El 28 de marzo de 1977, Waldo de los Ríos se disparó un tiro en la frente en su casa de Madrid y en su cama, sembrada de fotografías. Era argentino, pero vivía en España desde hacía muchos años y, desde aquí, desarrolló en toda Europa su carrera de compositor, director de orquesta y pianista. Fue muy criticado por sus "arreglos" de música sinfónica, pero se enriqueció con ellos y era lo que más se le solicitaba.
Yo lo recuerdo en sus actuaciones en Televisión Española, pero no le presté mucha atención porque lo mío entonces eran los cantautores. Cuando murió ya no estaba Franco, pero su sombra todavía revoloteaba por las instituciones y, en la mayoría de la prensa, no se habló de suicidio, sino de que había muerto en su casa repentinamente. Algún tiempo después, dos amigos suyos, Alberto Cortez y José Fernando Dicenta, se unieron para hacerle un homenaje en forma de canción y oímos El amor desolado en la voz de Alberto Cortez, que puso música a una letra de Dicenta. Seguramente no supimos entonces que, tras esa canción tan romántica, había una historia menos romántica, pero igualmente triste, pues que se quite la vida una persona de 43 años siempre es triste. Eso hay que dejarlo para los mayores de 70 que, según las estadísticas, nos llevamos la palma a la hora de “doblar la servilleta” voluntariamente.
Fíjate, Senior, que yo no recordaba que ese hubiera sido el final de Waldo de los Ríos. O quizá no lo recordaba porque nunca supe que fuera así, vaya usted a saber... en cualquier caso, una pena su final y a su edad. A mí me gustaban sus arreglos porque divulgaron la música clásica a nivel de todos los oídos aunque fueran profanos en escuchar ese tipo de música más minoritaria.
ResponderEliminarAh! y espléndido Alberto Cortez.
Un abrazo grande, Senior
Como verás, he sacado tu comentario del baúl del spam, donde dormía el sueño de los justos, pues Blogger ni me había avisado de su llegada.
EliminarA mí no me han gustado nunca ni los arreglos de música clásica ni lo contrario, pues tampoco me gustaron las versiones de canciones modernas que hacían "Los tres tenores" y hay canciones como "Hijo de la luna", que la cantaba mejor Ana Torroja con su vocecita de gato que Monserrat Caballé, porque pienso que cada música está escrita para una interpretación determinada, tanto si es vocal como si es instrumental. La versión que hizo Waldo de los Ríos de la Novena de Beethoven nos gusta ahora porque nos hemos acostumbrado a oírla y porque el himno de Europa también es otra versión, pero en un principio, a muchos nos pareció que mi paisano Miguel debería haber seguido con su rock y sus canciones y dejar tranquilo a Beethoven. .
Desconocía el ámbito privado de este compositor, al que recuerdo como el arreglista del Himno a la alegría que popularizó Miguel Ríos; a quien sí conozco es a su viuda, Isabel Pisano, cuyas crónicas como corresponsal de guerra en Irak leí con interés en un recopilatorio que se hizo hace cinco o seis años.
ResponderEliminarYo no recuerdo en qué momento me enteré de toda la historia que hay detrás de esa canción, que parece solo la de un hombre que se mata al dejarlo su pareja, pero hay mucho más y, por eso digo que es menos romántica de lo que parece. Waldo de los Ríos había caído hasta el fondo de una depresión por muchos motivos y, entre ellos estaba el rechazo de los compositores e intérpretes de música "seria", que consideraban casi un sacrilegio aquellos "arreglos" suyos. Pagó el precio de adelantarse a los tiempos, pues después se han hecho cosas mucho peores y más "sacrílegas". Tengo que confesar que a mí tampoco me gustan, pero de eso a la auténtica persecución que, al parecer, sufrió, va un abismo.
EliminarEn cuanto a Isabel Pisano, parece ser que, en su libro El amado fantasma, trata de liberarse del peso de haber pasado a la Historia como la culpable de la muerte del compositor. Tristemente (o por suerte para ella) en este momento ya no se acuerda de nada.
Conozco "El Himno a la Alegría" al menos el que escuchamos en infinidad de ocasiones a Miguel Ríos, del resto no conocía nada.
ResponderEliminarHola Senior , yo digo lo mismo que dice unjubilado , es más si no lo nombras no sabía de la vida de esta persona, te deseo una feliz semana saludos de flor.
ResponderEliminarPd Lo bueno que tiene Youtube es que siempre podrás oír y ver en los videos.
