El pasado domingo celebró la Iglesia Católica el primer domingo de Adviento, con el que empieza un periodo litúrgico de cuatro semanas que terminará el día 24 cuando se conmemore el nacimiento en Belén de Jesús, el Salvador.
La palabra adviento viene de la latina adventus, que significa venida, espera, y que no es una venida cualquiera ni una espera sin importancia, sino el acontecer de algo que puede cambiar nuestras vidas. No es tampoco un simple mirar atrás, a esa tierna escena de un niño acostado entre pajas, sino que es una mirada hacia adelante, es la espera de un mundo mejor, más justo, más solidario, un mundo donde el poderoso no oprima al débil, donde la maldad no triunfe sobre la bondad, donde el amor prevalezca sobre el odio.
Que, en estas cuatro semanas, todos –creyentes y no creyentes- miremos hacia adelante, hacia un mundo que es posible, pero que, como decía la canción de Labordeta, habrá que empujarlo para que pueda ser.
Nota al margen: Perdonadme el sermón, pero ya sabéis que de vez en cuando me sale la vena teológica.
La palabra adviento viene de la latina adventus, que significa venida, espera, y que no es una venida cualquiera ni una espera sin importancia, sino el acontecer de algo que puede cambiar nuestras vidas. No es tampoco un simple mirar atrás, a esa tierna escena de un niño acostado entre pajas, sino que es una mirada hacia adelante, es la espera de un mundo mejor, más justo, más solidario, un mundo donde el poderoso no oprima al débil, donde la maldad no triunfe sobre la bondad, donde el amor prevalezca sobre el odio.
Que, en estas cuatro semanas, todos –creyentes y no creyentes- miremos hacia adelante, hacia un mundo que es posible, pero que, como decía la canción de Labordeta, habrá que empujarlo para que pueda ser.
Nota al margen: Perdonadme el sermón, pero ya sabéis que de vez en cuando me sale la vena teológica.
No hay nada que perdonar, bueno es que alguien nos recuerde de vez en cuando que un mundo mejor es posible, que nos ayude a recobrar un poco de ilusión cuando se está inmerso en un mundo bastante cruel donde la justicia, la solidaridad y el amor al prójimo andan desaparecidos.
ResponderEliminarEs tiempo de velar, de estar aguardando, de oración, de limosna, de sabernos que no estamos solos y de que hay alguien que está sobre nosotros. Me parece muy oportuno hablar de Dios en una sociedad que pretende desterrarlo. "El que tenga oídos para oír, que oiga".
ResponderEliminarOs contesto a los dos con una cita más larga que el post, pero que creo es muy interesante en estos momentos. Pertenece al teólogo alemán luterano ajusticiado por los nazis Dietrich Bonhoeffer, en su libro "Resistencia y sumisión" y dice así:
ResponderEliminarDios nos hace saber que hemos de vivir como hombres que logran vivir sin Dios. ¡El Dios que está con nosotros es el Dios que nos abandona! (Mc.15,34) El Dios que nos deja vivir en el mundo sin la hipótesis de trabajo Dios, es el mismo Dios ante el cual nos hallamos constantemente. Ante Dios y con Dios vivimos sin Dios. Dios, clavado en la cruz, permite que lo echen del mundo. Dios es impotente y débil en el mundo y solo así está con nosotros y nos ayuda. Mateo 8,17 indica claramente que Cristo no nos ayuda por su omnipotencia, sino por su debilidad y sus sufrimientos. Esta es la diferencia decisiva con respecto a las demás religiones. La religiosidad humana remite al hombre, en su necesidad, al poder de Dios en el mundo: así Dios es "Deus ex machina". Pero la Biblia lo remite a la debilidad y el sufrimiento de Dios; solo el Dios sufriente puede ayudarnos. En este sentido podemos decir que la evolución hacia la edad adulta del mundo, al dar fin a toda falsa imagen de Dios, libera la mirada del hombre para encaminarlo al Dios de la Biblia, el cual adquiere poder y sitio en el mundo gracias a su impotencia.
