28/9/20

Hedonismo

 

Epicuro. Imagen tomada de Wikipedia

      Según la RAE, hedonismo es: 

      -Teoría que establece el placer como fin y fundamento de la vida.

      -Actitud vital basada en la búsqueda de placer.

      Hace ya bastantes días (demasiados para buscarlo) leí en IDEAL una entrevista en la que se hablaba del problema de que los jóvenes no se están amoldando a las circunstancias y van a su bola con botellones, fiestas, reuniones numerosas y sin medidas de seguridad, etc. No se atienen a las recomendaciones y hasta responden agresivamente si la policía les llama la atención. O sea, que reclaman como un derecho divertirse, ignorando cualquier razonamiento. Y el entrevistado decía: 

      -Hemos educado a nuestros hijos en el hedonismo y esta es la consecuencia.

      Últimamente he estado pensando bastante en esto y he llegado a la conclusión de que no son solo los jóvenes los que tienen esa visión de la vida como placer, sino que es algo que está en el ambiente, en lo que leemos, lo que vemos en el cine, en la televisión, lo que se dice en la Redes… Y así ocurre que personas ya de más años también lo han ido interiorizando de tal forma que, cuando llegan las contrariedades y los problemas, lo soportan mal. Contemplan su vida siempre desde la perspectiva de que tiene que ser un camino de rosas y son incapaces de elevarse sobre las adversidades y aprender a convivir con ellas. Y, sobre todo, son incapaces de mirar alrededor y ver que la vida de los demás tampoco es siempre ese camino de rosas.  

      Lo que choca de pleno con lo que anoche mismo me dijo una amiga de mi edad, que vive en un barrio confinado de Madrid y que es persona muy vulnerable tanto por su edad como por su salud.

      -Me duele que lo que me quede de vida vaya a ser así

     Y supongo que se refería a que no puede ver a sus hijos ni sus nietos, no puede reunirse con ellos y hace seis meses que no los abraza. Pero lo decía con resignación. Con dolor, pero aceptando las circunstancias y reconociendo que son aun peores para otros. Para los que han muerto en soledad, para los que están a punto de hacerlo y han perdido la esperanza que a ella la mantiene viva.


30 comentarios:

  1. No queda otra que soportar todo con estoicismo...

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    1. O sea, de Epicuro a Zenón de Citio. Yo lo veo más simple: Apartar la vista de nuestro ombligo durante un cuarto de hora al día y borrar de nuestro vocabulario el "yo" y el "mi" tres o cuatro minutos más.

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  2. Pareciera que la humanidad viviera el espíritu del muelle: a veces comprimido y otras estirados o expandidos. Nos pasamos de la represión al libertinaje como sin tránsito. Y esto es así, aunque nos cueste entenderlo.
    Un abrazo.

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    1. Me reafirmo en lo anterior. Lo que nos hace falta es una buena dosis de empatía, de pensar en los demás, de ponernos en su piel. De saber que nuestra libertad termina donde empieza la libertad del otro.

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  3. El hedonismo siempre se ha dado y se dará en parte de la población, pero en general, todos buscamos que la vida nos resulte placentera y este virus nos ha venido para partirnos la vida (algunos de forma literal) y los planes futuros. ¿Es o no escusa de rebeldía?
    SAludos.

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    1. A mi juicio, no cabe la rebeldía cuando se pone en riesgo la vida de otras personas. Una puede decidir sobre su propia vida, pero no sobre la vida de otros, y esos jóvenes "rebeldes" no sabrán calcular en el futuro de cuantas muertes son culpables. Quizá, con suerte, alguno podrá culparse de la muerte de su abuelo y eso lo libre de seguir haciendo lo mismo el resto de su vida.

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  4. El buscar los placeres de la vida no es negativo per se; depende del planteamiento que cada cual tenga y de su empatía con el prójimo, de ese "yo estoy bien pero necesito que tú también lo estés" que es la base de la buena convivencia.

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    1. No es negativo buscar los placeres de la vida, pero sí hacer de ellos el único objetivo, la única razón de vivir. Que es lo que se ha visto ahora que les ocurre a muchos jóvenes. Estamos en una situación en la que todos estamos renunciando a muchas cosas, en algunos casos quizá para siempre, pero los jóvenes no pueden aplazar sus diversiones y están cooperando mucho a que el virus se expanda. En Granada tenemos un problema serio de contagios en un hospital causado por una fiesta que reunió a sanitarios, tenemos también otro problema en la Universidad porque más de 100 "erasmus" se fueron en tres autobuses a la Playa de los Muertos, en Almería, y el pasado fin de semana la Policía Local recibió 361 llamadas por fiestas en los pisos y botellones... O sea, se puede ver claramente que, si estamos al borde del confinamiento, no es por los colegios, ni por el trabajo, ni por comprar en las tiendas, ni por tomarnos una cerveza en un bar, sino porque esos jóvenes no consiguen entender que tienen que aplazar ciertas cosas por el bien de todos. Y no digo renunciar, solo aplazar, que por algo tienen mucho tiempo por delante.

