23/6/15

A un euro el minuto






     Hace unos años, se pusieron de moda unos vídeos de la factoría Disney que se llamaban Baby Einstein y que se suponía funcionaban como estimulación precoz para los bebés, lo que se ha visto después que era falso y que los niños que los tuvieron son ahora tan listos o tan tontos como los que no vieron ni la carátula. Estos vídeos costaban treinta euros y tenían media hora escasa. O sea, a un euro el minuto de estimulación. Que escándalo y que abuso de la multinacional.

     El otro día deja de funcionarme un enchufe, llamo al electricista, que levanta el embellecedor, descubre que se ha escapado un cable, lo anuda, pone el embellecedor y me cobra 15 euros. Como el electricista tiene la tienda a pocos metros de mi casa, calculemos cinco minutos para venir y otros cinco para volver a su tienda, lo que sumados a los cinco del arreglo hacen quince. A un euro el minuto.  

16/6/15

La vie





Paso por este anuncio y se me escapa un rotundo

 ¡¡¡ MIERDA!!!

Inmediatamente me arrepiento (Debería haber dicho MERDE)


10/6/15

Solo un correo


     Esta tarde, en un correo titulado Tragedia, me ha llegado el dolor de una amiga virtual. No nos hemos visto nunca y ni siquiera conocemos nuestras voces, pero sabemos más la una de la otra de lo que sabremos nunca de muchas personas a las que vemos todos los días. Hay quien dice que estas amistades virtuales no son auténticas, que son necesarios los ojos que se miran y las manos que se tocan, pero lo que yo se es que ya son muchas las veces que mis lágrimas han caído sobre el teclado, unas veces por la pérdida de amigos virtuales y otras, como en este caso, por el dolor que aflige a una de ellas. Por eso esta noche, mientras mi pensamiento vuela hacia un brumoso norte, desde este sur caliente yo le digo -yo os digo a todos- que el corazón no sabe de distancias. Y que somos más, mucho más, que cuerpos.
      

6/6/15

Los de entonces, los de ahora





     El día 24 votamos en unas elecciones y aquí, en Andalucía, habíamos votado antes en otras, para más lujo. Sin embargo y a día de hoy, aun no está decidido quien va a gobernar  nuestros ayuntamientos ni nuestras comunidades autónomas, dando la sensación de que están todos más liados que lapataunromano, como decimos aquí. ¿Qué está pasando? Iñaki Gabilondo, ese señor que conocimos la noche del 23F cuando se asomó a nuestros televisores con cara de susto, lo explica muy bien en este vídeo, pero yo voy a añadir algo que me ronda la memoria estos días.

     Cuando, con la muerte de Franco, pasamos de la dictadura a la democracia y se legalizaron los partidos políticos, muchas de las personas que habían luchado contra la dictadura en asociaciones como Comunidades Cristianas Populares o Cristianos por el Socialismo, se afiliaron a ellos, se presentaron a elecciones y las ganaron, pero pronto llegó la desilusión porque aquello, la política ejercida, no era lo mismo que habíamos vivido en la oposición y la clandestinidad. Había que plasmar en hechos concretos la ideología y hasta los sueños, convertir en realidad la utopía vivida tantos años y muchos terminaron diciendo como Ortega: No es esto, no es esto. Hubo quien se rindió a los pocos meses, como Fermina Puerta, otros como López Martos (ambos de Comunidades Cristianas Populares) siguieron más tiempo y tuvieron más cargos, pero lo pagaron con gran sufrimiento y terminaron por abandonar. Podría citar muchos más casos, pero serían tan locales como estos y quizá no los conoceríais.
      
     Quiero decir con esto que la situación ahora me parece semejante. Tenemos unos partidos que han surgido del 15M, cuando millones de “indignados” dijeron hasta aquí hemos llegado en una situación ya insostenible de corrupción en las administraciones, de falta de vergüenza de la clase política y la sociedad en general. Pero ocurre que también esos partidos y las personas que los dirigen se están dando de bruces con la realidad, están viendo que no es lo mismo hablar de lo que hay que hacer, sentados en suelo de una plaza, que llevarlo a cabo. Y llegan las rebajas que desilusionan a algunos. Y llega que otros no son tan inmaculados como parecía. Y llega que hoy digo una cosa y mañana me retracto, que hoy me arrimo a este y mañana al otro. Mientras, aquí estamos los de a pie, esperando pacientemente a que se decidan,  pongan en marcha las instituciones y nos podamos ir a la playa.