29/4/23

Edadismo




      Se habla ahora mucho del Edadismo, o sea, la discriminación de los viejos por el hecho de serlo. Pero no creo que se toque el tema más de lo que yo lo he tocado, porque, seamos claros, aquí venimos a hablar de nuestro libro, lo que, al fin y al cabo, es la esencia de un blog, de una bitácora, de un diario de a bordo. Y como yo soy vieja, lo más lógico y natural es que hable o escriba de los viejos.

      Terminada está introducción (que era totalmente innecesaria) pasemos a lo sucedido hoy.

      Hace unos días, tuve que resetear el móvil por un fallo de software y, a continuación, volver a instalar las aplicaciones no predeterminadas, entre ellas, las del banco, que son tres para más inri y que fue bastante lioso debido a las medidas de seguridad, supongo. Una app sirve de confirmación de las otras, mandan al correo una clave, y mientras llega el correo y la copias, el banco te cancela la sesión por inactividad... y vuelta a empezar. Vamos, que habría que hacerlo a cuatro manos. Por fin, consigo instalarlo todo, incluida la vinculación de las tarjetas para poder pagar con el móvil y canto victoria. 

      Pero la alegría me dura poco, solo hasta el día siguiente cuando intento pagar en el super y el móvil dice que no, que no suelta un euro. Pago en efectivo y al volver a mi casa reviso las aplicaciones en busca de la causa del fallo y todo parece estar en orden, excepto que la tarjeta virtual que se genera se ha duplicado. 

      En los días siguientes, pruebo de nuevo a pagar, con el mismo resultado. Y ya no me atrevo a seguir probando. ¿Por qué? Pues por lo que le he contestado hoy al farmacéutico cuando me ha dicho que a él también le fallaba algunas veces la aplicación de su banco. 

      -Sí, pero si a ti te falla, falla el móvil, mientras que, en mi caso, soy yo la que está fallando. He tenido que pasar por que la cajera me coja el móvil para ver lo que hago, un señor de la cola me ha dado instrucciones a voces y he visto sonrisitas de conmiseración y adivinado pensamientos de: ¿Para qué se meterá esta vieja en cosas que no sabe?

 

22 comentarios:

  1. Entendiendo que haya personas que consideren a la gente añosa sin capacidad para la tecnología, no quiere decir que no las haya, además, que solo pretenden ayudar, te vean mayor o jovenzuela. A estas últimas con decirles gracias es suficiente; a las primeras, "largarles" algún descaro de vez en cuando no les viene mal (y tú te quedarás más a gusto).

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    1. Ayudar, ayudar... ¿Una cajera que te agarra la mano y la vuelve para ver la pantalla de tu móvil? No se que te diga. A mí me parece una falta de respeto que no se atrevería a hacerlo con todo el mundo.

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    2. ¿Y no le diste un manotazo mientras le soltabas un contundente "¡No toques!"?

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    3. Ganas me dieron, pero me conformé con decirle: ¿Qué? ¿Satisfecha?

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  2. Si te sirve de consuelo, te cuento un caso reciente de "expertos" jóvenes informáticos. En la aplicación de la seguridad social "Salud Informa" en Aragón, recientemente hicieron una modificación ya que incluso en la app, informaba que desde el 13 al 16 de abril, iban a hacer tareas de mantenimiento y es posible que la renovación de medicación y las fechas de las citas pendientes no funcionaran adecuadamente.
    El día 17, me dieron para solicitar cita con el médico de rehabilitación y consulté por curiosidad, tenía dos citas pendientes y me habían desaparecido y tampoco aparecía la nueva, esperé hasta el día 26 y seguían sin aparecer, así que llamé para que me informaran y seguían con el problema, pero me aseguraron que aunque no se veían en la app, estaban todas ellas pendientes en la base de datos. Efectivamente el día 29 me aparecieron las 3.

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    1. Esas cosas ocurren en todas partes y siempre tiene la culpa el ordenador.

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  3. Totalmente de acuerdo con cuanto comentas, Senior Citizen. No molesta el intento de ayuda si es porque piensan que pueden hacerlo, molesta la actitud de suficiencia que adoptan. Yo soy muy aficionada a la informática, y a internet y a todos los artilugios y apps. Utilizo el reloj para pagar con tarjeta y es impepinable, cada vez que lo hago tengo que escuchar cosas como "¡qué moderna!" , "¡anda qué moderna" y frases similares. Te comprendo muy bien.
    Un abrazo, Senior!

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    1. A mí siempre me ha molestado que se admiren de que me maneje con ordenadores y móviles, pues no me parece un halago, sino todo lo contrario. Es como considerar que, por ser vieja, tengo la obligación de ser tonta.

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    2. Exacto! así mismo es como yo lo percibo.

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    3. Defenderme de cosas así es tan repetido, que se me está haciendo muy pesado. Hoy mismo he tenido otro episodio en el super. Y van...

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  4. Bancos y móviles es una combinación explosiva ya de por sí. En cuanto al edadismo, se enmarca en una falta de respeto hacia los demás, generalizada, que nos afecta a todos y es propia de esta época en la que ya no se educa a las personas. Se cosecha lo que se siembra.

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    1. Esta misma mañana he estado hablando con una parienta mucho más joven que yo, que tiene sus nietos pequeños y a mí me parece que les están dando una educación desastrosa, pues yo creo que esa falta de respeto viene de que se les educa como si fueran lo más importante del mundo, se les da demasiada importancia y crecen creyendo que son el centro del Universo.

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    2. Tal cual... aunque todavía hay algunos rescatables. Todos me dan el asiento en el bus. Claro que el cabestrillo se impone aunque sea por lástima más que a las canas

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    3. Mejor sería que mejoraras rápidamente... Eso te deseo.

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    4. jajaja... Gracias. Trato, acabo de hacer los ejercicios y más. Me esfuerzo todo lo posible. Besos

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    5. Tiene su tiempo, pero termina por solucionarse.

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  5. Jajaja... cómo me identifico contigo. Y ahora menos con una mano que todavía no funciona y que tardo en hacer todo. El tiempo lo cura todo, aunque pase y no nos respete. Beso grandote

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    1. No me hables del paso del tiempo, que en pocos días se me ha ido un amigo y un conocido...

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  6. Es la vida... duro y natural, somos perecederos aunque no nos den la fecha de vencimiento. Abrazo grandote

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  7. Es la vida a esta edad: o entierras...o te entierran. No hay otra alternativa.

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