Los inmensos cafetales,
los blancos algodonales
y los bosques mutilados
por el hacha criminal
El 22 de julio, Una mirada… publicó en su blog un poema de Benedetti que no conocía, pero cuyo final me trajo a la memoria algo que no tiene mucho que ver, pero sí unos versos parecidos: el Credo de la Misa Campesina Nicaragüense de Carlos Mejía Godoy. Un Credo que pronto incorporamos a nuestras misas de Comunidades Cristianas Populares, sustituyendo al establecido en la liturgia, pues, examinado con lupa por los teólogos afines, contenía todos los “artículos de fe” del Credo que podríamos llamar oficial, pero expresados de otra forma. Según parece, la letra de las distintas partes de esta Misa se fue formando por los propios asistentes a las celebraciones de la Eucaristía en el Archipiélago de Solentiname y allí fue donde se estrenó, presidida por Ernesto Cardenal, en 1974.
Nosotros la acogimos con entusiasmo y pocos arreglos tuvimos que hacerle para adaptarla a nuestra realidad, solo cambiar cafetales por olivares, ya que blancos algodonales sí tenemos en Andalucía. Sin embargo, con la llegada al papado de Wojtyła, empezaron las complicaciones y había sacerdotes que, después de cantarlo, iniciaban el rezo del Credo tradicional y, claro, había que seguirlo y la verdad es que resultaba un tanto singular una misa con dos credos, uno detrás de otro. Igual pasó en Nicaragua y en todos los países americanos donde se cantaba, hasta el extremo de que llegó a prohibirse su interpretación en los templos y terminó siendo una canción de éxito para Elsa Baeza.
Es cierto que aquella apertura de la Iglesia de finales de los sesenta empezó a perder fuelle con la llegada del Papa polaco. Incluso resulta extraño que quisiera tomar por nombre ese Juan Pablo que tan grande la venía. Imagínate cómo le sentaría a este hombre esa Misa Campesina nacida de las humildes creencias de unas gentes avasalladas que luchaban por construir un mundo distinto... Él, Wojtyla, que se prestó a dar la comunión a Pinochet pero no dudó en abroncar a Ernesto Cardenal.
ResponderEliminarEsta misa surgió de la Teología de la Liberación, muy viva en esos países del otro lado del mar, pero nosotros la adoptamos por lo que significaba de ruptura con la rigidez de la liturgia. Para nosotros, la celebración de la Eucaristía era lo que es: una comida entre hermanos. Y en ese escenario, nos resultaba absurdo confesar nuestra fe con palabras escritas en el siglo IV. En realidad, ya hacía tiempo que habíamos roto con esa rigidez y nuestras celebraciones eran mucho más espontáneas, por lo que esta misa nos vino como caída del cielo.
EliminarEsos ritos, tan solemnes como aburridos, necesitaban ser refrescados acordes con los tiempos, hacerlos amenos y próximos a los creyentes y transformarlos en manifestaciones de júbilo.
EliminarPrecisamente por esa época, se publicó el libro Cristianos en fiesta de Juan Mateos, que trataba de ese asunto y las misas que celebrábamos con él eran cualquier cosa menos solemnes. Ahora he visto que está ese libro en pdf descargable por todas partes. Generoso con su trabajo hasta después de muerto...
EliminarCreo en Vos,
ResponderEliminararquitecto, ingeniero,
artesano, carpintero
albañil y armador.
Creo en Vos,
constructor de pensamiento,
de la música y el viento,
de la paz y del amor.
Me encanta este Credo, lo he escuchado en muchas ocasiones, pero solamente he memorizado el estribillo.
Probablemente lo escucharías en la voz de Elsa Baeza en plan espectáculo, pero para mí es otra cosa muy distinta. Por cierto, me parece recordar que también cambiábamos ese Vos por Dios.
EliminarSi señorita, tiene usted toda la razón, no era Vos como yo la cantaba, era Dios, y digo la cantaba ya que me has hecho recordar donde memoricé ese estribillo. Fue en el colegio, piensa que me eduqué en un colegio de curas. Ayer cambié al palabras al escuchar la canción, sin embargo había algo que no me terminada de convencer, pero al leer tu comentario, ya me cuadró todo y me hizo recordar.
ResponderEliminarComo que ese es un pronombre que nosotros hemos perdido. Desgraciadamente, ya que es una forma muy bonita de dirigirse al otro. Sin embargo, los americanos lo conservan y a mí me ha gustado siempre mucho cuando alguien se dirige a mí de esa manera, pero, claro, aquí extraña y por eso lo cambiamos en la misa.
EliminarYo iba a los Maristas, y allí había bastante manga ancha, supongo que porque consideraban que era más importante que fuésemos a misa. Incluso recuerdo alguna misa del gallo en la que alguno de los que actuaban iban con alguna copita de más. A veces nos quedamos demasiado con la forma y se nos olvida que lo importante es el fondo.
ResponderEliminarProbablemente, cuando tú estudiaste este credo ya no se cantaba o se hacía solo como una canción más de las que amenizan la misa.
EliminarQue tiempos tan lejanos. Yo también recuerdo esas misas de las Comunidades Cristianas en el Centro Colegialmente de los Jesuitas en la calle Marques de Falces. Nos poníamos en corro alrededor del cura, que ni iba vestido de cura ni nada, nos dábamos la paz con dos besos en las mejillas, nos cogíamos las manos y cantábamos ese Credo y otras muchas canciones mas que ahora no recuerdo.... Eran misas bien distintas de las que teniamos en el colegio en las iglesias de entonces. Todo eso acabó en 1970, cuando dimitió nuestro Consiliario y se cerró el Centro. ¡Ya hace mas de 50 años!!!! Gracias por tu texto y por traerme estos recuerdos tan jóvenes. (Creo que debería escribir una historia sobre aquella pequeña comunidad)
ResponderEliminarEn los tiempos de los que hablo, las misas de las CCP no eran allí, pues nos juntábamos un montón de gente y allí no hay sitio para eso, pero sí estuve yendo durante un tiempo a unas misas del domingo por la mañana, que presidía el teólogo José María Castillo y que también terminaron como el rosario de la aurora cuando le llegaron las censuras. Estas no eran propiamente de las Comunidades, aunque íbamos miembros de ellas, pero también cualquier otra persona que quisiera celebrar la Eucaristía de un modo más vivido que en las iglesias. Acudían también curas secularizados y hasta aterrizaban allí muchas veces personas que estaban de paso en Granada y que no se cómo se habían enterado de aquella misa.
EliminarPor cierto, que creo recordar que entonces se llamaba Centro Intercolegial (o algo así) pero lo que sí se seguro es que sigue funcionando con diversas actividades y que ahora se llama Centro Universitario Francisco Suárez.
Vaya, parece que no funciona el enlace. A ver si ahora:
Eliminarhttps://www.centrosuarezgranada.es/
Es cierto. Era el Centro Intercolegial. ¡¡Maldito corrector del GOOGLE!!
EliminarPues yo he tenido que hacer memoria para recordar como se llamaba antes ese centro. Y no era el corrector...
EliminarVaya... Dos credos, ya me parece mucho, Beso grandote
ResponderEliminar... Y que los dos dicen lo mismo.
EliminarSi.. lo imagino, no puede haber contradicción. Abrazo
ResponderEliminarPor eso, uno de los dos sobraba.
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