Este de arriba es el Puente Verde, que no se llama así por ese musgo crecido en la humedad, sino por otro puente de madera pintado de verde que hubo en el mismo lugar. Está situado sobre el Genil, al final del Paseo de la Bomba, y hace ya años lo desfiguraron con una plataforma de hormigón para ensancharlo.
¿Qué tiene que ver este puente con Napoleón? Pues mucho, pues lo mandó construir un tal Horacio Sebastiani, general del ejército invasor francés, al que no se le ocurrió otra cosa que derribar la torre de la iglesia de San Jerónimo, joya del Renacimiento, para utilizar sus piedras en el puente. Disponía ahí al lado de las canteras de Sierra Elvira, pero era mucho trabajo sacar y tallar la piedra, por lo que optó por el camino fácil de encontrárselas dispuestas.
En estos días conmemoramos -que no celebramos- en Granada el bicentenario de aquella invasión napoleónica, que algunos consideran fue favorable para la ciudad, (que se lo digan a la iglesia de S. Jerónimo) y de la visita de José Bonaparte, que residió aquí durante casi dos semanas.
Con este motivo hay previsto un amplio programa de actividades: publicaciones de libros, visitas guiadas a la “ciudad napoleónica”, ciclos de conferencias y hasta un concierto de música militar. Confío en que las autorizadas personalidades que han formado el comité de organización de estos eventos y a cuyo cargo están ahora las conferencias y libros, puedan explicarnos lo que tuvo de positiva aquella invasión.
Seguiremos informando.
¿Qué tiene que ver este puente con Napoleón? Pues mucho, pues lo mandó construir un tal Horacio Sebastiani, general del ejército invasor francés, al que no se le ocurrió otra cosa que derribar la torre de la iglesia de San Jerónimo, joya del Renacimiento, para utilizar sus piedras en el puente. Disponía ahí al lado de las canteras de Sierra Elvira, pero era mucho trabajo sacar y tallar la piedra, por lo que optó por el camino fácil de encontrárselas dispuestas.
En estos días conmemoramos -que no celebramos- en Granada el bicentenario de aquella invasión napoleónica, que algunos consideran fue favorable para la ciudad, (que se lo digan a la iglesia de S. Jerónimo) y de la visita de José Bonaparte, que residió aquí durante casi dos semanas.
Con este motivo hay previsto un amplio programa de actividades: publicaciones de libros, visitas guiadas a la “ciudad napoleónica”, ciclos de conferencias y hasta un concierto de música militar. Confío en que las autorizadas personalidades que han formado el comité de organización de estos eventos y a cuyo cargo están ahora las conferencias y libros, puedan explicarnos lo que tuvo de positiva aquella invasión.
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