Hay quien opina que los correos no es necesario contestarlos e, incluso, ni siquiera abrirlos. Según esto, la próxima vez que me cruce a un conocido por la calle miraré para otro lado para no saludarlo y cuando un amigo o un vecino llame a mi puerta no voy a abrirle, aunque se desangre delante y luego tenga que limpiar la mancha.
¿Qué no es lo mismo? ¿Por qué no? Se trata simplemente de las relaciones entre las personas, de que tú eres tú y yo soy yo, de que podemos tener edades distintas, culturas diferentes y distinto concepto de la vida, pero que ante todo somos seres humanos nacidos para la comunicación, destinados a entendernos por el medio que toque en cada momento de la Historia, desde las señales de humo a la telepatía.
En este momento disponemos de un medio maravilloso que nos pone en contacto casi en tiempo real, pero algunos han decidido que no, que ese medio tiene unas reglas distintas en las que podemos ignorar a las personas que se dirigen a nosotros simplemente porque esas personas están utilizando un lenguaje binario o porque su palabra aparece escrita en una pantalla luminosa. Pues permitidme que os diga que por ese camino no llegamos a ninguna parte. Bueno sí, llegamos a una deshumanización total, al aislamiento, ya que esas personas terminan por negarse también al diálogo por otros medios.
¿Qué no es lo mismo? ¿Por qué no? Se trata simplemente de las relaciones entre las personas, de que tú eres tú y yo soy yo, de que podemos tener edades distintas, culturas diferentes y distinto concepto de la vida, pero que ante todo somos seres humanos nacidos para la comunicación, destinados a entendernos por el medio que toque en cada momento de la Historia, desde las señales de humo a la telepatía.
En este momento disponemos de un medio maravilloso que nos pone en contacto casi en tiempo real, pero algunos han decidido que no, que ese medio tiene unas reglas distintas en las que podemos ignorar a las personas que se dirigen a nosotros simplemente porque esas personas están utilizando un lenguaje binario o porque su palabra aparece escrita en una pantalla luminosa. Pues permitidme que os diga que por ese camino no llegamos a ninguna parte. Bueno sí, llegamos a una deshumanización total, al aislamiento, ya que esas personas terminan por negarse también al diálogo por otros medios.
El medio ha cambiado las costumbres por lo quienes venimos de la época del intercambio epistolar en papel debemos detenernos a reflexionar en qué consiste este nuevo aspecto de la sociedad virtual. Para mucha gente, sobre todo la más joven, un correo electrónico de un amigo puede muy bien no ser respondido, sin que signifique mucho. (La realidad me dice, por ejemplo, que si subo a un ómnibus y saludo al chofer, este no está obligado a responderme pues no me conoce, aunque la buena educación así lo indique, pero si lo pensamos, un chofer no correctamente educado podría ser algo normal, por lo que no deberíamos preocuparnos demasiado) De buena educación se trata entonces y eso es lo que falta.
ResponderEliminarPero además aquí hay que diferenciar bien lo que significa ser amigo. El verdadero significado de la palabra refiere a un tratamiento afectuoso aunque no haya verdadera amistad (De confundir la amistad con el trato de amigo suelen surgir muchos desencuentros)
Po ejemplo, en Facebook uno puede tener miles de amigos, pero en realidad muy pocas amistades, por lo que si recibe mensajes de todos ellos, no será posible responderles a todos individualmente y bastará con responder grupalmente o no responder. Nadie se molestará por ello.
Pero el correo electrónico es otra cosa. Si uno comparte su dirección con otras personas es porque tiene interés en comunicarse, ya sea por cuestiones laborales o comerciales o porque desea establecer o mantener una amistad. De modo que si no se responde, se esta diciendo no me interesa lo que me cuentas por lo que no me molestaré en responder, haciendo gala de un brutal individualismo. (Lo correcto en todo caso, es responder diciendo que el asunto comentado no es de interés)
Obviamente no entran aquí, las cadenas, pps, publicidades y spam de todo tipo y color que a veces el remitente ni sabe que “envió”.
La única explicación para directamente no abrir los correos de alguien conocido pasa por el desprecio, por lo cual obviamente debe haber algún motivo que lo justifique.
Me gustaría hablar largo y tendido sobre este tema pero...
ResponderEliminarEn primer lugar hay Correos y correos, los primeros son de familia y amistades en este último caso muchos son de amistades virtuales a los que es necesario contestar y no precisamente por obligación, simplemente por educación y por afinidad.
Hay otros correos que te dan la lata, al menos en mi caso para que les publiques algún artículo en el blog, promocionándoles algún negocio, incluso los que me piden intercambio de enlaces, al principio respondía disculpándome, ahora ya no contesto. Ni mención a los famosos correos phishing o correos basura de los que mi blog me ha librado de mas de 436.000 comentarios indeseados y si alguien me hubiera llevado la cuenta en los emails hubiera sido otro tanto.
