7/1/15

La Oración Franciscana


     En las felicitaciones de Navidad, tengo desde hace muchos años una especie de fórmula que he repetido infinidad de veces.

Paz y Amor en esta Navidad y siempre.

     Paz y Amor son palabras que se repiten con frecuencia sobre todo en esos días, pero que para mí hacen referencia a la llamada Oración Franciscana, esa oración que muchas veces se ha atribuido a San Francisco de Asís, pero que sabemos  procede de principios del s.XX y que no era una oración propiamente, sino un poema.

     Como la Wikipedia tiene una larga información sobre ello, no insisto, pero sí quiero poner de relieve que, sea oración o poema, se rece o se declame,  se medite o se cante, estos versos compendian todo lo que necesitamos para crear un mundo nuevo en el que habite la justicia, como dice la 2ª carta  dudosamente atribuida al apóstol Pedro.

     ¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz! 
     Que allí donde haya odio, ponga yo amor; 
     donde haya ofensa, ponga perdón; 
     donde haya discordia, ponga unión; 
     donde haya error, ponga verdad; 
     donde haya duda, ponga fe; 
     donde haya desesperación, ponga esperanza; 
     donde haya tinieblas, ponga luz; 
     donde haya tristeza, ponga alegría.

     ¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto 
     ser consolado como consolar; 
     ser comprendido, como comprender; 
     ser amado, como amar. 

     Porque dando es como se recibe; 
     olvidando, como se encuentra; 
     perdonando, como se es perdonado; 
     muriendo, como se resucita a la vida eterna.

14 comentarios:

  1. A principios de este año recibí un correo con una imagen en la que ponía: «Ahora que ha pasado la Navidad ya podemos guardar los buenos sentimientos en la caja fuerte y seguir siendo lo que en realidad somos», que resume la hipocresía -y el cinismo- de tantas frases hechas que se intercambian y repiten durante las festividades navideñas, como si los buenos propósitos y la empatía con el prójimo tuvieran una floración efímera. A lo visto y no visto.
    Por eso es imprescindible que, de vez en cuando, se haga una ruta por la propia conciencia para limpiarla de los hierbajos que, tantas veces, se desarrollan en ella. Como señalaba Camus, en el ser humano "hay más elementos de admiración que de desprecio", y es tarea personal la floración de los primeros.

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    1. No creer en el ser humano, pensar que no hay en él nada bueno, es una forma de justificarnos, una especie de coartada que justifica todo lo que hacemos mal.

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  2. No conocía esta oración, efectivamente está en wikipedia, pero en otros muchos sitios, por supuesto en el directorio franciscano, en unos cuantos periódicos no solamente españoles, en una web médica.
    Pero esta explicación es la que más ha llamado mi atención.

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    1. Conocía esa explicación, que también está en varios sitios, de la probable historia de estos versos y a mí me parece muy de apreciar que sean los propios franciscanos los que desmientan que fuera obra de San Francisco, para no llamar a engaño a nadie.

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  3. La oración es muy simple en verdad, y fácil de interpretar y recordar. Pero como casi todo "canto" religioso, no veo que nos lleve a un mundo donde habite la justicia. Sino mas bien como sermón del poderoso para que el débil acepte con fe y resignación la parte de injusticia que le ha tocado.

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    1. Es cierto que abundan ese tipo de oraciones que tú dices, pero esta no la veo yo así, sino como una especie de decálogo de lo que es el amor al prójimo. La palabra justicia (dikaiosyne) en el Nuevo Testamento tiene dos sentidos: el ético y el jurídico. Y en la supuesta carta de Pedro se está refiriendo al sentido ético del comportamiento de unos con otros. Igual que en esta oración. Se trata, por tanto, de crear un mundo nuevo en el que el hombre no sea un lobo para el hombre, sino todo lo contrario. (Un lobo lobo, claro, no el "hermano lobo" de S. Francisco...)

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  4. Calandra8/1/15 04:39

    Comportarse siguiendo lo que dice ese poema u oración sería acercarnos a la perfección y algo que convertiría este mundo en un lugar mas habitable de lo que es ahora, pero me temo que al final, por mucho que nos guste lo que dice, el ser humano tiene una gran facilidad para olvidar, sobre todo aquello que nos obligaría a pensar menos en nosotros mismos y mas en los otros.

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    1. Siempre se ha dicho que lo mejor es enemigo de lo bueno. No sea que, por saber que no vamos a alcanzarlo totalmente, ni siquiera lo intentemos.

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  5. Quizá el secreto está en pensar que se debe buscar en uno mismo todo lo que se desea en ese canto. Si esperamos que los demás lo hagan por nosotros, es posible que ellos mismos hagan algo similar... No confío en absoluto en esos deseos y esperanzas, siento bastante incomodidad ante las luces y cánticos navideños, y desconfío bastante en que algún día alcancemos lo que nunca hemos tenido. Pero, en fín, como me gusta dormir bien, procuro hacerlo con la conciencia tranquila.
    Le deseo el mejor de los años.

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    1. Alcanzar lo que nunca hemos tenido se llama utopía y las utopías se realizan cuando hay alguien que cree en ellas y lucha por ellas. A lo largo de la Historia ha habido personas que han luchado y hasta han muerto por crear una sociedad mejor, más humana, la sociedad que podría ser si cumpliéramos mínimamente lo que ahí dice.

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  6. Sería estupendo si todos creyésemos en esta oración. El problema es que por mucho que uno dé, si el otro no pone de su parte, todo intento es inútil. A raíz del terrorismo en Francia pensaba: si se educa a la gente en los valores occidentales, si se les despea, si se les cuida, si… Pues no es suficiente. Siempre sale algún loco que echa por tierra todos esos esfuerzos.

    Quizás por eso, esta oración está hoy más vigente y es más necesaria que nunca.

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    1. Tal vez los valores occidentales no sean la panacea y haya que ir más allá, pues esta oración, llevada a un nivel colectivo, es todo lo contrario que un capitalismo puro y duro.

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    2. Si pudiese elegir dónde nacer sería en Europa o en Norteamérica. No son perfectos, pero los considero mejores. Me parece que hay más libertad, que se enseña más el respeto que en otros lugares.

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    3. Tú lo has dicho, no son perfectos, pero, sin embargo, todos los movimientos sociales que han surgido en estos últimos tiempos parecen no contemplar más horizonte que el llamado primer mundo, como si fuera de él no hubiera nada aprovechable y como si ese primer mundo no tuviera nada que reformar.

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