Las mujeres de ahora no saben cuidar… Decía mi madre. Y no añadía a sus maridos, porque se daba por supuesto. Ella sí sabía cuidar a mi padre. Sin caer en el servilismo que pregonaban las de la Sección Femenina, sin llegar a ponerle las zapatillas al volver del trabajo, mi madre cuidaba de su marido hasta olvidarse de sí misma. No importaba el cansancio o si se sentía mal a la hora de hacerle una comida distinta, sabiendo que le gustaba y la iba a comer mejor. Su ropa estaba siempre impecable y hasta en la vejez, cuando ya planchaba yo, ella se reservaba sus camisas y las planchaba como nadie podía plancharlas. La última camisa que llevó mi padre, la que yo lavé con dolor días después de su muerte, la había planchado ella.
Las mujeres de ahora no saben cuidar. Y por ello, me enseñó
a mí a cuidar. Y lo hice, ella sabe que lo hice.
Mientras tuve a quien.
Recordando a mi madre, en el día de su santo.