Antes, cuando un amigo fallecía, su nombre quedaba en nuestra agenda o listín telefónico durante largo tiempo, pues no era cosa de estar cambiando de agenda cada vez que se producía una baja. Y como era bastante fastidioso volver a copiarlo todo, las agendas duraban y duraban, y se podía dar el caso de que abrieras por la F y te encontraras a Fulano que se murió hace 5 años. O en la M a Menganita, que ya no está por estos lares desde hace más de 20. Pero, gracias a eso, los recordabas. Decías: Era simpático este hombre. O: Pero que mala… sombra tenía Menganita.
Ahora, con las agendas en los teléfonos y las direcciones en el ordenador, si se muere alguien, le damos a suprimir…. y desaparece. Como si nunca hubiera existido, como si jamás hubiera sido parte de nuestra vida.
Ahora, con las agendas en los teléfonos y las direcciones en el ordenador, si se muere alguien, le damos a suprimir…. y desaparece. Como si nunca hubiera existido, como si jamás hubiera sido parte de nuestra vida.
Cierto, es así. Sobre todo cuando ya cargamos algunos años.
ResponderEliminarPero lo de suprimir una dirección electrónica, por ejemplo, es una elección. Puedes dejarla allí si quieres. Cabe la esperanza o el temor, según como lo veas, de que en algún momento recibas un mensaje de Zutano que murió hace algún tiempo y que por fin encontró la manera de hacerse notar desde el más allá.
No es mala idea, Sofocador, y además ya la puse en práctica a la inversa. Hace unos años, murió en accidente una amiga muy querida y, antes de borrar su dirección, le envié un correo. ¿Le llegó? ¿Quien puede saberlo? ¿Sabemos algo de lo que hay más allá?
ResponderEliminarSi una persona ha existido dentro de ti, siempre estará. Sin embargo, ¿cuántos vivos hay que para ti ni existen?
ResponderEliminar...Qué deprimente es tu reflexión; cien x cien real.
ResponderEliminarBesotes
Muy certera tu objeción, NaaN... y esperanzadora.
ResponderEliminarMª Ángeles: Mi reflexión parte de una realidad vivida más de una vez. Pero, pensándolo bien, quizá sea esto mejor que encontrarte con una agenda llena de muertos...
Es mejor borrar la entrada que no recibir una llamada de algún familiar que ha heredado el teléfono y que te aparezca que te llama tu amigo que ya murió y descuelgas y no es él :(
ResponderEliminarAsí que me uno al comentario de naan: lo importante no está en las agendas, de appel o de las otras, está en nuestros recuerdos.
Múltiples experiencias veo yo aquí...
ResponderEliminar(En mi caso, Anónima, lo habitual es que esos teléfonos se dan de baja... igual que sus dueños/as)
.
ResponderEliminarYo tengo una experiencia perturbadora también.
De este lado del atlántico el hi5 es más popular que el Facebook.
Un amigo murió hace poco y la que era su novia tiene la clave de su cuenta en el hi5. Cuando le entra la depresión (o algo así), entra a internet y pone mensajes de estado en la cuenta de mi amigo.
Mis amigos aun suelen escribirle mensajes del tipo: hola, te extrañamos, etc.
A mí me saca un poco de onda esta actitud, creo que es seguir metiendo el dedo en la herida... algo así como ver el nombre en la agenda por mucho tiempo.
.
A propósito de Facebook y los muertos
ResponderEliminarHace un tiempo, tuvimos aquí esta "conversación".
ResponderEliminarAbuelita decía "somos un tren en el que viajan todos nuestros antepasados" .
ResponderEliminarTenías una abuelita muy sabia, Nfer. Recuerda bien todo lo que dijo, para que no se pierda....
ResponderEliminarUn interesante escrito de Hernán Casciari ya hablaba del tema hace años, cuando (al menos Casciari y yo tampoco) no sabíamos de ningún blogger fallecido. Con el tiempo esto ha empezado a suceder y cada vez se ven más post que refieren esta preocupación.
ResponderEliminarMe he puesto a pensar en lo que dices en ese blog que enlazas, Senior, respecto al cierre de los comentarios y no del blog. Y creo que es lo correcto. De alguna manera un blog es como un libro, cuando sus escritos son valiosos, es bueno que siga allí para que quien pase pueda leerlo. Pero no sé si es bueno que los comentarios se mantengan abiertos para siempre.
Pero la tristeza es inevitable: con blog, libreta o red social de por medio, o sin ellos. Siempre habrá algo que nos recuerde a las personas queridas, aunque sean cosas aun más intangibles que un blog.
El comentario suprimido es mío. La costumbre de escribir los comentarios en Word y luego traerlos aquí hizo que pegara el texto dos veces. Mis disculpas.
ResponderEliminarQuiero aclarar que fue Nat quien suprimió su propio comentario. Yo nunca lo hubiera hecho, pues lo bueno doble, tres veces bueno....
ResponderEliminar(Acabado de incorporar al Refranero Español)
Volví a pesar de jazztel, y a tiempo de contaros lo que hace n tío mío en este tema. Tiene casi 90años y al pobre cada vez le van quedando menos amigos y conocidos; y él dice qe por respeto cuando uno muere no debe de estar en su listín telefónico (por cierto de pastas de hule negro),así que en vez de limitarse a tacharlo, cambia de agenda y está unos días entretenido copiando los de los qe aún siguen vivos. Como tenía muchos amigos y conocidos, últimamente sale a una agenda por mes. Tiene un trabajo tremendo. Es totalmente cierto eh.
ResponderEliminarUn saludo
Lo malo, Ernesto, es que mi agenda (esa de la foto) está escrita a máquina, ya que mi letra es bastante ininteligible. Máquina que guardé en lo más profundo de un ropero hace años, cuando compré el ordenador.
ResponderEliminarSin dudas que Abuelita era sabia, y yo ahora recuerdo esas frases suyas, quizá oídas de otra abuela...
ResponderEliminarPor eso las dejo aquí, en blogs y donde pueda. Porque ignoro si algún día alguien las oirá..y las recordará.
De abuela a nieta....
ResponderEliminar¿No se llama eso tradición oral?
Supongo que la facilidad de borrar esos teléfonos y direcciones que nos da el ordenador es una manera de indicarnos que nos debemos de concentrar mas en los vivos. De todas formas te diré que yo sigo con mi agenda de papel y por eso me encuentro con esas personas que ya no están mas que en ese lugar.
ResponderEliminarYo sigo con esa agenda de la foto, pero está cada día más llena de muertos, que ya ni siquiera tacho pues se de sobra quienes son. Tengo la ventaja de que la consulto pocas veces, ya que las agendas del teléfono fijo y el móvil me sacan del paso.
Eliminar