6/10/19

El encierro






      Todos sabemos que Granada es una ciudad muy bonita. Al decir de las agencias de viajes, tiene “la calle más bella del mundo” y, según un presidente de los EEUU, “la puesta de sol mejor del mundo”. Pero Granada no es solo calles típicas, Alhambra y monumentos árabes y renacentistas. No es solo la UGR, situada en el ranking de las mejores universidades y la que más estudiantes extranjeros recibe. No es solo la ciudad de las tapas, de los bares donde con un par de cervezas has cenado. No. En Granada hay algo más. (Podríamos decir: ¡Ay!, algo más) Algo de lo que no hablan las agencias de turismo ni TripAdvisor .

      Granada tiene la llamada Zona Norte, el Distrito Norte, formado por una serie de barrios. Unos normalísimos y, en cierto modo, mejores que los más céntricos, ya que al ser construidos más tarde y con normas urbanísticas más rigurosas, tienen calles anchas, bulevares arbolados, edificios modernos singulares, etc.

      Pero hay otros, quizá los más antiguos, a los que el paro, la inmigración, la pobreza extrema, la exclusión en mayúsculas, han convertido en guetos degradados de personas sin más salida que la delincuencia. Y esta delincuencia tiene un nombre: droga. Cultivar marihuana puede ser un negocio lucrativo para auténticos “narcos”, pero también la única forma de salir adelante una familia, o sea, de comer. Y así, se siembra “maría” lo mismo en un gran almacén acondicionado, que se reserva una habitación de un piso pequeño para cultivar media docena de plantas. Y aquí surge el problema a donde nos lleva esta larga introducción.

      Ocurre que esas plantas necesitan luz y, como no pueden estar al aire libre por ser ilegales, el sol se suple con luz eléctrica, con potentes focos de gran consumo que, por supuesto, no puede pagarse por dos motivos: porque entonces no sería negocio la plantación y porque sería detectada rápidamente al ser un consumo fuera de lo normal. ¿Solución? Engancharse a un cable que se encuentre a mano o hacer un desvío desde el contador de un vecino. Pero como los transformadores de Endesa no están preparados para ese consumo extra y, por otra parte, los “electricistas” que realizan estos empalmes algunas veces son un tanto chapuceros, el resultado es que los transformadores colapsan y los empalmes provocan cortacircuitos, con lo que los vecinos de esos barrios se quedan sin energía eléctrica durante muchas horas e, incluso, días. Todos los vecinos. Los que cultivan y los que no tienen nada que ver con eso, los que consumen energía de forma ilegal y los que pagan  religiosamente su factura a la eléctrica.

      Y así un año tras otro.  Electrodomésticos que no funcionan, televisores apagados, móviles sin cargar, ancianos que respiran con un suministrador de oxígeno y que tienen que ser ingresados porque dejan de respirar, diabéticos que se inyectan insulina con la luz de una linterna, escuelas sin calefacción, guarderías con los biberones fríos, tiendas y bares que cierran, calles como boca de lobo por la noche… Podemos imaginar la cantidad de situaciones lamentables y hasta trágicas que pueden darse.
         
      Por esto y ante la proximidad de otro invierno en la misma situación, el párroco de Nuestra Señora de la Paz de uno de esos barrios, Mario Picazo, y el Defensor del Ciudadano, Manuel Martín, se han encerrado durante esta semana que termina en la Iglesia de San Francisco, una iglesia céntrica en un barrio acomodado y burgués. Y no de forma “invasiva”, sino con la completa aceptación y cooperación de los Padres Franciscanos. Más la solidaridad de cientos de personas, que se manifestaron con velas el jueves frente al templo y que han pasado por allí a acompañarlos y llenar los pliegos de firmas.

      ¿Servirá de algo todo esto? Lo único que se pide es que Endesa y las autoridades se sienten y vean la forma de solucionar esta situación tan injusta. Pero pronto.

 ¡YA! 


