21/4/19

Domingo de Resurrección






      El domingo pasado reflexionamos sobre la Cuaresma con palabras de un poeta que acababa de conocer en una hoja parroquial. Este domingo de Resurrección, cuando los cristianos celebramos la Vida, la de Jesús y la nuestra, me gustaría hablar de algo de lo que se ha hablado muchas veces, pero que es muy importante en nuestras vidas: La amistad. No de esa amistad de “Me mandas un guasah y nos vemos algún día”… sino de la auténtica amistad, de la amistad que es cariño y cercanía. Y aceptación por ambas partes. Lo principal, a mi juicio. 

      Y cuando hablo de aceptación estoy refiriéndome a que no basta con querer a una persona, sino que hay que aceptar como es y quererla con lo que tiene de bueno y lo que tiene de malo. A las personas no se les puede partir en trocitos y quedarnos con los que nos gustan, rechazando los que no nos gustan. Somos un todo y se nos acepta como somos… o se nos rechaza. No caben medias tintas ni condiciones. No cabe condicionar la amistad a que la otra persona cambie de forma de ser, porque eso no lo vamos a conseguir nunca y lo único que conseguiremos es echar por tierra esa amistad.

      ¿Estáis de acuerdo, Amigos? Pues a celebrar el día como Dios manda...

17/4/19

Lágrimas




      Ayer, mientras veía desolada el incendio de Notre Dame, me fijé en las lágrimas que derramaban algunos franceses. Recordé entonces otras lágrimas, las de mi padre el 31 de enero de 1994, cuando en el hospital, paralizado por un ictus y sin habla, vimos correr las lágrimas por su cara al oírnos comentar que había ardido el Liceo de Barcelona

      Él no conocía Barcelona y, por tanto, tampoco el Liceo. Siempre quiso ir, era su proyecto, pero Barcelona está lejos de Granada y los viajes no eran entonces tan fáciles como ahora, así que el viaje se fue demorando hasta que envejeció demasiado para hacerlo. 

      No se lo que pasaría por su mente aquel 31 de enero, si lloró por el sueño perdido o, simplemente, por su sensibilidad ante todo lo artístico. Yo sequé sus lágrimas y le dije: No te preocupes, papá. Verás como los barceloneses lo restauran y, entonces, iremos a verlo. Los barceloneses reconstruyeron su Teatro en tiempo récord, pero él murió seis días después de aquel incendio.
 

14/4/19

Domingo de Ramos





      Ahora, cuando acaba la Cuaresma y entramos en la Semana de Pasión, con sus procesiones, trompetas y tambores por las calles, con sus Vírgenes barrocas y sus Cristos ensangrentados, quiero copiar aquí un poema que leí el primer domingo de Cuaresma en la Carta del Domingo, que dirige Elías Alcalde y se reparte en algunas parroquias durante todo el año. No tiene nada que ver con las trompetas y los tambores, pero así son las cosas en esta Iglesia, en la que somos muchos y muy distintos. Pero cabemos todos.    


              TIEMPO DE CUARESMA

              Este es un tiempo para convencidos.
              Tiempo de entrenamiento, ejercicio y lucha;
              de mochila ligera y paso rápido. 

              Tiempo de camino y discernimiento,
              de conversión y compromiso,
              de prueba y encuentros
              en el desierto, en la estepa, en el silencio.

              Es el tiempo de los proyectos de vida,
              de las decisiones y desmarques;
              a veces, de las transfiguraciones. 

              Tiempo de humanidad rota y dividida
              que anhela el paraíso o la tierra prometida. 
              Tiempo de tentaciones, tabores y conversiones,
              traspiés, heridas y cegueras,
              perdones, restauraciones y agua viva. 
              ¡Todo en solo cuarenta días!
              Este es el tiempo de las personas nuevas,
              de las que han soltado el lastre
              de ídolos secretos y falsas vanidades
              y ya solo anhelan misericordia. 

              Florentino Ulibarri 

5/4/19

Alberto Cortez

      
        Otro que se va…




                            Me parece mentira,
                            después de haber querido
                            como he querido yo,
                            me parece mentira
                            encontrarme tan solo
                            como me encuentro hoy…