Todos "navegamos" mucho por la Red, pero cada uno nos detenemos en cosas distintas, pues hay abundante información sobre esto, ya que Waldo de los Ríos fue muy conocido en su momento y actuaba en Televisión con mucha frecuencia.
EliminarJuraría que ayer mismo dejé un comentario en esta tu entrada... últimamente Blogger envía a comentarios a spam sin ningún criterio entendible
ResponderEliminarBlogger no nos ha quitado las fotos, como amenazó, pero está fastidioso y parece como si quisiera echarnos a fuerza de fallos.
EliminarPuede que llegara tarde al tiempo de los cantautores, pero lo más probable es que no le prestara atención porque la música nunca ha sido mi fuerte. En cualquier caso, 43 años es demasiado pronto para dejar de vivir. A veces no somos conscientes de lo que pueden doler a las personas más sensibles ciertas críticas lanzadas al viento. Deberíamos ser mucho más cuidadosos.
ResponderEliminarSupongo que, en esas depresiones que conducen al suicidio, se juntan muchas causas, pero yo he recalcado esa porque a causa de la canción siempre se habla de los motivos sentimentales.
EliminarHola, cuando nombran la Sinfonía nº 40 de Mozart, lo que me viene a la cabeza es la versión de Waldo, y a mí sí me gustó, y me gusta, lo de Miguel Ríos y el Himno a la alegría, en general me gusta la música clásica pero no me molestan ciertos arreglos que algunos hacen, no todos ¡eh! que aún me chirría en los oídos aquella versión de Mocedades y su Amor de hombre. Yo sí recuerdo haber leído que se había suicidado,es posible que fuera en un Cambio 16 o en Fotogramas, que eran revistas que acostumbraba a leer en aquellos años, por supuesto que de su homosexualidad no se decía nada. Una pena que haya terminado así, pero las depresiones son muy traicioneras si no se tratan, hay que tener un seguimiento y sobre todo fuerza de voluntad para salir de ese pozo, yo lo he pasado y sé que no es fácil.
ResponderEliminarVolviendo a la música clásica, me encantaba aquel programa radial que hubo en RNE con Fernando Argenta y que creo que contribuyó muchísimo a conocer la música considerada de siempre como "culta".
Un abrazo y espero que no estés pasando mucho calor.
Yo he leído que la noticia del suicidio se publicó en El País unos días después como "confirmación", es decir, que quizá el día de su muerte se publicó como una opinión, aventurando que podría ser eso, pero sin darlo por cierto hasta después.
EliminarEn cuanto al programa de Argenta, oí hablar de él, pero debe ser que no me venía bien la hora, pues no recuerdo haberlo seguido.
qye musica mas vella y bella
ResponderEliminarvesos y besos
Mucha
Está ya un poco fuera de época la canción, pero a mí me gusta. Gracias.
EliminarGracias querida por tu maravilloso comentario Un abrazo inmenso desde Miami
ResponderEliminarmucha
Soy muy curiosa y si me lo permites te pregunto porque me escribes:
ResponderEliminar"que no te gusta comentar en blogs con muchos comentarios"
Simplemente una curiosidad.
Pues por distintos motivos. Por un lado, yo soy más de grupos pequeños, de las distancias cortas, de conocerse...Por eso no estoy en redes sociales del estilo de Twitter. Ocurre también que, para comentar, es necesario leer todo lo que han dicho los demás y, si hay muchos comentarios, eso se lleva un montón de tiempo, que quizá no tengo cuando entro en un blog. Podría seguir mencionando motivos, pero creo que basta con estos dos. Como verás, no tengo nada contra ti ni contra tus visitantes; es solo cuestión de costumbres y carácter... o edad. Para mí, entrar en un blog con 70 comentarios es como entrar en una discoteca abarrotada de gente. Me asusto y salgo corriendo...
EliminarMuy bueno el link que pusiste, gracias por recordarlo pues merecería un homenaje ya que su música era muy adelantada. Es difícil mantenerse incólume a críticas inclusive de su familia más en un hombre con sensibilidad humana y artística como lo fue él. Un abrazo
ResponderEliminarAparte de eso, fue un hombre que consiguió la fama y el dinero, pero que al parecer, le faltó lo más importante: el amor, la compañía de las personas que quería. Y en esas circunstancias, no es difícil caer en una depresión que le lleve a ver su vida como algo sin sentido, que no vale la pena vivirla.
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