellos -repetido por ella misma- es que la pobreza es voluntad de Dios. Semejante premisa me resulta aberrante y me inquieta porque presupone que hay quienes hallan en la miseria ajena su camino, y no en la erradicación de esas inmensas bolsas de hambre y necesidad extrema.
    Otro de sus mantras, que me produce náuseas, es su doctrina del sufrimiento para alcanzar a Dios; sufrimiento efectivo, atroz, que padecían “sus” enfermos terminales, que, con un simple ibuprofeno y para de contar, se iban al otro barrio dejándose el alma entre dolores, porque esta santa mujer consideraba la brutal agonía antesala del encuentro con el Padre. Por no hablar de aquellos asilados enfermos que, sin estar críticos, terminaban falleciendo por falta de cuidados médicos efectivos, porque, pese al dinero en donaciones, Teresa de Calcuta prefería no mandar a ninguno de “sus” pobres enfermos al hospital. Así que sí, leche para los niños, comida para los pobres pero, en caso de enfermedad grave, escasas posibilidades de sobrevivir y abocados a una mala muerte. Por supuesto ella sí fue tratada en buenos hospitales, seguramente porque entendía que no necesitaba probarle a su dios amor mediante el sufrimiento. Y ojo, que no estoy criticando las creencias religiosas sino el fundamentalismo tan dañino.

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    1. Estoy de acuerdo con esa visión de la señora de Calcuta. Hace tiempo que dejé de ser creyente, y una de sus frases para el bronce refuerza mi postura, esta fue: "los sufrimientos son caricias que dios nos hace para que nos acordemos de él", la que creo que es de una estupidez llevada al grado supremo.
      Ahora lo de la caridad, esta no es exclusiva del catolicismo y ni siquiera del cristianismo. Y en muchos casos me he encontrado con que los que menos practican la caridad son los católicos, entendiendo que caridad no es solo dar un plato de comida, sino que es ocuparse del prójimo en sus aflicciones, en todas sus aflicciones...
      Ahora de Cáritas, no se nada, pero de una cosa estoy seguro y es que si las personas que ahí trabajan fueran protestantes, musulmanas o budistas, harían lo mismo, porque no se necesita pertenecer a una institución para sentir en el corazón el impulso de dar un pan al que no lo tiene...

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    2. Una mirada: A ver… Nadie ha definido a la Iglesia como “heroína”, pero hay que reconocer que la mayor parte de los comedores sociales, albergues para personas sin hogar, guarderías donde no las hay y demás asistencias necesarias no solo en este momento, sino siempre, las mantienen asociaciones y personas ligadas a ella. Y no creo que el hecho de que eso forme parte de su “faceta cristiana” le quite valor sino todo lo contrario. “Algo tendrá el agua cuando la bendicen”… Algo tendrá la “faceta cristiana” cuando empuja a las personas a ser solidarias con sus semejantes. ¿Qué también hay personas no cristianas que lo son? Por supuesto. Dios nos libre de tener la exclusiva y creo que era Karl Rahner el que hablaba de los “cristianos anónimos”. Por otra parte, no veo la razón de enfrentar caridad con solidaridad, lo mismo que tampoco podemos enfrentarla con justicia, pues ya hemos dicho que caridad es AMOR y, sin eso, no hay solidaridad ni justicia.

      Respecto a la Madre Teresa, creo que le pasa como a Mario Benedetti o al Papa Francisco: que si hubieran escrito o dicho todo lo que se les adjudica, no habrían podido dormir ni comer. Yo he hablado de sus primeros pasos, cuando empezamos a saber de ella y de su obra, y entonces, nos dio buenas lecciones a los que teorizábamos sobre caridad y justicia. Su trayectoria posterior no la seguí y solo supe -en vivo y en directo- de un amigo que adoptó un niño acogido por su orden y tuvo contacto allí en la India con uno de sus centros. Estuvo esperando años, por supuesto, como toda adopción que se hace legalmente, pero su impresión sobre aquellos centros fue buena. No te puedo decir nada más, no puedo desmentir todas esas cosas que se han dicho y no se si son ciertas, acusaciones infundadas de enemigos o producto de un país donde la pobreza es extrema en ciertos niveles sociales.

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    3. Jenofonte: ¿Estás seguro de que la Madre Teresa dijo eso? ¿Se lo oiste de su boca? Como digo más arriba, yo pongo en cuarentena todo lo que se ha dicho y escrito sobre ella, lo mismo que también habría que ponerlo de cualquier otra persona popular y conocida. No lo desmiento... pero tampoco puedo afirmarlo.

