27/4/09

Copy/Paste


Echo mano del Google y veo que este tema ha sido tratado ya en infinidad de ocasiones, por activa y por pasiva, a favor o en contra, pero como yo soy relativamente nueva en la blogosfera (4 añitos de nada) le voy a meter mano porque me gustaría conocer las opiniones de mis visitantes.

Y también porque, en esta ocasión, me siento afectada personalmente. Veréis. Hace unos días, encuentro publicado en un blog de mi misma ciudad un poema de José Carlos Gallardo, que copié en El macasar desde un libro muy escaso, con motivo de la muerte del poeta, que, además, era amigo. Hasta ahí no tiene mayor importancia, ya que el poema no es mío, sino sólo la publicación. Pero lo malo es que el copista ni siquiera se molestó en leer el post en el que decía que se trataba sólo de un fragmento, y lo ha publicado como un poema completo. Y ahora otro lo copiará de él, y otro, y otro, y un buen poema de un buen poeta circulará por la Red mutilado.

Me enfado, entro en el blog y, anónimamente, le hago saber el problema.
Y mirad como responden él y sus contertulios. Que no pasha ná, que eso es normal, que la Red está para eso. ¿Para destrozar la obra ajena?

Pero es que no acaba ahí la cosa. Vengo siguiendo a este bloguero y no sólo hace esto con los textos, sino también con las fotografías que sube a su blog. ¿Que quiere hablar del Sacromonte y no le apetece subir las siete cuestas? Pues se va a Flickr, toma la foto que más le gusta…
y se la lleva. Sin pedir permiso, sin dejar la menor nota, sin enlazarla en su blog. Así, con un par. Y ni siquiera cuando le entra un arrebato de nostalgia es capaz de coger la cámara e ir a su pueblo. Que la tiene, faltaría más, pero para otros menesteres. Y, ya puesto, se pasa un día por la Patagonia y se trae unas florecitas para adornar un poema de Fadwa Tugan (?) O por la Islakokotero en busca de un dibujo de Pessoa….Y, como remate, orgulloso de su proceder, recomienda a otros hacer lo mismo, pues la Red está plagada de fotos . Plagada, sí señor, como el bichito ese que se come los álamos…

Nota: Queda autorizada la reproducción total de este texto. La parcial no, que luego pasa lo que pasa.


19/4/09

¡¡¡Tatachán!!!


SEÑORAS Y SEÑORES, BLOGUERAS Y BLOGUEROS, COMENTARISTAS Y COMENTARISTOS....

…les presento el mejor, el más grande, el inconmensurable, el….




Con los Cursos Manuel de Falla para profesionales, con el FEX (Extensión del Festival) para quien no quiera -o no pueda- gastarse un euro, con las actuaciones de las más grandes estrellas del mundo mundial...

¡Vengan, señores, no se lo pierdan, vengan a la ciudad más bella y con la mejor música!

Las entradas ya están a la venta. Y no llevo comisión, que conste.

12/4/09

Gerald Brenan



La primavera, al igual que en la mayoría de los países, era la mejor estación. En la costa comenzaba en Febrero o Marzo, y se extendía como una mancha verdosa sobre las laderas de las montañas, llegando a nuestra aldea en Abril.

Así describe Gerald Brenan en AL SUR DE GRANADA, la llegada de la primavera al pueblo de Yegen, en la Alpujarra granadina.

En 1919 había llegado andando desde Granada, en busca de un lugar tranquilo donde encontrarse a sí mismo y cuyo nivel de vida le permitiera sostenerse con los ahorros de su paga de oficial durante la primera Guerra Mundial y una pequeña renta concedida por su tía abuela Tiz. En Yegen lo encontró y allí vivió los años quizá más intensos de su vida.

Estudió Latín y Griego bajo la sombra de los árboles, escribió, amó, tuvo una hija, y recibió las visitas de los escritores y artistas del grupo Bloomsbury. Las estrechas calles de aquel pueblecito anclado en el siglo XVIII vieron pasear por ellas a Leonard y Virginia Woolf, Lytton Stracey, Ralph Partridge y Dora Carrington, el amor imposible de Brenan.

Tras cinco años de ausencia, regresó en 1929, ya acompañado por su esposa la escritora norteamericana Gamel Woolsey, pero la quebrantada salud de esta les empujó a buscar residencia en un lugar más asequible y comunicado, eligiendo para ello Churriana, cerca de la costa, entre Málaga y Torremolinos, a donde se trasladaron en 1934.

Brenan no volvió nunca a vivir en Yegen, pero “Don Geraldo” sigue allí. Aun quedan personas que lo conocieron siendo niños y otras recuerdan que sus padres les hablaban de aquel inglés, alto y fuerte, que vivió en el pueblo siendo uno más del pueblo. En la fachada de su antigua casa hay una placa y ahora el Ayuntamiento quiere comprar la fonda que fue su primer alojamiento para instalar un Museo y Centro de Estudios.

Pero, sobre todo, Gerald Brenan permanece en los caminos que anduvo mil veces, en los paisajes que admiró y los árboles que cobijaron sus lecturas.

3/4/09

Abril


Hace unos días y gracias a Nfer, leí un post muy antiguo de Comentaristas Dispersas. En él, Anónima empieza hablando de burros, se pone nostálgica y termina anunciando que dos días antes ha cumplido cuarenta años como cuarenta soles.

A partir de ahí, 42 comentarios (¿quién los pilla ahora?) se van dispersando por distintos temas, de acuerdo con el copyright de este blog. Hasta que un comentarista, Almada, hace un recorrido por las canciones que mencionan el mes de Abril, sin un motivo demasiado claro ya que se estaba hablando de Marzo. Y entonces es cuando la que se pone nostálgica soy yo, echando de menos en esa lista a esta canción.

Con letra de Antonio Burgos, música de Carlos Cano y su inolvidable voz.