6/11/24

La Nube de Valencia

 


      En la noche del 18 al 19 de octubre de 1973, una gran riada arrasó La Rábita, una pequeña localidad de la costa granadina, pedanía del municipio de Albuñol. Aun ahora, tanto tiempo después, no se sabe exactamente la cifra de víctimas, pues entonces se dijo que eran cuarenta los muertos y otros tantos desaparecidos, aunque luego se ha simplificado la cifra en “ciencuentaytantos”, como también los vecinos de La Rábita y Albuñol han simplificado aquel trágico suceso llamándolo “La Nube”, con esa costumbre tan granadina y andaluza de definir las cosas grandes con palabras pequeñas, las cosas importantes con palabras sin importancia. (Semejante a llamar al puente de Dúrcal, atribuido a Eiffel, "El Puente de Lata"...)

      Lo llamemos como lo llamemos, aquello fue una gran tragedia, pues, para un pueblo que entonces tenía poco más de 1.400 habitantes, supuso perder una parte importante de su población. Sin embargo, estando todavía bajo la dictadura de Franco, en la que este tipo de cosas se silenciaban, se difundió muy poco y el país no pudo conmocionarse como lo estamos ahora con lo sucedido en Valencia.

      Pero vayamos a Valencia

      Ha pasado una semana y seguimos en shock, seguimos sin terminar de creernos lo ocurrido, pero vemos como todos, desde los famosos hasta la última clienta del super, estamos convertidos en expertos y absolutamente seguros de lo que se debería haber hecho para evitar las víctimas y paliar los daños. Sin embargo, yo pienso que no es el momento, que solo cuando no quede ni un desaparecido por encontrar, cuando todos los vecinos de esos pueblos tengan agua, luz y alimentos, cuando estén bien alojados los que han perdido su casa, entonces habrá llegado la hora de sentarse gobierno y administraciones, recopilar datos de cómo murieron las víctimas, donde estaban, que hacían, que circunstancias se daban en su entorno, que información habían recibido, etc. y confrontar estos datos con los de la AEMET. Afortunadamente, ahora tenemos medios, tenemos ordenadores, tenemos la IA... Metamos los datos en las máquinas y que ellas, sin condicionamientos, sin inclinaciones políticas, sin ideas preconcebidas, nos enseñen a manejar situaciones así, que -seguro- van a ser cada vez más frecuentes. 

10 comentarios:

  1. ¿Te acuerdas, ya puestos a hacer un poco de memoria, de la tragedia del camping de Biescas?, el 7 de agosto de 1996, una riada arrasó el camping Las Nieves, dejando 87 muertos y más de 180 heridos, lo ocasionó una ola gigante a causa de la lluvia que recorrió el barranco de Arrás, habitualmente seco pero en aquel momento incapaz de contener el enorme tsunami de agua; es algo muy parecido a lo ocurrido en la Comunidad Valenciana, ¿a quien se le ocurre poner un camping al final de un barranco?, otra cosa que ha pasado y que ocurre en buena parte del país, en Valencia ocurre, se construyen edificios en zonas de rios o en barrancos sin ningún rubor y sin poner ningún problema las instituciones públicas, el ladrillo es importante se ponga donde se ponga. Diez años duró aquellitigio hasta que hubo una sentencia, no hubo responsables, en un primer momento se acuso al dueño del camping pero fue absuelto por el hecho de tener todos los papeles y permisos en regla y según se dijo, "las instituciones no cometen delitos", los verdaderos responsables, como ocurrirá en Valencia se iran de rositas, ¿quien dimite en España?.
    Saludos

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    1. Claro que me acuerdo de lo del camping. Sabemos que detrás de toda catástrofe de este tipo está la mano del hombre, pero parece que no aprendemos y se siguen haciendo las cosas mal, tanto a nivel de las autoridades como también a nivel personal. Se dan permisos para construir en zonas inundables, pero es que también todos hemos visto los coches aparcados en las ramblas de nuestra costa.

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  2. Solo con las pavorosas imágenes de lo sucedido con esta DANA se encoge el alma; luego se desata la rabia por la concatenación de errores que, aunque de haber actuado de otra manera, no hubiera podido pararse la furia meteorológica, sí hubiera evitado muchas muertes y pérdidas económicas. Llueve sobre mojado y por eso mismo, como bien dices, exigir responsabilidades cuando sea el momento adecuado es de justicia.

    Lo ha explicado bien Emilio Manuel. Ampliar el suelo edificable utilizando cauces secos y torronteras es comprar boletos para la catástrofe.

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    1. Exigir responsabilidades, por supuesto, pero de forma imparcial, pues las evaluaciones que se están haciendo ahora tienen todas un tinte político... de un lado y de otro. O de varios lados. Por eso digo que hay que dejar a las máquinas esa tarea, no trasladar el "y tú más" a algo tan serio como la vida de cientos de personas.