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    3. Pero eso no es hedonismo sino pura francachela y una falta de talento descomunal. Esas fiestas de las que hablas no solo se dan en plan cutre en playas y aledaños de garitos sino en chalés de lujo entre gentes que hace tiempo que dejaron de ser jóvenes. Es decir, la irresponsabilidad no tiene edad ni idelogía ni sexo ni un determinado estatus social.
      Pero, además, nos encontramos con la parte contratante de la segunda parte y hasta de la tercera... Me refiero al lloriqueo continuo de algunos dueños de bares, restaurantes y discotecas clamando contra las restricciones de horarios y aforos, de los hoteleros por el turismo que no llega, de la Ayuso anteponiendo la economía a la salud, de las monsergas ideológicas de los partidos (que aprovechan para lanzarse muertos, hospitalizados y contagiados a la cabeza), de los brutales recortes en los servicios públicos gestados hace unos años y cuyas consecuencias estamos padeciendo, de los bulos y trolas que corren y corroen... Si se suma todo ese batiburrillo a lo mejor resulta que quienes más responsabilidad están demostrando en esta situación son los ciudadanos y ciudadanas que, en su mayoría, respetan escrupulosamente las normas establecidas contra la pandemia.

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    4. Sí es hedonismo en cuanto se defiende esa actividad como un derecho, tanto en jóvenes como menos jóvenes, como con razón sugieres. Aunque, por lo que parece, el número de personas y, por tanto, el peligro de extensión del virus, es algo que también hay que tener en cuenta. Por algo limitan las personas reunidas por familia o amistad, pues no es lo mismo que se contagien seis personas que seiscientas. Lo que hay siempre sobrevolando por encima de todas las normas y restricciones, es el colapso de los hospitales y en eso el número es lo que importa y no es lo mismo que se contagie una familia que un Colegio Mayor o una Facultad.

      De "la parte contratante" y los políticos, mejor no hablar, pues si los confináramos a todos siquiera un par de cuarentenas, creo que el clima mejoraría bastante...

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  5. Últimamente me está pasando algo parecido, no todo en mi vida ha sido un camino de rosas, ni mucho menos, pero en la actualidad, la ansiedad, la angustia y el desasosiego, se está apoderando de mi.

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    1. A ver. Yo estoy denunciando que se convierta el placer en objetivo de la vida y se creen problemas con ello para todos, pero eso es una cosa y otra muy distinta que nos angustiemos por la situación y renunciemos a vivir. Tenemos que hacer un esfuerzo por seguir viviendo de la forma más normal posible en estas circunstancias. Vamos a ser prudentes, a respetar las medidas de seguridad, pero no renunciemos a vivir, porque, como decía mi amiga, puede ser que esta vida sea la única que vamos a vivir antes de "doblar la servilleta" (Otro amigo dixit)

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  6. A ver, que todos hemos tenido 20 años y hemos actuado como si fuéramos inmortales y sólo existiera el presente. Seamos realistas.
    También es cierto que en la sociedad actual, el hedonismo tiene más relevancia por la sencilla razón de que ese disfrutar a tope de la vida conlleva que las personas gasten y consuman más. Con lo cual se fomenta el hedonismo por un puro interés mercantil.
    Y creo que la pandemia 'nos ha movido la silla', cambiando la estabilidad vital que muchos consideraban como "lo normal" por incertidumbre: no sólo dudan de si tendrán trabajo en los próximos meses... incluso temen la posibilidad de que "el bicho" les haga doblar la servilleta (amigo dixit). Y eso fomentará aún más ese hedonismo, porque viviremos el presente sin pensar demasiado en el futuro. Por incierto, porque no sabremos hasta cuándo llegará ese futuro.
    Saludos