     

15 comentarios:

  1. Hay dos soluciones drásticas, la primera eliminar TODOS los "huertos" de marihuana, cosa muy difícil de conseguir y la segunda es que Endesa aumente las secciones de los cables, así como la potencia de las subestaciones eléctricas para permitir esa mayor demanda en el consumo.
    Esto último es mucho más simple pero hay varios problemas, Endesa no lo hará motu proprio, ya que sabe que el exceso de energía no lo va a pagar nadie, ya que va a ser sustraído de manera ilegal sin pasar por contador, y tampoco el ayuntamiento va a invertir dinero en algo que habría que erradicar de raíz.
    Ojalá encuentren una solución intermedia favorable a todos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Os voy a contestar a los dos con lo que contestan hoy los encerrados en una entrevista en IDEAL. A la pregunta del periodista de:

      -Si repartimos las culpas de lo que ocurre en la Zona Norte, ¿qué porcentajes otorgamos a Endesa, instituciones y Cuerpos de Seguridad del Estado?

      Contesta Manuel Picazo, el párroco:

      -Son todos responsables. El problema está tan entrelazado, que estoy seguro que ninguna de las partes puede dar respuesta por separado, porque los fallos y carencias de cada uno se alimentan con las del otro. Y eso hace que sea más complicado resolverlo, de forma que constatamos que cuando la pobreza se cronifica, la Zona Norte se convierte en un lugar que absorbe a los últimos que el sistema descarta y se entra en esa dinámica donde nadie hace nada, tanto Endesa como las demás instancias. A la vista está.

      Eliminar
  2. La solución es complicada, sí. Bastante. Y... hasta ahora, parecía no importarle a nadie.
    Lo cierto es que hay clientes de Endesa, ciudadanos/as, que como bien dices, no tienen nada que ver con el asunto y se ven entre la espada y la pared: o no tienen suministro eléctrico... o si lo tienen, escuchan los aires acondicionados y los filtros de olores del vecino... Y, no es cuestión de denunciar al que vive al otro lado de la pared, verdad?

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A esa pregunta de arriba, contesta el Defensor de la Ciudadanía, Manuel Martín:

      -Como soy antropólogo, me gusta el refranero: “Entre todas la mataron y ella sola se murió”. El principal responsable desde mi punto de vista es Endesa, que no cumple con su obligación. Tiene un contrato firmado con muchos vecinos y lo incumple. Y la Administración, que tiene que velar porque ese contrato se cumpla, tampoco lo está haciendo. ¿Qué pasa si dejas de pagar la luz? Que Endesa te la corta, pero al revés, a Endesa no le pasa nada. Hoy he leído que Endesa es una empresa del IBEX “que supera sus objetivos y consigue un beneficio neto ordinario de 1.511 millones de euros” ¿A que estamos jugando”

      Eliminar
  3. La obligación de Endesa es proporcionar suministro eléctrico a sus abonados reparando cualquier avería que entorpezca dicho servicio y no penalizar a quienes tienen y cumplen un contrato vigente. El asunto de los enganches ilegales no es competencia del vecindario que asume sus compromisos sino de Endesa, que tiene la obligación de revisar los transformadores y tomas de luz y detectar anomalías para corregirlas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por supuesto que Endesa tiene que evitar esos enganches ilegales, que son los que producen los apagones, pero la cosa no es tan fácil. Periódicamente, cuando la tensión aumenta, envía a sus empleados con esa misión. Se monta un operativo policial para protegerlos, descubren y deshacen unos cuantos enganches, la prensa toma nota y hace fotos, todos se van tan satisfechos del deber cumplido y, cuando sus coches no han llegado a la esquina, los enganches se rehacen y todo vuelve a estar como estaba. Por tanto, esa no es la solución. Al menos, esa no basta.

      Eliminar
    2. Pues no, no basta. Y no bastará mientras las situaciones límite lleven a algunas personas a seguir con las macetas, la sobreiluminación y las tomas de luz donde se pueda. Tampoco la solución es el desmantelamiento de los cultivos porque el problema, la pobreza, no se erradica con la intervención policial. Así que ya tenemos un círculo que va ondeando y conformando más círculos en su interior.

      Eliminar
    3. La pobreza de esa zona es más difícil de resolver, pero el cultivo de marihuana tiene una solución muy sencilla, que algún párroco de allí ha propuesto, pero que no es políticamente correcta y se pasa por encima de ella sin profundizar ni estudiar. Se trata simplemente de legalizar la "maría". Con eso se acabaría el negocio de los narcos, el trapicheo que engancha a los jóvenes y, se dice, que hasta bajaría el consumo. ¿Que vamos a tener el "perfume" de los porros en todas partes? Ya lo tenemos, pues no hay casa, ni calle, ni parque, ni terraza de bar, donde no haya alguien que los fume y el humo nos llega a todos.

