PAZ Y AMOR PARA TODOS EN ESTA NAVIDAD Y SIEMPRE
Hace unos días, vi publicada en IDEAL esa noticia que tenéis al lado y que habla de una de las ideas más estúpidas que he leído últimamente. No digo la más estúpida, pues de esas hay muchas, pero tiene bastantes papeletas para optar al primer puesto.
Como podéis ver, trata de que el Ayuntamiento nos repartirá unos folletos a los viejos, con recomendaciones para pasar el invierno sin perecer en el intento. Algo así como lo que hacen en verano por el calor, pero evidenciando un desconocimiento absoluto de la vida que hay más allá de sus sillones y sus coches oficiales.
Por supuesto que hay algunas recomendaciones razonables y que cualquiera puede llevar a cabo sin mucho esfuerzo, pero un par de ellas claman al cielo.
Conservar una temperatura de 18 a 21 grados en el hogar.
Que se lo digan a los vecinos del Distrito Norte, que sufren apagones de electricidad diarios… Y, para más inri, van a recomendarlo precisamente este año, con el precio que tiene la electricidad, el gas o el gasóleo. Yo estoy pagando más de cien euros de Comunidad y mi piso llega con apuros a los 20º, si no hace mucho frío y en las horas –pocas- de calefacción. ¿Cómo piensan que va a alcanzar ese nivel de confortabilidad quien tiene la pensión mínima o la no contributiva?
Y rodearse de seres queridos para evitar el aislamiento y la depresión.
Muy tierno… pero falta un folleto recomendando a los “seres queridos” de los viejos que los “rodeen”, porque lo que es ellos poco pueden hacer en ese sentido.
El pasado día 29, la Diputación de Granada entregó los Honores y Distinciones 2022 y, con ello, rindió homenaje a las personas que se han destacado por su labor a favor del desarrollo de la provincia.
En un acto celebrado en el Auditorio del Parque de las Ciencias, se entregaron las distinciones a dos Hijos Predilectos, el pintor Juan Vida y la bailaora Fuensanta “La Moneta”, un Hijo Adoptivo, el director de cine Benito Zambrano y cinco Medallas de Oro a María José Sánchez, investigadora del cáncer, Pilar López, médico y cofundadora de Granadadown, Margarita Birriel, profesora de la UGR y destacada feminista, Antonio Martín, musicólogo y los trabajadores y trabajadoras del INFOCA
De Juan Vida escribiré algún día, pues me gusta mucho su pintura, de Zambrano vi Solas y me pareció un gran director y a La Moneta no la he visto bailar, por lo que no puedo opinar sobre ella.
En cuanto a las Medallas de Oro, conozco a Margarita Birriel, admiro su trabajo y también admiro a los demás homenajeados, pero mi foto de portada va para los trabajadores del INFOCA, esos hombres, no muy jóvenes, que durante las noches tórridas del incendio en el Valle de Lecrín, cuando me llegaba el olor a quemado y hasta las pavesas, los imaginaba en aquel infierno, exponiendo su vida para salvar nuestro Valle de la Alegría, convertido en Valle de la tristeza y la desolación.
–Mire, los delitos de carácter sexual están aumentando. La sociedad
sigue siendo muy machista. El estereotipo de las mujeres en relación
a la belleza no es que se esté aflojando, es que se está potenciando.
En estos momentos tenemos menos niñas en las carreras técnicas que
hace 30 años, porque el mensaje poderoso que lanza una sociedad
metida en el mercado es que lo que tienes que ser es bellísima. No
que tienes que ser inteligente, independiente... Estamos rodeados
de pornografía y de imágenes que siguen considerando a la mujer
un simple objeto... Quiero decir que no hay un compromiso
contundente y serio de atajar todo esto.
Carmen Calvo
Terminando el verano, una tarde de esas agobiantes bajo el aire acondicionado, aterricé, por puro aburrimiento, en la web de una empresa china de compras on line. Justo en esa empresa de la que ahora se habla tanto por la acusación de Greenpeace de que fabrica su ropa con sustancias químicas que contaminan el ambiente, olvidando decirnos qué empresa no fabrica en China, para que podamos comprar tranquilamente.