Si alguna persoan me saluda por la calle, lógicamente contesto a su saludo, creo que es algo equivalente a los correos, y extrapolando, si alguien me escribe en el blog yo debería de contestarle, pero en ocasiones por diversas circunstancias no es posible.
Como no quiero extenderme más, te remito a un artículo que publiqué hace tiempo, "¿Qué es un blog?".
Un saludo desde la última planta, de un edificio singular en Zoza.
Sofocador: Siempre que escribo la palabra "amigo " relacionada con una red social lo hago entrecomillado, pues no me parece que eso sea amistad, pero -como tú dices- comunicarse con otra persona por una dirección de correo es algo distinto. Algo similar a nuestra casa, al buzón que tenemos en donde el cartero mete la correspondencia. ¿Sería concebible que no abrieramos ese buzón o las cartas que tiene dentro? ¿Sería normal que si alguna de esas cartas es de un amigo que se dirige a nosotros de forma personal no la contestemos? Es como dejar que la palabra de esa persona caiga en el vacío, hacer que ese amigo no llegue a saber nunca si su carta llegó y si fue leída. Y eso es de las cosas más frustrantes que se pueden dar.
ResponderEliminarunjubilado: Los blogs son un caso aparte al que no voy a entrar en este momento, cuando me centro en los correos y, de estos, en los personales, no en esos reenvios que nos llegan algunas veces en cantidades industriales o esas peticiones a las que tú te refieres. Yo hablo de las cartas personales escritas por correo electrónico, de cartas en las que una persona puede ser que esté volcando ideas, sentimientos o quizá pesares y que a mi juicio hay que contestar simplemente por educación y, yendo más allá, por humanidad.
ResponderEliminarQue vaya todo bien en la planta 13.
Coincido en la mayoría de los conceptos de los comentaristas anteriores.
ResponderEliminarSe llama Amigo/a a aquel con quien se comparten penas y alegrías, triunfos(por pequeños que sean)y fracasos, personalmente o por escrito; aceptando incluso distintas opiniones en muchos temas, reflexionando juntos, respetándonos mutuamente.
No es algo nacido con la tecnología : las relaciones epistolares ya existían antes de las computadoras. Lo que este medio nos brinda es la velocidad en la comunicación y la seguridad de que difícilmente se pierda nuestro correo, que en muchos casos son verdaderas cartas, como las entendíamos antiguamente.
Y con respecto al saludo, siempre lo respondo por educación, aunque no siempre recuerde conocer a quien me lo brinda ( cosa que últimamente se da con mayor frecuencia)
Decía un amigo muy querido y ya desaparecido que la amistad consiste en que dos personas empiezan por mirarse la una a la otra y llega a su madurez cuando miran las cosas juntas. Como tú dices, estos medios nuevos solo han añadido rapidez a lo que ya existía, pero lo importante sigue siendo lo mismo: que dos personas se encuentran, se comunican y van añadiendo afecto en esa comunicación. Pero si nos cerramos, si cerramos la puerta a los que llaman a ella, nos perderemos una de las cosas mejores que tiene la vida.
ResponderEliminarYo diría que un correo no contestado es un portazo recibido y por lo tanto un desprecio hacia la persona que queriendo ponerse en contacto con quien se supone amigo, recibe la callada por respuesta.
ResponderEliminarNo vale decir cuando hay amistad que no es necesario contestar a los correos, porque la amistad es relación y comunicación entre dos o mas personas, pero ¿qué relación puede haber si sólo una quiere comunicarse?. Puede haber correos mas importantes, menos importantes, mas urgentes o menos urgentes, pero todos requieren respuesta pues son lo suficientemente importantes para la persona que los emite y que espera sean recibidos y atendidos como le gustaría ser recibido y atendido si se presentara en persona. Un correo representa a quien lo escribe por lo tanto si se ignora al correo se ignora también a la persona que lo envió.
Leodegundia: Lo has podido decir más alto pero no más claro. Cuando una le escribe un correo a alguien que considera amigo, es como si le tendiera la mano y esa mano se queda en el aire cuando el correo no tiene respuesta. La amistad es algo muy serio. Decía Antonio Gala que el amor de pareja no es más que la amistad con sexo, es decir, que la base es la amistad, lo importante es la amistad entre dos personas, pero la amistad tiene que ser recíproca, no se puede dar unilateralmente, porque entonces no es amistad y quien está tendiendo la mano y viendo como se queda en el aire una y otra vez termina por cansarse y retirarla.
