Que diferentes son las procesiones de Semana Santa dependiendo de en donde se celebren, unas discurren en un silencio sepulcral y otras, como las vuestras, con esas saetas llenas de sentimiento que son aplaudidas por los presentes. :-) Simpática la viñeta de entrada.
En Granada, hace años eran distintas y se decía que nuestras procesiones eran más castellanas que andaluzas por su sobriedad y el silencio en que desfilaban, pero de un tiempo a esta parte han ido cambiando y uniformándose con las de Sevilla, tanto en los adornos de los pasos, como en la forma de procesionar y la forma de comportarse el público que las presencia. Sin ir más lejos, las saetas ahora se aplauden y antes se oían en completo silencio. Incluso algunas veces se aplauden las "levantás", cosa que antes era inconcebible.
Sabes que por aquí las saetas no se estilan y quizás por eso mi opinión no valga mucho, pero creo que una saeta escuchada en completo silencio durante y después de la interpretación es mucho más profunda e impresionante, creo que los aplausos rompen ese momento especial.
Leodegundia: En ese vídeo hay otra cosa que no se hacía antes: cantar la saeta desde abajo, pues lo normal es que se hiciera desde un balcón y algunas veces ni se veía quien estaba cantando, sobre todo cuando al paso del Cristo de la Misericordia se apagaban las luces del trayecto. Y la verdad es que impresionaba oir la voz en la oscuridad y el silencio.
Tawaki: Yo he tenido varias etapas en mi vida en las que he vivido de distinta forma las procesiones. Cuando era niña me llevaba mi padre y eran una mezcla de fervor religioso, espectáculo y clase de arte, pues aprovechaba para decirme de quien era cada imagen, por qué era mejor o peor que la anterior que habíamos visto, etc.
Más tarde la procesiones eran un pretexto para salir con el grupo de amigos y que nos permitieran volver a unas horas no habituales por entonces. Y en este momento paso de procesiones totalmente, pues desde el punto de vista religioso no me aportan nada y en el artístico me sublevan los movimientos que les están dando ahora a las imágenes y el poco cuidado que tienen con ellas.
He sido cofrade, he salido de penitente y también estuve de costalero de la Virgen de la Soledad (ahora en San Jerónimo, antes en Santa Paula), aunque ahora, soy un declarado agnóstico. Y sin embargo, cuando llega el Viernes Santo me gusta ir a ver "mi" procesión. Cuando puedo, por supuesto.
Hoy día, Granada es un hervidero de gente. Como nunca lo había sido. Ha primado más la imagen televisiva y el agobio turístico que la verdadera tradición granaína.
Sobre las saetas, pues no me gusta el flamenco, pero escucharlas es un momento único y diferente.
Creo que la Semana Santa se ha convertido en una simple feria turística.
Supongo que pertenecer a una cofradía el algo que "imprime carácter" y un cofrade no deja de serlo aunque ya no procesione. De todas formas, la fe de los cofrades suele ser un tanto especial.
Creo que en la actualidad es mas espectáculo que evento religioso. ¿Oferta turística? Por aquí en la costa tenemos playa...No me gusta ser tremendista pero creo que pocos ven el asunto procesión como reflejo de un sentimiento profundo y confirmación de su fe. Besos a todos y que lo paseis bien.
Las procesiones de Semana Santa son, en parte, espectáculo, pero también una expresión de religiosidad popular semejante a las romerías o a otras procesiones que se desarrollan a lo largo del año. En ese sentido están muy estudiadas por los sociólogos y antropólogos, que ven en ellas un reflejo de los distintos grupos que conforman la sociedad, de tal manera que a medida que van surgiendo nuevos grupos, también nacen nuevas cofradias y hermandades.
Lo único que se me ocurre es un "¿Semana Santa? No, mi Judas. No, mi judas" He visto dos procesiones en mi vida. Una en Graná y dos días más tarde la de los Empalaos en la Vera. Impresiona el efecto que producen en la gente.
Esas cosas ya del tipo de los Empalaos o los que se azotan, están ya en una dimensión que no me atrevería a catalogar. Por supuesto que actos religiosos no son.
Bienvenida, femmi. Mucho tiempo sin verte por aquí.
Que diferentes son las procesiones de Semana Santa dependiendo de en donde se celebren, unas discurren en un silencio sepulcral y otras, como las vuestras, con esas saetas llenas de sentimiento que son aplaudidas por los presentes.
ResponderEliminar:-) Simpática la viñeta de entrada.