      Eliminar
  4. En Suiza, en algunos cantones es legal tenerla y consumirla, aunque no traficar con ella. Puede ser una solución, pero el verdadero problema es luchar contra la exclusión social, contra la pobreza. No creo que la cultiven para comer, y en cuanto se legalice se buscarán otra actividad ilegal que dé dinero, que es el objetivo principal. Vamos a luchar para que todos puedan comer todos los días, para que todos tengamos las mismas oportunidades, al tiempo que les exigimos que ellos pongan de su parte y se esfuercen. Y lo que es ilegal hay que perseguirlo. No vale con dar subvenciones y mirar para otro lado, porque eso solo crea dependencia, pero los políticos prefieren ese camino porque es más fácil, más barato y da votos. Y, mientras tanto, pagan los que no tienen nada de culpa, los que trabajan, pagan impuestos y se sacrifican.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En realidad, la situación en España es como la de esos cantones: es legal consumirla en privado, no en público, y tampoco detienen a quien lleva una cantidad propia para su consumo. Es más, también es legal comprar semillas y de ahí que cualquier persona pueda sembrarlas en su casa. El problema aquí es, como hemos dicho, la pobreza de esos barrios. Por eso, cuando el periodista pregunta:

      -¿Cómo se soluciona el problemón que se vive en Norte, y no me refiero tan solo a los apagones?

      Contesta el párroco:

      -La teoría la sabemos todos. Lo que no sabemos es que tecla tocar para que se ponga en marcha un plan para que empiece a solucionarse una realidad compleja como la de la Zona Norte. Hay que hablar de vivienda, de salud, de educación; hay que hablar de urbanismo, de fracaso escolar, de mucho paro y de parados poco cualificados o directamente sin cualificar. El plan tiene que ser integral.

      Y más adelante añade concretando en la droga:

      -Y por otro lado, cuando queremos trabajar con los jóvenes, nos encontramos con una sociedad que nos bombardea con el consumo y ahí tienen una salida fácil para consumir. Nos cuesta convencer de que una vida de formación y estudio dignifica y que, a la larga, tiene más salida que el “trabajo” que ahora realizan.

      Eliminar
    2. "Nos cuesta convencer de que una vida de formación y estudio dignifica y que, a la larga, tiene más salida que el “trabajo” que ahora realizan".

      Esa es una de las claves pero...ay, somos humanos impacientes y nos aferramos a la inmediatez; el futuro está tan, tan lejano y la vida no se detiene hasta que llegue ni se adelanta para alcanzarlo. La pobreza no es un "entretanto" a la espera de momentos mejores y en ese impasse es preciso que haya una implicación ajena que permita ponerse en el puesto de salida para luchar por alcanzar la meta.

      Eliminar
    3. Es difícil convencerlos porque ven como están en paro personas que han estudiado y se han formado. El derecho a tener un puesto de trabajo merecería un encierro indefinido de todos los que lo tienen, igual que, en este caso, nos hemos pronunciado los que tenemos luz en nuestras casas.

      Eliminar
  5. Qué buena exposición, primero la tuya y luego todos los aportes de amigos blogueros. Nada que agregar, aquí pasa mucho de lo mismo. Gracias a arreglos que se han hecho por suerte no hay apagones más que breves. Solo falta ver cuando llegue el verano que va a ser tórrido y constante si aguantan tanto edificio alto y en contravención que se han construído con sus correspondientes acondicionadores y para colmo todo es eléctrico en ellos. Encima se nos vienen unas elecciones donde se hace dudoso cualquier adelanto al respecto. Un abrazo para esta rueda de amigos y otro para ti.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vivimos en una época en la que ya es indispensable la energía eléctrica, porque nada funciona sin ella. Sin embargo, yo conocí nuestra posguerra, cuando los veranos se cortaba la luz todas las noches a las 12 y nos teníamos que alumbrar con velas y linternas. Pero era solo eso, movernos por la casa a la hora de ir a la cama, pues si queríamos hacernos una tisana, estaba el gas, la ducha también funcionaba lo mismo y no necesitábamos acondicionador porque no hacía tanto calor como ahora.

      Eliminar
    2. ¡Ah! Saludos para ti también y gracias por tu visita.

      Eliminar