12/4/09

Gerald Brenan



La primavera, al igual que en la mayoría de los países, era la mejor estación. En la costa comenzaba en Febrero o Marzo, y se extendía como una mancha verdosa sobre las laderas de las montañas, llegando a nuestra aldea en Abril.

Así describe Gerald Brenan en AL SUR DE GRANADA, la llegada de la primavera al pueblo de Yegen, en la Alpujarra granadina.

En 1919 había llegado andando desde Granada, en busca de un lugar tranquilo donde encontrarse a sí mismo y cuyo nivel de vida le permitiera sostenerse con los ahorros de su paga de oficial durante la primera Guerra Mundial y una pequeña renta concedida por su tía abuela Tiz. En Yegen lo encontró y allí vivió los años quizá más intensos de su vida.

Estudió Latín y Griego bajo la sombra de los árboles, escribió, amó, tuvo una hija, y recibió las visitas de los escritores y artistas del grupo Bloomsbury. Las estrechas calles de aquel pueblecito anclado en el siglo XVIII vieron pasear por ellas a Leonard y Virginia Woolf, Lytton Stracey, Ralph Partridge y Dora Carrington, el amor imposible de Brenan.

Tras cinco años de ausencia, regresó en 1929, ya acompañado por su esposa la escritora norteamericana Gamel Woolsey, pero la quebrantada salud de esta les empujó a buscar residencia en un lugar más asequible y comunicado, eligiendo para ello Churriana, cerca de la costa, entre Málaga y Torremolinos, a donde se trasladaron en 1934.

Brenan no volvió nunca a vivir en Yegen, pero “Don Geraldo” sigue allí. Aun quedan personas que lo conocieron siendo niños y otras recuerdan que sus padres les hablaban de aquel inglés, alto y fuerte, que vivió en el pueblo siendo uno más del pueblo. En la fachada de su antigua casa hay una placa y ahora el Ayuntamiento quiere comprar la fonda que fue su primer alojamiento para instalar un Museo y Centro de Estudios.

Pero, sobre todo, Gerald Brenan permanece en los caminos que anduvo mil veces, en los paisajes que admiró y los árboles que cobijaron sus lecturas.

6 comentarios:

  1. Oportuno recuerdo a uno de los más grandes hispanistas, sobre todo para los que residimos "Al norte de Granada", ahora que la primavera asoma en el horizonte y, esperemos, en el ánimo.

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  2. Senior citizen12/4/09 23:47

    Leí estos libros hace muchísimos años, pero recordaba esa descripción de la primavera ascendiendo por las laderas de las montañas como una mancha verdosa. Cualquiera que conozca las Alpujarras puede imaginarse el espectáculo.

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  3. Leí a Brenan por primera vez en su Laberinto español, en una edición del Ruedo Ibérico, ya que por esa época estaba prohibido en España.

    Posteriormente le descubri, no ya como hipanista, sino como testigo de las Alpujarras al sr de Granada.

    Buen e interesante post el que hoy nos ofreces Senior citizen.

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  4. Senior citizen14/4/09 13:54

    Gracias, Ernesto. Ha sido un post trabajoso, pues he tenido que volver a leerme las 528 páginas de Memoria Personal y darle un repaso a Al sur de Granada, ya que hay por la Red muchos datos falsos sobre Brenan y no quería contribuir a la confusión.

    Pero tampoco está de más releer de vez en cuando libros que te gustaron en su momento.

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  5. No recuerdo haber leído nada de Brenan, pero dado que los escritos siguen vivos, intentaré hacerme con alguno de ellos.

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    1. Estos dos libros te los recomiendo, pero El laberinto español creo que es bastante "rollo".

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