En Granada, hace años eran distintas y se decía que nuestras procesiones eran más castellanas que andaluzas por su sobriedad y el silencio en que desfilaban, pero de un tiempo a esta parte han ido cambiando y uniformándose con las de Sevilla, tanto en los adornos de los pasos, como en la forma de procesionar y la forma de comportarse el público que las presencia. Sin ir más lejos, las saetas ahora se aplauden y antes se oían en completo silencio. Incluso algunas veces se aplauden las "levantás", cosa que antes era inconcebible.
ResponderEliminarSabes que por aquí las saetas no se estilan y quizás por eso mi opinión no valga mucho, pero creo que una saeta escuchada en completo silencio durante y después de la interpretación es mucho más profunda e impresionante, creo que los aplausos rompen ese momento especial.
ResponderEliminarMe encanta la Semana Santa, aunque creo que ahora ya no es como antes porque hay demasiada gente en todas partes.
ResponderEliminarEs una de esas tradiciones que superan lo religioso y se convierten en patrimonio nuestro. Yo, al menos, lo veo así.
Un abrazo.
Leodegundia: En ese vídeo hay otra cosa que no se hacía antes: cantar la saeta desde abajo, pues lo normal es que se hiciera desde un balcón y algunas veces ni se veía quien estaba cantando, sobre todo cuando al paso del Cristo de la Misericordia se apagaban las luces del trayecto. Y la verdad es que impresionaba oir la voz en la oscuridad y el silencio.
ResponderEliminarTawaki: Yo he tenido varias etapas en mi vida en las que he vivido de distinta forma las procesiones. Cuando era niña me llevaba mi padre y eran una mezcla de fervor religioso, espectáculo y clase de arte, pues aprovechaba para decirme de quien era cada imagen, por qué era mejor o peor que la anterior que habíamos visto, etc.
ResponderEliminarMás tarde la procesiones eran un pretexto para salir con el grupo de amigos y que nos permitieran volver a unas horas no habituales por entonces. Y en este momento paso de procesiones totalmente, pues desde el punto de vista religioso no me aportan nada y en el artístico me sublevan los movimientos que les están dando ahora a las imágenes y el poco cuidado que tienen con ellas.
He sido cofrade, he salido de penitente y también estuve de costalero de la Virgen de la Soledad (ahora en San Jerónimo, antes en Santa Paula), aunque ahora, soy un declarado agnóstico. Y sin embargo, cuando llega el Viernes Santo me gusta ir a ver "mi" procesión. Cuando puedo, por supuesto.
ResponderEliminarHoy día, Granada es un hervidero de gente. Como nunca lo había sido. Ha primado más la imagen televisiva y el agobio turístico que la verdadera tradición granaína.
Sobre las saetas, pues no me gusta el flamenco, pero escucharlas es un momento único y diferente.
Creo que la Semana Santa se ha convertido en una simple feria turística.
Supongo que pertenecer a una cofradía el algo que "imprime carácter" y un cofrade no deja de serlo aunque ya no procesione. De todas formas, la fe de los cofrades suele ser un tanto especial.
ResponderEliminarCreo que en la actualidad es mas espectáculo que evento religioso. ¿Oferta turística? Por aquí en la costa tenemos playa...No me gusta ser tremendista pero creo que pocos ven el asunto procesión como reflejo de un sentimiento profundo y confirmación de su fe. Besos a todos y que lo paseis bien.
ResponderEliminarLas procesiones de Semana Santa son, en parte, espectáculo, pero también una expresión de religiosidad popular semejante a las romerías o a otras procesiones que se desarrollan a lo largo del año. En ese sentido están muy estudiadas por los sociólogos y antropólogos, que ven en ellas un reflejo de los distintos grupos que conforman la sociedad, de tal manera que a medida que van surgiendo nuevos grupos, también nacen nuevas cofradias y hermandades.
ResponderEliminarLo único que se me ocurre es un "¿Semana Santa? No, mi Judas. No, mi judas"
ResponderEliminarHe visto dos procesiones en mi vida. Una en Graná y dos días más tarde la de los Empalaos en la Vera. Impresiona el efecto que producen en la gente.
Esas cosas ya del tipo de los Empalaos o los que se azotan, están ya en una dimensión que no me atrevería a catalogar. Por supuesto que actos religiosos no son.
ResponderEliminarBienvenida, femmi. Mucho tiempo sin verte por aquí.
deja de meterte con la semana santa MALA
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