8/3/23

Paridad y Ley




      Hace algún tiempo, una chica conocida, que ha aprobado unas oposiciones dentro del cupo de discapacidad, me decía que le fastidiaba mucho eso, pues ella ha estudiado como cualquiera y ha realizado los ejercicios mejor que la mayoría, pero ahora y el resto de su vida laboral estará señalada con la etiqueta de que le han regalado la plaza por su discapacidad.

      Cuando nos mudamos a esta casa, en la primera Junta de Propietarios que hubo, quisieron que entrara en la Directiva con el argumento de que "debía haber una mujer". No me conocían, no sabían nada de mí, pero me nombraban por ser mujer. A la chica de antes la eligieron por discapacitada y a mí me elegían por mujer. En ningún caso se mencionan los méritos ni la preparación.

      Por eso no me gustan las leyes ni las normas de paridad. La igualdad de oportunidades tiene que llegar porque la sociedad se mentalice de que una mujer puede desempeñar un cargo con la misma capacidad que un hombre, pero no colocándola en ese cargo por el simple hecho de ser mujer, valga o no valga para él. A mí, personalmente, no me gustaría en absoluto ocupar un cargo en esas condiciones y, de hecho, en aquel remoto principio de nuestra Comunidad de Propietarios, dimití porque no me asignaron ningún trabajo que desempeñar. Dije que para mujer florero era ya demasiado mayor...y me fui. Al año siguiente volvieron a elegirme, ya con unas competencias que llevar a cabo. Y esta vez cumplí mi mandato.

17 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo.
    Eso de la "discriminación positiva" me parece que consigue el efecto contrario.
    Un abrazo

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    1. Yo creo que sí, que nos perjudicamos al aceptar esa discriminación. Buen día.

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  2. Anónimo8/3/23 18:27

    Estoy totalmente de acuerdo con vosotras dos, no concibo que en una empresa haya 10 jefas y 10 jefes "por narices", o que en el Congreso de los Diputados si hay 340 escaños (que no lo se) tenga que haber 170 mujeres y otros tantos hombres. En cualquiera de los casos, si hay más mujeres competentes, pues simplemente que hayan más que hombres.

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    1. El anónimo soy yo unjubilado

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    2. Yo lo que veo también es que, en teoría, puede estar muy bien, pero es muy difícil ponerlo en práctica

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  3. Esa "norma" de paridad parte de la (pésima) interpretación de la paridad que defendía el Partido Feminista de los setenta (el de Lidia Falcón, Carmen Sarmiento...) y digo que es una interpretación (pésima, añado) porque lo que se pretendía, entonces, era poner el foco en las profesionales de las diferentes empresas y medios que, con acreditados conocimientos y méritos, quedaban relegadas a tareas menos relevantes porque eran los hombres, con iguales o menores méritos, quienes copaban los puestos más "sustanciosos". Tenía pues su razón de ser porque, en aquellos momentos, la "condición" femenina suponía un obstáculo y mujeres preparadísimas veían cómo, injustamente, su ascenso laboral se estancaba. Hoy en día, cualquier actuación que discrimine las posibilidades de una mujer para un ascenso es más difícil, porque, salvo excepciones de máximo sexismo, lo que se busca es personas preparadas y capaces y, por lo general (aunque no siempre), ser mujer u hombre carece de importancia. Ojo, por lo general, que aún hay quienes ponen reparos por cuestiones de embarazo, parto y otras zarandajas que, en ningún caso, merman la capacidad de una trabajadora para cumplir con los propósitos que se le piden laboralmente. Pero estos casos son denunciables siempre que se pueda probar que existe discriminación de género (que no siempre se puede porque ya se cuidan las empresas de no mentar el género).

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    1. Yo no estaría tan segura de que ahora ya no haya techo de cristal en las empresas, pues no hay más que ver las pocas mujeres que hay en los Consejos de Administración de las empresas del IBEX. Seguramente, la discriminación no es tan a las claras, pero el resultado es el mismo. ¿Va a solucionar esto la Ley? Lo dudo mucho. Como digo en la entrada, no creo que sea cuestión de leyes, sino de que cambie la mentalidad y eso va muy lento.

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    2. Cu ando hay dinero de por medio, las mentalidades no varían y el mercado laboral está lleno de sexismo, racismo y xenofobia. La semana pasada, en un portal de ofertas de empleo, apareció un anuncio de un establecimiento hostelero de Huesca que solicitaba camareras con conocimientos de inglés y señalaba que debían ser "nacionales" pero ni musulmanas (de etnia musulmana, ponía) ni oscenses. Se armó una buena y, a las dos horas, ya había desaparecido el anuncio. Y lo que decíamos cuando lo leímos: Vale, es su "garito" y ponen sus normas, pero que digan qué establecimiento es y ya nos cuidaremos de no pisarlo. Pero no, no ponía el nombre, solo una referencia, lo que indica que las condiciones exigidas sabían que crearían malestar.

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    3. Eso de la "etnia musulmana" nos da una pista de que los del garito no pasaron ni por la EGB, así que el sexismo, racismo y xenofobia están en todos los niveles, desde un bar de barrio a los consejeros de empresas que cotizan en bolsa. Y lo que tú dices: saben que está mal, pero lo hacen porque les sale... de donde les sale.

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  4. Me propusieron para Coordinadora TIC (Tecnología de la Información y la Comunicación) de mi Instituto solo porque era mujer y nuestra solicitud de ser centro TIC había sido rechazada ya durante varios años por parte de la Delegación o la Consejería de Educación. Un colega me dijo, -Déjanos poner tu nombre, Pilar, por favor. Seguro que si ponemos a una mujer al frente de nuestra solicitud nos lo conceden.
    Yo acepté por ayudar a mi centro, pero me vi metida en un mundo que desconocía y me tocó aprender casas que no me interesaban y muchas veces me desbordaba tanta tecnología informática porque no era mi tema, yo era profesora de inglés. Pero aquel colega llevaba razón y nos concedieron ser centro TIC y por fin conseguimos los ordenadores y la red de Internet que llevábamos años pidiendo sin ningún éxito.
    Estaba clara la política del momento, no importaba la idoneidad de la persona que presentara la solicitud, pero si eras mujer tenías mas 'puntos'.
    Suerte para las chicas de ahora!! ;-)

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    1. Y que rabia da eso ¿verdad? Estar en un sitio por "puntos", no porque cumplas una función. Te quedó en consuelo de que el Instituto se benefició con eso, que ya es...

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    2. Si, me dio rabia entonces y me da rabia cada vez que lo recuerdo!!

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    3. Lo malo es que, si te ocurriera ahora, probablemente volverías a transigir. Somos así y quizá nos merecemos lo que nos pasa.

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  5. Coincido plenamente. Y si a esa chica y a ti os parecía mal imagina a los hombres que perdieron ese puesto o, mejor dicho, creen que perdieron ese puesto de forma injusta.

    Los feministas de verdad tenemos que deshacernos de esas feminazis que solo traen odio y enfrentamiento y seguir luchando por la igualdad de derechos y oportunidades, sacando partido a nuestras diferencias en pos de un bien común, sin discriminar a nadie por razón de su sexo.

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  6. Lo que cuesta trabajo asimilar es que llevemos tantos años con este tema entre manos y estemos casi lo mismo.

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  7. Luchadora y certera hasta el final, amiga, muy buena decisión. Cariños

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    1. No te creas... Como decía Concha Lagos: Vamos diciendo "bueno" a tantas cosas que nos hubieran puesto en pie de guerra...

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