      Al segundo párrafo de tu comentario, creo que le sirve la anterior respuesta sobre los "cristianos anónimos" de Rahner.

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    4. No quito méritos a lo que asociaciones relacionadas con la Iglesia hacen por los demás. En absoluto. Pero clarifiquemos también que la Iglesia, por sí misma, se arrogó desde el principio de los tiempos el acogimiento de los más miserables; posteriormente, cuando, bien aliada con el poder político a cambio de ocuparse de las almas, alcanzó unas cuota de poder terrenal de mucho tronío, todos los aspectos no relacionados con las leyes civiles acabaron siendo de su competencia, desde las bulas cobradas a los ricos a las homilías a los pobres glorificando sus desventuras en aras de un supuesto paraíso a disfrutar en la otra vida; desde los lazaretos a los orfanatos, las cárceles y los hospitales, las antecámaras de los reyes y los despachos de los gobernantes. De todos esos tentáculos derivan los “departamentos” que ahora posee en los países que, confesionales o no, tienen una tradición de siglos con la Iglesia Católica en sintonía con el mandatario de turno. Esa influencia de siglos, ese afianzamiento contínuo de las cotas de poder conseguidas son las que, de alguna manera, la han hecho imprescindible.

      Y vuelvo a insistir, desde mis convicciones ateas, porque no creo ser cristiano oculto: No rechazo ni critico la labor solidaría de la Iglesia con quienes más necesitan una mano amiga; nunca pregunto las creencias o falta de ellas de quienes muestran su empatía con el prójimo, pero tampoco acepto que se corra un tupido velo hacia la labor de quienes, sin tener detrás ninguna confesión, se ponen a disposición de las personas en apuros.

      En cuanto a Teresa de Calcuta, me ratifico en lo que ya he dicho.

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    5. Bueno... No empecemos a mirar siglos pasados con los ojos de hoy o terminaremos censurando el Cantar de los cantares por machista o acusando a Cervantes y El Quijote de racismo.

      De todas formas, me queda la duda de que cuidar enfermos de lepra en aquella época fuera una cota de poder...

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    6. No creo que nadie corra un tupido velo a ninguna labor en favor del prójimo, venga de donde venga. Por lo que yo se, en ninguna ONG o asociación se le pregunta a los voluntarios por su creencia, ni siquiera en las que son de la Iglesia. Por otra parte, me consta que hay muchos cristianos en las asociaciones aconfesionales, por la sencilla razón de que no les gusta tener encima la larga mano del obispo de turno.

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    7. Me he remitido a la historia sin más afán que contextualizar la penetración eclesiástica de la Iglesia en todos los ámbitos y el motivo por el que, en muchas esferas, se ha convertido casi en imprescindible.

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    8. Si es imprescindible, que no lo se, es porque los servicios sociales que presta le salen más baratos a las administraciones que si los prestan ellas. Arriman una subvención de higos a brevas... y tan felices.

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  4. En el asunto de creyente reconvertido en no creyente, me llevas ventaja, Jenofonte; no fui educado en ninguna creencia sobrenatural ni tampoco la he necesitado.

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  5. Aquí ya solo falta que se una al debate la señora de las citas bíblicas soltando alguna de las suyas... Acaba el taco sin hojas.

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    1. Lamentablemente, esa señora no ha querido nada conmigo y, por más comentarios que le he dejado, se los ha guardado para ella sin permitirles asomar. Paciencia. Hay quien abre el blog a los comentarios y solo publica los que le gustan...

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    2. Pues fíjate que tu salud mental lo agradecerá, porque no me dio la impresión de ser alguien abierta a debates sino poseedora de una prepotencia y una incultura que quedarían expuestas si se aviniera a aceptar voces disidentes.

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    3. No se si has visto una de sus últimas "perlas". Viene a decir que hemos tenido muchas muertes y mucho sufrimiento, pero que lo que a ella la importa es que convoquen las oposiciones de su hijo. Así, a las claras... Sincera es la señora.

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    4. No, no he vuelto por ahí; con afirmaciones como "la homosexualidad es una enfermedad contagiosa" agoté la curiosidad. Sin embargo, parece que hay mucha gente que la tiene calada. En un blog argentino que suelo visitar leí algunas alusiones hacia ella, sin nombrarla, en la que un par de comentaristas que habían estado un tiempo en el sitio de esta señora, dejaron de visitarla por su intransigencia y sus peculiares aseveraciones.