Buena reflexión, desde luego en éstas fechas más nos conviene pensar en el fondo de la celebración, cosa que pocos hacen/hacemos. Que sea posible un mundo mejor está indudablemente en nuestras manos. Hay que romper esquemas consumistas y mirar en nuestro interior. Beso
ResponderEliminarCreo que ahora es, precisamente, cuando debemos repensar estas cosas, pues más adelante nos veremos aturdidos por las luces, los villancicos y las inevitables compras.
ResponderEliminarSin una preparación previa la teología no está al alcance de muchos, quizás por ello me resulta difícil poder entender las palabras del teólogo alemán a pesar de haberlas leído dos veces. ¿Cómo interpretar esto? ¡El Dios que está con nosotros es el Dios que nos abandona!
ResponderEliminarLa explicación a esa frase está más adelante, por eso he dejado la cita completa a pesar de ser larga.
ResponderEliminarDios es impotente y débil en el mundo y solo así está con nosotros y nos ayuda. Mateo 8,17 indica claramente que Cristo no nos ayuda por su omnipotencia, sino por su debilidad y sus sufrimientos.
Esto va en contra del tradicional "Dios tapa-huecos", ese ser omnipotente que nos resuelve las cosas, que nos saca las castañas del fuego.
En pocas palabras tal vez lo que quiere decir este teólogo es que no debemos esperar que Dios resuelva nuestros problemas mientras nosotros nos quedamos esperando sin hacer nada para solucionarlos y luego si no salen bien encima le echamos la culpa, con lo cual ni hacemos ni nos responsabilizamos.
ResponderEliminarExactamente. Y no solo nuestros problemas, sino aquello de lo que estamos hablando: tratar de que este mundo en el que vivimos sea mejor para todos.
ResponderEliminarProfundas se han puesto vuesas mercedes...
ResponderEliminarCon vena teológica o no, cualquier reflexión sobre posibilitar un mundo mejor, más justo y más "bello" (englobo en ello todo lo citado por tí y más), es siempre una reflexión importante e interesante en los tiempos en los que vivimos. Y a veces, posibilitar un mundo mejor está en muchas actitudes cotidianas, en pequeños gestos de desaprobación o en desacuerdos con injusticias; y, por supuesto, en expresarlo.
Un abrazo.
Es ahora cuando hay que ponerse profundas, pues luego todo se nos volverán compras, luces, felicitaciones y pastores venid pastores llegad...
ResponderEliminarAdviento, es el periodo que tiene para los cristianos, la venida o espera como tiempo de preparación para el nacimiento de Cristo, pero aunque la palabra procede del latín, Adventus, como tal, es la ceremonia que se solía dar a los nuevos emperadores al llegar a, normalmente la ciudad de Roma.
ResponderEliminarLa palabra que luego se traduce al latín como adventus es mucho más antigua y aparece en los libros más primitivos de la Biblia para designar la llegada de alguien importante.
ResponderEliminarMe uno a tus deseos. Perdí mi fe, perdí casi toda mi religiosidad pero queda la admiración por el símbolo de un Dios que creció en la extrema pobreza, un Dios entre iguales. Esa huella permanece y por supuesto viviré la Navidad.
ResponderEliminarDesear un mundo mejor y tratar de hacerlo posible es para toda clase de personas de buena voluntad, sean creyentes o no lo sean. Cada uno tendrá una motivación distinta, pero el objetivo es el mismo.
ResponderEliminarMirar hacia adelante es mirar y saber mirar hacia esa mochila que siempre llevamos a cuestas. A nuestra espalda. La mochila de la vida.
ResponderEliminarAmiga, siempre aciertas con tus entradas.
Un abrazo.
P.D.: y disculpa mis ausencias.
Muchas gracias, Toni. Espero que algún día te canses del "feisbuc" y vuelvas a tu blog y a los de los amigos. Sobre todo a tu blog, que lo echamos de menos.
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