31/1/25

Los Arguiñano y la Tabla Periódica

 


      Si habéis visto recientemente algún programa o vídeo del "cocinero de la tele" o sea, Karlos Arguiñano, habréis comprobado que algunos días lo acompaña uno de sus numerosos hijos, Joseba, que al parecer es panadero, pero se está iniciando en la cocina y su padre introduciéndolo en su programa, supongo que con la intención de que ocupe su puesto cuando decida jubilarse, que edad tiene para ello desde hace tiempo.

      Y ahí están los dos, el hijo cocinando con entusiasmo y el padre, como muy atento y admirado, haciéndole de pinche. 

      Y ahí estoy yo, viéndolos mientras almuerzo y pensando que son el claro ejemplo de la diferencia entre la cocina que se hacía antes y la de ahora. Me explico.

       Mientras Arguiñano padre comienza su receta poniendo ante sí en la mesa de trabajo el alimento a preparar más tres o cuatro cacharritos con los ingredientes que va a añadir, al tocarle el turno a Joseba, los cacharritos se multiplican de tal manera que, cuando los recorre enumerándolos, me acuerdo de aquella odiosa Tabla Periódica de los Elementos, que tanto nos hizo sufrir en 5° de Bachillerato.

      Pero es que también me acuerdo de cuando mi madre me decía que si le echas muchas "cosas" a una carne o un pescado, termina sabiendo a esas "cosas" y no a la carne o al pescado. Dicho más técnicamente, que los ingredientes añadidos enmascaran y ocultan el sabor del ingrediente principal. Y yo añado como colofón, que ese plato termina no sabiendo a nada en concreto, igual que esos zumos "multifrutas" de sabor irreconocible.

 

5 comentarios:

  1. ¿La carne tiene sabor al igual que algunnos pescados?, a las frutas, tampoco le encuentro ninguno, será por eso que ahora hay que enmascarar los platos con muchos potingues y así justificar el precio exorbitado de algunos restaurantes.

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    1. Eso es lo que yo pienso, que ahora se le añaden a los guisos tantos ingredientes porque nada tiene el sabor de antes. Yo, personalmente, cocino igual que lo hacía con mi madre y nunca me queda como entonces.

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    2. Mencionas los restaurantes y también te doy la razón. Por eso, prefiero cien veces el tapeo, pues un plato de pescado bien frito es siempre lo mismo... aunque hayan tenido que congelarlo por el anisakis. En cambio, en el restaurante a veces no sabes ni lo que comes, tienes que adivinar lo que hay debajo de una capa de misteriosa salsa. Todo muy bonito, muy bien colocado, pero te enteras de lo que has comido mirando la carta o al pagar la cuenta.

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  2. A mi me encanta Arguiñano y hago muchas de las recetas que nos enseña en sus programas y también las saco de sus libros. Las recetas de su hijo me parecen demasiado, no se cómo decirlo: ¿modernas o absurdas? La semana pasada hizo grisines, esos palitos largos para acompañar la comida. ¿Tanto trabajo para eso? No se si es por todos los ingredientes que nos enseña o porque yo soy más simple, pero me gusta mas el padre, lo que cocina el padre, digo. Y sobre todo me gusta que ha simplificado mucho los platos tradicionales, ya no tienen tanta grasa, pringue, tocino o lo que sea. Sus guisos son contundentes, pero no son potajotes como los de antes, y eso me gusta.

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    1. Yo también veo con frecuencia y desde hace muchos años a Arguiñano, pero creo que no he hecho nunca un plato suyo. Ni suyo ni de ningún otro cocinero, pues como siempre digo, me conformo con hacer la mitad de las cosas que hacía mi madre... y que me salgan como a ella.
      A mí sí me gusta que los guisos de antes tengan todo lo que se le echaba antes, incluidas esas grasas que ahora se rechazan tanto, pues pienso que en pequeñas cantidades no hacen daño y es la única forma de que las comidas sepan como es debido. Sinceramente, un cocido light no sabe ni de lejos como un cocido madrileño con todo lo que tiene que llevar, aunque luego te comas un centímetro cuadrado de tocino ibérico, otro centímetro de chorizo, etc. etc. Yo lo tomo así de vez en cuando y, mira, mi colesterol está siempre bien en los análisis a estas alturas de la vida.

      En cuanto al hijo de Arguiñano, yo creo que saca las recetas de Internet, pues su estilo es el de muchos vídeos que circulan y que reproducen recetas de algunos cocineros de esos que lo complican todo mucho para al final hacer lo que siempre se ha hecho de forma mucho más sencilla. Vi un día un vídeo de un cocinero famoso haciendo una tortilla francesa tan complicada que se tiró un montón de tiempo con la tortilla para que al final quedara exactamente igual que si la hubiera hecho normalmente en cinco minutos.

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