Pero no vamos ahora a hablar de eso, sino de que me encontré sorpresivamente con unas modelos muy jóvenes, pero totalmente “recauchutadas”, hasta el punto de llevar dos balones de fútbol delante y dos detrás, en donde la espalda pierde su honesto nombre. Pero la sorpresa fue aun mayor cuando llegó el otoño, aparecieron las prendas de abrigo y casi todas las modelos las llevaban mostrando debajo un top semejante a un sujetador y las piernas al aire. Lo normal bajo un abrigo o chaquetón de invierno es llevar un jersey o una camiseta, pero no, ellas parece que se han vestido de prisa y van en ropa interior.
Y yo me planteo:
Esa ropa va destinada a mujeres, por lo que raramente un hombre aparecerá por ahí.
Yo, como mujer, lo que miro es la ropa y paso de sus estómagos, sus piernas o sus balones de fútbol.
¿Para qué van, entonces, esas chicas pasando frío?
Me temo que para lo que dice la exministra y vicepresidenta: Para servir de modelo a las chicas, igualmente jóvenes, que compran ahí su ropa. No modelan ropa; modelan mujeres.
En la consulta del oftalmólogo.
-No debe usted hacer esfuerzos ni movimientos bruscos. No debe levantar peso ni bajar la cabeza. Pero sin exagerar...
-¿A qué se refiere con exagerar?
-A que tuve un paciente que, tiempo después de la intervención, me preguntó si podía ya comer "normal".
-¿Normal? Yo no le he dicho nada relacionado con la comida.
Y es que el hombre llevaba un mes comiendo vista al frente, derramando la sopa y cortando la carne a saber cómo.
El otro día me llamaron burguesa. Siendo sincera, me dijeron que tengo un "ramalazo" de burguesa. Yo creo que no es así, pero en el caso de que lo fuera, sería una Burguesa De Marcas Blancas.
Y a mucha honra...
Esta noche es "jalogüin" y los niños juegan a tener miedo de las cosas que no les dan miedo, dejando a un lado las cosas que realmente les asustan.
Yo no fui una niña miedosa y si algún miedo tenía, mi padre se encargaba de quitármelo por las bravas, obligándome a enfrentarme con él. Mis miedos nunca fueron a monstruos, fantasmas ni seres de ultratumba, sino que procedían de las novelas policíacas de mi madre, que leía a escondidas, y así, cuando de noche tenía que subir al piso de arriba y me encontraba con la oscuridad del recibidor al que no alcanzaba la luz de abajo, la imagen que acudía a mi cabeza no era la de un ser fantástico y maligno, sino la de un ladrón que estuviera robando y me atacara antes de encender la luz, para evitar que lo descubriera. Casi sentía su mano sobre la mía en el interruptor... Y al regreso, igual. Apagaba y bajaba las escaleras a todo correr por si el ladrón me impedía hacerlo. Hasta que mi padre se dio cuenta de aquello y, sin decirme nada, tomó medidas. Todas las noches, casualmente, necesitaba algo que había dejado en el dormitorio y me mandaba bajárselo. Yo me resistía, pero inútilmente, porque cuando mi padre ordenaba algo, había que hacerlo sí o sí y porque, en el fondo, me daba cuenta de que lo hacía para quitarme el miedo. Hasta que a fuerza de subir a por la cartera de mi padre, la pluma estilográfica, el pañuelo de la nariz o una nota con las tareas del día siguiente, aquel recibidor a oscuras se convirtió en una rutina y encendía la luz pensando en otra cosa, quizá acordándome de que yo también tenía que coger algo en mi dormitorio o aprovechar para hacer lo que se hace en el cuarto de baño. Y luego bajaba sin carreras, sin darme cuenta tampoco de que todo el piso de arriba quedaba a oscuras, sin imaginar ningún asesino escondido bajo una cama. Y entonces, mi padre dejó de olvidarse cosas en su mesita de noche, ni tampoco le dio frío y necesitó un jersey del armario. Objetivo cumplido.
Con la segunda pareja, llegamos al final de esta serie de cinco entradas. Una pareja un tanto despareja, que le hubiera servido a la Ministra de Igualdad para alguno de sus carteles y que está formada por Alejandra Mantiñán y Aoniken Quiroga.
La prestigiosa página Tangos al bardo, en 2012, decía de Alejandra Martiñán:
Para mí, Alejandra está entre las tres mejores bailarinas de tango de la actualidad. Ha actuado en varios continentes, con diversos compañeros y su performance es lujosa. Incluso es de las personas que han logrado elevar el nivel de la danza de tango a alturas impensadas. Es maestra nacional de danzas desde los 18 años, estudió clásico y contemporáneo, pero también fisiología, antes de dedicarse exclusivamente al tango desde hace más de 20 años.