ResponderEliminarRotundamente de acuerdo. Por cierto, el saludo entre desconocidos o entre conocidos pero menos es algo que ha desaparecido de las urbes y queda restringido a las zonas rurales. Cuántas veces tiene uno que ceder el paso a otra persona porque la acera no da para ambos y ni siquiera se cruzan los buenos días; en cambio en el pueblo todo es distinto, sigue quedando ese reducto de "urbanidad" de saludar y corresponder.
ResponderEliminarEn la ciudad lo más frío y violento es cuando te metes en un reducto tan pequeño como un ascensor sin cruzar una palabra en todo el trayecto o, incluso, viendo como la otra persona extiende un periódico delante de tu cara para que ni siquiera puedas verlo.
ResponderEliminarA propósito de ascensores: http://www.youtube.com/watch?v=yCbBjtYscAQ
ResponderEliminarFer: Los ascensores con más personas se prestan a otras situaciones. Lo malo es cuando solo van dos en un sitio más pequeño, que casi se tocan... pero no se miran.
ResponderEliminarLos correos personales, a mi entender, son cartas personales aunque no estén escritas en papel y no vayan protegidas por un sobre. No responderlos es ignorar a quien los escribe; supongo que se hará por algún motivo. Aún así, creo que si alguien no desea seguir escribiéndose con alguien, debería hacérselo saber. Por varias razones: en nombre del grado más o menos intenso de "amistad" logrado con la persona en cuestión, por simple y llana norma de educación, y por urbanidad y cortesía.
ResponderEliminarEs verdad que puede darse el caso de que sólo una de las partes esté interesada en continuar con el intercambio de correos y la otra persona no; pero insisto, hay que actuar con un mínimo de consideración y honradez para que al menos, la otra persona no nos dedique más tiempo escribiéndonos cuando no estamos interesados en continuar.
Senior: ¡la mimosa empieza a florecer! Un abrazo.
Mafalda: Has aportado un dato muy interesante, que es la sinceridad entre dos personas que se consideran -o se han considerado- amigas, decirse claramente en que momento están de su relación y, si esta ha fallado por una de las partes, confesarlo para que la otra sepa a que atenerse. Siempre he pensado que no saber es peor que saber por muy malas que sean las noticias, y dejar a alguien preguntándose por qué sus palabras no encuentran eco me parece sumamente cruel.
ResponderEliminarcreo que hay que evolucionar con os tiempos, ignorar un correo significa desprecio. No confundir con propagandas o cosas así. hoy hemos cambiado y mucha de las personas con que contactamos quizás no las veamos en persona jamás pero conocemos de ellas cosas importantes y nos damos compañía y -¿por qué no?- afecto.
ResponderEliminarTú lo has dicho, Tere. Algunas veces llegamos con estas personas a las que quizá nunca veamos a más unión y más afinidad que con las que tenemos alrededor y eso se produce a fuerza de escribir y leer correos. Nunca dejándolos dormir en la bandeja de entrada.
ResponderEliminarConste que has ignorado el florecimiento de la mimosa, que sepas que le ha parecido fatal. (Yo solo hago de intermediaria.) Pues eso.
ResponderEliminarPecado mortal ha sido eso. En mi descargo digo que he estado unos días de cabeza con distintas cosas, como quien dice que me ha pasado como a Santa Teresa cuando decía eso de Vivo sin vivir en mí...
ResponderEliminarTe ruego pases mis disculpas a la amarillita mimosa y le digas que he estado ocupada también con unos árboles del mismo color que ella.
Como llevas la razón y toda la razón, sólo me queda decir que sí, que si dejamos de comunicarnos y obviamos las comunicaciones, llegaremos a un estado de petrificación permanente y casi irreversible. Si no estamos ya en ella.
ResponderEliminarPor otra parte, hay correos y correos. Hay personas y personas. Hay circunstancias y circunstancias. Hay momentos y momentos. Y he aquí que entramos en esa fase llamada de "empatía". Palabra que todo el mundo nombra, que casi todo el mundo comprende, pero que casi nadie utiliza.
Y no es lo mismo un correo de reenvíos y cosas raras, que un correo personalizado de persona a persona. Y válgame la redundancia.
Si alguna vez yerro en no contestar a algún correo personalizado, ruego me disculpen. Aunque mis descuidos sean imperdonables.
Un saludo afectuoso.
Quisiera dejar un recuerdo muy sentido e inolvidable, hacia nuestro común amigo, Ernesto.
ResponderEliminarDesde el Cielo, porque es el único lugar donde puede ir una persona tan buena y entrañable, seguro que nos estará leyendo.
Tengo por ahí un post escrito sobre la empatía que saldrá un día de estos....
ResponderEliminarUn año ya sin Ernesto. Parece que es mucho o que fue ayer.
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