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    1. Todos hemos tenido 20 años, pero si a los 18 podemos votar, será porque somos capaces de pensar.
      De acuerdo con que la situación puede empujar al hedonismo, pero no le echemos la culpa de todo a la sociedad si contamos con edad para tener nuestro propio criterio. Y lo mismo que los mayores estamos luchando porque el peso de la vida que estamos viviendo y las dudas sobre lo que va a durar no nos desequilibre, los más jóvenes también deberíais ejercer la autocrítica, cosa que es tarea muy saludable a cualquier edad.
      Si alguien tiene papeletas para que el virus se lo lleve por delante somos los viejos, con el agravante de que ya sabemos que las UCIs serán para vosotros y que lo más probable es que nos despidamos de la vida en soledad, pero mira, vamos tirando del asunto, poniendo todo nuestro interés en mantener la cabeza sobre los hombros. Personalmente, la perspectiva de “doblar la servilleta” o “entregar la cuchara” (otro amigo dixit) en estas condiciones no me agrada en absoluto, pero no me conduce al hedonismo. Que no es negativo en sí, como ya hemos dicho, pero que convertirlo en objetivo de nuestra vida nos empuja a rechazar todo lo que nos aparte de ese objetivo, a hacer tragedias de las contrariedades que siempre tiene la vida.






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  7. Los jóvenes son siempre así, independientemente de la época, y corresponde a los mayores hacerles entender que la vida trae a veces sinsabores y responsabilidades. Por otro lado, sí que me parece que estamos inmersos en una cultura que propicia el hedonismo. Es algo que los políticos, en su afán por mantener el poder, nos han inculcado. Y nosotros, como corderitos solo sabemos balar.

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    1. Digo, como anteriormente, que no podemos echarle la culpa a nadie de como somos si estamos en condiciones de pensar. Ni a la sociedad, ni a los políticos... a nadie. Puede que nos influyan, pero sobre todo tiene que prevalecer nuestra decisión, nuestra libertad para decidir. Cuando tanto se reivindica la libertad, esa es la mayor libertad: la de pensar por nosotros mismos.

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    2. Libertad de pensar sí, pero no el libertinaje de hacer lo que nos dé la gana, pensando en nosotros mismos y perjudicando a los demás. Y no es como antes, ahora tenemos muchísima más información a nuestro alcance y, se supone, más experiencia.

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    3. Pues eso digo, que podemos decidir y debemos saber lo que es bueno y lo que es malo, lo que es justo y lo que es injusto.

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  9. Creo que también los mayores tenemos algo de hedonistas, por lo menos en mi caso, que busco pequeñas revanchas ante la situación que vivimos. Muy interesante y cierto. Besos

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    1. Como ya hemos dicho varias veces, el hedonismo no es malo si no se convierte en objetivo de nuestra vida y si nuestras "pequeñas revanchas" no ponen en riesgo a nadie. Que estoy segura que las tuyas no, igual que las mías tampoco son semejantes a las de los jóvenes.

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  10. Qué bien expresas lo que yo también he pensado y sentido estos días cuando veo a los jóvenes quejarse de que les cierren los bares y no puedan estar con sus amigos.
    Que diferente vida vivimos nosotros cuando eramos jóvenes. Yo también, aunque tu digas que tu quizás más.
    Me gustaría que a esta generación tan hedonista - y tan egoísta - les sirviera esta pandemia para aprender que la vida tiene mas de una cara y que ahora hay que aguantarse con esta cara triste a mucha distanciada de los que queremos.
    ¡Cuídate!

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    1. Eso de que vayamos a aprender algo de esta pandemia fue una ilusión que nos hicimos al principio, con los aplausos de las 8, el Resistiré y tanto "buenismo" como se prodigó, pero me temo que saldremos de esto (los que salgan) igual que entramos y lo que todos deseamos en este momento es que la vida vuelva a ser exactamente igual que antes.

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    1. Gracias, José Ra. Otro para ti. Ayer fue 19, no creas que se me olvidó.

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  12. Qué tal amiga? Todo bien por allí. Estoy perdiendo el hedonismo, con tanto aislamiento seguido. Por aquí empezamos en Marzo y seguimos, aunque con todas precauciones de la que soy capaz hago mi escapadas. No se puede vivir aislado del mundo exterior y el interior ya bulle bastante como para estar quieta "Esperando la carroza" (Una buena película argentina que divierte y enseña, la n°1) Cariños, deseo que estés bien.

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    1. No ando mal, muchas gracias. Aguantando esto como puedo y sin saber si voy a ver el final. Pero también aprovechando cada ocasión que tengo de pasar un buen rato... sin dañar a nadie. Cariños también para ti.

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  13. Bien. Me alegra que sigas "en la brecha" Besos

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