Estos estudios de fisiología le han permitido crear un método de enseñanza del tango basado en la biomecánica, que la ha hecho célebre en todo el mundo. Es una bailarina que nunca quiso tener pareja fija ni en el baile ni en la enseñanza, pero que ha bailado a temporadas con Aoniken Quiroga y sus mejores elogios están destinados a él. En un documental sobre su método que se presentó el año pasado en el Festival de Cannes, habla de la relación entre ellos y dice:
Imagínate que antes mi compañero fue Gabriel Missé, el extremo opuesto a Aoniken en cuanto a físico y estilo. Yo fui jurado del Campeonato de Tango en ese año 2006 y en mi planilla había puesto primeros a Aoniken y su compañera. Pero el primer lugar fue para una pareja en la que la mujer estaba embarazada de siete meses… y es imposible ganar con esta clase de competencia. Bien, Aoniken era el mejor amigo de Gabriel Missé y una noche en la milonga La Viruta me avisa que quiere bailar conmigo. Espero, espero y nada. Me acerco y le digo, ‘gordo, ¿qué te pasa?’. Y así, finalmente, salimos a la pista. Fue tremendo. Se paró La Viruta: mientras bailábamos, las parejas se detenían para mirarnos y nos iban abriendo el espacio. Nosotros dos, en la estratósfera. ¿Viste que a veces uno se pasa la vida buscando su otra mitad? Así fue con él".
"Esa misma noche le dije: ‘en algún momento vamos a terminar trabajando juntos’. ‘¿Estás loca? -me contestó- ‘¿vos tan estética bailando conmigo?’. ‘Vas a ver’, le dije. Y así fue. Dos veces nos dejamos y dos veces volvimos. Cada uno puede tener otros compañeros de baile y que todo ande fenómeno, pero no somos completamente felices. Esa felicidad que te hace pensar, ‘que se caiga el mundo, que me muera mañana y no me importa nada’; eso, eso sólo ocurre cuando bailo con Aoniken”.
Y, al preguntarle si tuvieron alguna relación sentimental, contesta:
-Nooo. En primer lugar, él tiene 36 años y yo, 54. Es como un hijo para mí, sería casi incestuoso sólo pensarlo. Él me dice que soy su mejor amigo.
Hasta aquí lo que Alejandra dice de él, pero ahora los vemos bailando, que es lo suyo. Primeramente, en un tango de hace bastantes años.
Como dije, me he pasado el verano viendo vídeos de tango y he visto muchas parejas, todas muy buenas. Unas ya conocidas, los milongueros míticos y veteranos, cuyas parejas deben estar ya retiradas (o muertas) y ahora se les ve bailando con otras mucho más jóvenes. Estoy hablando de Totó Faralde, al que ya vimos en la primera entrada, Dani el Flaco, El Chino Perico y muchos más, que aun se ven en demostraciones mostrando su saber y su estilo.
Pero también he conocido parejas jóvenes, que brillan con luz propia, y, de ellas, voy a mencionar solo dos para no estar con esto hasta Navidad: la formada por Fernando Jorge y Alexandra Baldaque y la compuesta por la consagrada Alejandra Mantiñán con el joven Aoniken Quiroga.
Fernando Jorge y Alexandra Baldaque son pareja en la vida privada y hay vídeos con ella bailando muy embarazada. Son portugueses y residentes en Oporto, en donde tienen una Escuela de Tango, con un gran salón para las milongas de los viernes. Son campeones de Europa de Tango Salón (2011) campeones de Milonga en el Metropolitano de Buenos Aires (2019) y tienen un premio de Vals también del Metropolitano. Y a mí me gustan, me gustan mucho, no me canso de verlos. Me gusta la sobriedad y madurez de Fernando y la compenetración de Alexandra, que atiende perfectamente las indicaciones del cuerpo de él, que tanto –y tan bien- acaricia.
Veamos entonces unos vídeos de sus tres especialidades y empezamos con un Tango de este mismo año y en su ciudad, ya con él madurito, pero bailando tan bien como siempre.
… Y bailando alegremente Milonga en la 31, cuya letra no tiene nada de alegre, precisamente.
Los inmensos cafetales,
los blancos algodonales
y los bosques mutilados
por el hacha criminal