Si se le da a un niño un móvil inteligente, estaremos tranquilos porque sabemos que sabrá manejarlo con prudencia, controlando perfectamente las situaciones que se presenten, pero si se le da a un anciano o anciana, deberíamos estar atentos, pues es muy posible que desencadene una guerra mundial en menos que canta un gallo.
Ejemplos al canto.
Tengo una amiga que, en WhatsApp, me coloca continuamente de "reacción" en mensajes de hace meses la bandera de Portugal. ¿Por qué hace esto? Según ella porque no sabe y "trastea" el móvil. Y se queda tan tranquila, a pesar de que le digo que me ha sacado tres veces de la cocina y me he secado las manos cuatro. Otra amiga me manda larguísimos mensajes de voz que, después de un cuarto de hora con el móvil en la mano, descubro que tal mensaje no era para mí. Hace unos años, un amigo me reenviaba al correo todo lo que le llegaba, incluidos sus correos devueltos, pero es que los correos de otro amigo me llegaban siempre con una enorme lista de todos sus contactos y los contactos de sus contactos, por lo que terminé teniendo la dirección de correo de media ciudad, incluidas autoridades civiles y militares.
Minucias estas comparadas con la reciente hazaña de una vecina, que se dejó abierto el grupo de WhatsApp comunitario, volcando en él una conversación privada en la que relataba la vida y milagros de los vecinos. Con buena memoria, por cierto, pero dando lugar a enemistades, rupturas familiares y sorprendentes descubrimientos de relaciones inconfesables. Cuando se le hizo ver lo que había hecho, alegó que no sabía de qué le hablaban porque ella no pasaba en el móvil de hacer y contestar llamadas. ¿Para que tenía entonces un móvil inteligente? Se lo habían regalado sus hijos. Y punto.
Y este es el problema, que tenemos una gran población anciana con un arma de destrucción masiva en las manos, por lo que sería conveniente establecer un examen previo a la compra de un móvil con el que se garantizara un conocimiento mínimo, pero esencial, de tal instrumento, antes de que, como digo, un anciano o anciana "trasteando" en su móvil, desencadenen la tercera guerra mundial.
¿Cuando dices anciano/a, a que edad te refieres? ¿a más de 70 años?, ¿a mas de 80?, la brecha digital es gigantesca entre jovenes y mayores, y hay algunos que se creen saberlo todo y claro cometen errores del que cuentas, el problema de los mayores es que creemos que lo sabemos todo y realmente cuando nos viene una nueva tecnología no tenemos ni idea y tenemos que recurrir a nuestos hijos o nietos, especialmente a estos últimos.
ResponderEliminarNo fijo edad porque hay quien hace estas cosas a los 70 y quien no las hace rondando los 90. El problema es que se amparan en que no saben usar el móvil, pero lo manejan sin el menor respeto. Salvando las distancias, es como si se permitiera trabajar en una central nuclear a alguien que no tiene la menor idea...
ResponderEliminarHe tratado este tema con humor, pero en realidad es bastante serio, pues se producen situaciones como esta última, que pueden traer consecuencias. Otras son simplemente molestas, como la señora que, en misa, intenta silenciar su móvil a manotazos, mientras el móvil suena y suena deteniendo la misa. ¿A nadie de su entorno se le ocurrió enseñarle a ponerlo en silencio?
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