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    5. Yo si me paso por allí con frecuencia, porque sigo intrigada por esa mezcolanza de ultracatólica y biblia protestante. Y no entiendo tampoco que algunas de las personas que le comentan asientan a lo que dice. O sea, que no me cuadra nada en ese blog...

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    6. Supongo que, si asienten, es porque están de acuerdo. Quizás el cupo de integristas se ha reunido en torno a ella. O saben capearla.
      Dos o tres semanas antes de los atentados del 14 de marzo de 2004, me invitaron a participar en un foro privado de derechas (muy, muy de derechas) por aquello de confrontar con alguien diametralmente opuesto al grupo; por aquel entonces yo era uno de los moderadores de un foro de extrema izquierda (muy, muy extremo) abierto a cualquiera y el webmaster del foro diestro, con el que debatía mucho, me consideraba de ideas equivocadas pero sensato. Total, que acepto, me meto en el foro privado y, con algún que otro enfrentamiento, la cosa iba más o menos bien. Pero, ay, sucede el 14M, empiezan con las conspiranoias, yo salto, saltan ellos, el webmaster que me había invitado venga a mandarme privados para pedirme que no dijera tal o cual cosa y, al final, como no podían callarme, me expulsaron. Es decir, "debatimos contigo pero cuidadito si lo que dices no nos gusta".

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    7. Digo que no entiendo a esas personas que comentan, porque las he visto en algún blog que visito y no pensé que tuvieran esa orientación. Claro, que en ese blog está mal visto el debate, quizá para evitar situaciones incómodas entre personas que no saben debatir sin insultar. Que es lo que, seguramente, ocurría en tu foro, pues actualmente los debates siguen la pauta de los políticos y de las "tertulias" en la tele.

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  6. Lo cierto es que la labor de voluntarios y de la estructura de Cáritas ha sido de las pocas señales de vida que ha dado la Iglesia Católica durante este episodio pasado de pandemia. Eso, y la tradicional salida de tono de algún obispo fundamentalista y/o fascista. Y debemos valorar su labor porque, aunque yo creo más en la justicia social que en la caridad, creo que en un momento tan extremo como el que hemos vivido... la gente necesita llenar el frigorífico, sin más. Luego ya... discutimos, pensamos, creamos comités de expertos, evaluamos, legislamos...

    De Teresa de Calcuta, prefiero no opinar, pero vamos... de su club de fanes no soy.
    Saludos

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    1. Pongamos el modo pedante...

      Encuentro por ahí una definición cortita de la Iglesia que dice: La palabra "iglesia" viene del latín "ecclesia" y este del griego "ekklesia". En Atenas, ekklesia era la asamblea de los ciudadanos reunidos para discutir asuntos políticos. San Pablo usó esta palabra para referirse a la congregación de creyentes cristianos.

      Dos mil años después, el Concilio Vaticano II la define como "Pueblo de Dios". O sea, que entonces y ahora, la Iglesia no es el estamento eclesial ni la jerarquía, sino los que pertenecemos a ella. Más claro: que la Iglesia somos todos (como Hacienda) Por tanto, si parroquias, Cáritas y otras organizaciones han dado la cara en esta situación... la ha dado la Iglesia. Esas son las señales de vida. ¿Que más puede haber? ¿La salida de tono del obispo al que se le va la pinza? También, desgraciadamente, es Iglesia.

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  7. Tu reflexión en recuerdo de La Madre Teresa, engancha con la entrada posterior. El estado, la Iglesia, la gente, las organizaciones, tienen una gran responsabilidad. Algunos la cumplen en parte, otros un poco más, otros no se ocupan de nada. La Pandemia es como la vida misma, cruel y despiadada. Deseo que estés bien. Besos

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    1. Que un virus sea cruel lo entiendo, pero que las personas nos ensañemos las unas con las otras es más difícil de asimilar.

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  8. A Dios rogando y con el mazo dando. Hay que luchar por la justicia, pero hay prioridades, y dar vasos de leche ayuda a cambiar las estructuras. Algo parecido nos sucede en la actualidad, cuando debemos pensar en el futuro sin descuidar el presente. Desde mi punto de vista, ambas cosas no son tan excluyentes como tendemos a creer. En cuanto a la Iglesia, a veces nos olvidamos de que es un colectivo muy grande (como el de Hacienda que mencionas) y que por fuerza tiene que haber de todo. Me parece que se generaliza demasiado cuando se trata de criticarla.

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    1. Lo malo no es que se generalice, sino que se ve solo lo peor. Se ve el cura pederasta y no el misionero que se está dejando la piel cuidando de los más pobres. Se ve el obispo ultraconservador que chochea y no este obispo.

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