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  3. Coincido completamente contigo en que lo mejor es esperar a que se calmen los ánimos para estudiar con hechos qué fue lo que pasó. Por desgracia, no creo que los políticos encuentren una solución ya que están más preocupados por echar la culpa al contrario que de la población a la que dicen representar.

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    1. La actuación de todos ha sido penosa, tanto de los unos como de los otros, pero parece ser que no aprenden. Son responsables de muchas víctimas y parece que no son conscientes. En otros países, los políticos dimiten y hasta se suicidan en un caso así, pero estos ni se conmueven.

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  4. Llego tarde a esta interesante y acertada reflexión sobre estas catástrofes 'naturales' y especialmente sobre la última de Valencia.
    Sí que me acuerdo de la Nube de la Rábita. Recuerdo que aquella tarde de septiembre de 1973 estaba de paseo en Granada con un grupo de amigos. Alguien dijo, --parece que va a haber una buena tormenta. Y cayó el agua, ¡vaya si cayó! Fue algo terrible. Una amiga de Sandra me contaba que las latas de la fábrica de conservas del pueblo bajaban por las calles hasta el puerto. Y eso no era lo peor, lo peor fueron los muertos, los desaparecidos y las casas y pueblos destrozados. Es verdad que entonces se sabían menos cosas. No teníamos las imágenes con las que nos han bombardeado estos días, esas terribles imágenes de coches navegando por los barrancos y gente desesperada pidiendo ayuda.
    Ojala algún dia no sucedan estas cosas... Pero me parece que ese sueño no lo veremos nosotras realizado nunca.

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  5. Yo no recuerdo si aquella noche llovió aquí ni si estuve en la calle, pero sí que tengo fijo en la memoria algo que ocurrió después y que creo que ya conté en este blog.
    Como se solía hacer entonces, las autoridades abrieron una cuenta donde donáramos los granadinos para las personas de La Rábita que lo habían perdido todo y el periódico Ideal informaba de como iba subiendo esa cuenta, pero resulta que días después, nos convocaron a los que podríamos llamar grupos cristianos de la oposición a una reunión en lo que era entonces la Casa de Ejercicios San Pablo de los jesuitas, que estaba por Haza Grande. Allí nos encontramos con que había venido el párroco de La Rábita acompañado por algunos vecinos del pueblo a pedirnos que difundieramos la consigna de que no se donara en esa cuenta porque se estaba destinando a reponer las infraestructuras dañadas y a los damnificados no les llegaba ni una peseta, por lo que nos aconsejaban que los donativos fueran directamente a la parroquia a donde los vecinos iban en busca de ayuda. Salimos de allí a toda prisa porque era muy tarde y aquello está lejos, pero días después nos enteramos de lo que ocurrió mientras estábamos dentro. Se había presentado la policía con la intención de entrar a ver qué se cocinaba allí y practicar detenciones si lo consideraban necesario, pero resulta que la superiora de las monjas que administraban ese centro, una mujer mayor de hábito morado, se plantó en la entrada diciendo que allí no entraba nadie sin su permiso y hasta se agarró a la puerta como indicando que tendrían que pasar por encima de su cadáver, con lo que la policía temió el escándalo que supondría agredir o cargarse a una monja anciana y se fue por donde había venido.

    Afortunadamente, ahora las cosas son distintas y parece que a los de Valencia les están llegando ayudas, pero aun así he leído que 40 días después de la Dana, aún hay barro y coches amontonados en las calles y los vecinos lo están pasando mal en sus casas con una humedad que no se va fácilmente y con sus enseres y muebles dañados. De hecho, he leído que los estudiantes del grado de Economía de la UGR han montado una campaña para enviar un camión de muebles a un pueblo "al que todavía no han llegado las ayudas oficiales" . Y vamos camino del mes y medio...

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    1. Qué buenas historias tienes, amiga. La de la casa de ejercicios con la monja en la puerta impidiendo la entrada a la policía es genial. Yo también tuve alguna convivencia en esa casa de Ejercicios de los jesuitas que estaba por la carretera de Murcia, pero no recuerdo ninguna historia como la tuya.
      Bueno también estuve de ejercicios, unos años antes, en la casa de los curas en el Camino de Ronda junto al Genil y en el noviciado de la Presentación en el Albaicín. Las Teresianas es que nos llevaban de un lado a otro, cuando no nos encerraban en la iglesia del Santo Ángel Custodio, que les pillaba mucho más cerca. ¡Qué rollazos de ejercicios espirituales que nos obligaban a tragarnos!

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    2. Pues sí que os paseaban las teresianas para los ejercicios... Nosotras, como éramos pocas, los teníamos siempre en la capilla y solo íbamos al Ángel Custodio cuando se trataba de alguna misa con el colegio entero. En cuanto a San Pablo, ignoro lo que ha ocurrido con esa casa. Sé que ya no funciona como Casa de Ejercicios, pero no sé si está cerrada o hay allí algo, igual que tampoco sé qué es ahora el Colegio Mayor Loyola. Habrá que enterarse de todo esto...

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