2/12/23

Niños

      Ayer empezó diciembre y yo rompí a llorar viendo el telediario. No se si es que, con el mes, entro en “modo sensible” o que las imágenes de niños heridos en Gaza me sobrepasaron, pero el llanto se me vino a los ojos a oleadas, como un río. Y tuve que salir de la habitación huyendo de esas imágenes, que me herían hasta lo más hondo.

      ¿Es que nadie va a parar esto? ¿Es que a nadie le importa? ¿Es que todos vamos preparar nuestra Navidad ignorando lo que allí ocurre? Gaza, Ucrania... Sufrimiento, dolor, muerte... ¿Y nosotros llenando el congelador de marisco?

      Hoy, 2 de diciembre, he tenido todo el día en la memoria un poema que ya publiqué hace tiempo, pero que no me resisto a mostrar de nuevo.


8 comentarios:

  1. A mí me preocupan los niños de Gaza. Y los de Israel, y los de Cuba, y los de Corea del Norte, y los Venezuela, y los de China, que son bastantes más. Todos lo niños en definitiva. ¿Los del poema son de Vietnam del Norte o del sur? Porque los comunistas también se hincharon a asesinar en esa guerra. ¿Por qué unos niños son inocentes y otros merecen lo que les pase? Esto no terminará nunca porque ninguna de las partes lo quiere. Hace casi veinte años que no veo la tele, y, desde luego no volveré a una cadena española, que solo son la voz de su amo.

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    1. Después de tanto tiempo, a saber a que niños se refería Pepe Guevara cuando escribió el poema, supongo que a todos, pues tampoco podríamos ahora precisar si la niña que corría con el cuerpo quemado en la célebre foto era del norte o del sur. Ni lo sabemos ni tampoco importa demasiado. Era simplemente una criatura en un país en guerra, una víctima, como en todas las guerras, que las desatan los políticos y las sufren los ciudadanos.

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  2. Es un magnicidio matar a personas indiscriminadamente, pero es un CRIMEN con mayúsculas, matar a niños inocentes que en la mayoría de los casos no saben nada de las malas artes que tiene la vida.

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    1. Lo de los niños es lo que más nos enternece, pero también están muriendo muchos jóvenes y adultos tan inocentes como los niños. Es más, yo apostaría que gran parte de la población de Israel no quiere esta guerra, pero no pueden hacer nada.

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  3. No se qué decir. No tengo palabras. Solo la tristeza de que estas cosas siguen ocurriendo y nosotros seguimos viviendo.
    Por otra parte, es que no me gusta la Navidad y todo el barullo que conlleva.

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    1. Pues si a ti no te gusta la Navidad, imagínate a mí, que cuando empieza diciembre me pongo a temblar de lo mal que lo paso esos días.

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  4. Tremendo el poema. Todo un aldabonazo para las conciencias.
    Yo tampoco tengo valor y, porque acuden las lágrimas, apago la tele. Como si eliminando la imagen que me golpea eliminara también el problema y, como Ladrón de Guevara, "me da verguenza. Me parezco una especie de enemigo".
    No puedo entender la violencia, no puedo entender las guerras ni los motivos que las generan.
    Abrazo

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    1. La violencia está en todas partes y asoma por cualquier cosa. No hay más que ver ese político que quiere "colgar de los pies" a otro, como si fuera un enemigo a batir.

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