Captura de YouTube
En Granada hoy es el Día del Corpus, la fiesta central de nuestra feria, que empezó el sábado con los fuegos artificiales inaugurando el ferial de casetas, columpios, trajes de gitana y sevillanas rocieras a todo volumen.
Según contamos siempre a quien quiere oírnos, fue Isabel la Católica la que instituyó esta fiesta y le dijo a los granadinos de entonces que se divirtieran como locos, cosa que muchos cumplen con verdadera devoción histórica. Hace unos años, se eliminó la festividad en todo el país y la Iglesia también trasladó la festividad litúrgica al domingo, pero a Granada, Sevilla y Toledo se les respetó la tradición y seguimos celebrando la fiesta como siempre, así que hoy ha procesionado la Custodia que, según parece, se inició con un espejo de la propia reina y se ha ido modificando a lo largo de los siglos hasta ser lo que vemos ahora.
La procesión la ha transmitido una cadena local por su canal de YouTube, por lo que se ha podido ver en todo el mundo y hay comentarios muy curiosos de granadinos que la han seguido desde Nueva Zelanda, Japón, un ignorado punto de Oceanía y hasta desde África (que está ahí al lado, pero con un Internet más dificultoso) Sin embargo, yo solo he visto en el móvil la salida de la Catedral, a pesar de lo cual no he podido evitar acordarme de la última vez que vi la procesión completa y con quien la vi.
Hace muchos años, mi amiga M.A. y yo salíamos este día, pero solo a ver pasar la Custodia desde un punto en sombra y por encima de las cabezas de los que estaban delante. Luego, buscábamos una terraza para tomarnos unas cervezas y, si estaba todo lleno, lo más fácil es que termináramos en el barrio. Pero aquel año fue distinto. Yo sabía que unos días después mi amiga iba a ingresar en una residencia porque su enfermedad ya no le permitía seguir viviendo sola. Ella no lo sabía aún, pero yo sí. Sabía que iba a ser el último año que ella vería la procesión en la calle y quise que la viera completa. Salimos más temprano, busqué un sitio donde pudiéramos estar a la sombra y en primera fila, y nos colocamos dispuestas a una larga espera. Pero mi amiga empezó a cansarse, no entendía por qué teníamos que estar allí tanto rato y no hacer como otros años, yo intenté que aguantara, más que nada porque ya nos había ido rodeando la gente y resultaba difícil salir de allí, pero ella seguía protestando y, en cuanto pasó la Custodia, nos fuimos en busca de las cervezas.
Hoy, cuando yo tampoco veo ya la procesión del Corpus en la calle, he recordado aquello, he recordado a aquella amiga y a todos los que, unos años en un sitio y otros en otro, estuvieron conmigo en esta fiesta y ya no están en ninguna parte.
¿Recordáis? En Granada todo ocurre en el Corpus. Escribió Luis Rosales.
Todo.
Hace tiempo que la fiestas está, para mi, solo en Plaza Bibarrabla, veo las Carocas, nos tomamos una cervecita, vemos el ambiente y para casa, no está ya uno para follones.
ResponderEliminarPues yo ni eso... Las carocas las he visto en el periódico.
EliminarEste año, como los últimos años, yo he no he tenido ninguna fiesta de Corpus. Pero, como tú, recuerdo otros años y otras fiestas de Corpus y recuerdo muy bien todo lo que las disfruté. Es un gran recuerdo, especialmente en estos días.
ResponderEliminarYo he sido poco fiestera, ni siquiera cuando joven me gustaba la feria, el barullo de gente, las verbenas que duran toda la noche, etc. Cuando llevaron el ferial a donde ahora está, tardé varios años en ir a conocerlo y cuando fui, al salir de allí volví la cara, miré la portada y me dije: "Ya lo he visto. No tengo por qué volver"... Y no he vuelto.
EliminarEn Zug sigue siendo fiesta, aunque ese día iba camino de Múnich, donde hacía un calor espantoso. Conforme cumplimos años, más y más recuerdos van quedando atrás, como las páginas de ese libro que estamos terminando de leer. La única diferencia es que en la vida no sabemos cuántos capítulos nos quedan. Y eso, como le sucedió a tu amiga, es bueno y malo a la vez.
ResponderEliminarSoy Tawaki
EliminarSegún eso, los capítulos que yo ya he dejado atrás son "El Libro gordo de Petete"...
EliminarEn cuanto a mi amiga, le esperaba en la residencia un primer tiempo muy duro de echar de menos su casa, su vida y no entender por qué tenía que estar donde la habían llevado. Luego, el olvido lo borró todo y ya no sufrió ella ni yo tampoco cuando la visitaba.
Ya te había reconocido en ese Anónimo. Para que esto no te ocurra, prueba a instalar en el móvil otro navegador y abre el blog en él.
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