Un mal día escribí un poema que empezaba diciendo:
Octubre es una fuente
brotando de un semáforo.
Cualquier persona en su sano juicio pensaría que se trata de una metáfora o un claro ejemplo de poesía de la experiencia. ¿Verdad? Pues no, amigos, es real como la vida misma. En pleno centro de Granada, en Puerta Real, de la base de un semáforo salía agua en cantidad, mientras la gente se apartaba pues aquello tenía pinta de echar chispas de un momento a otro. Y, como una es poeta por naturaleza, volví a mi casa con la musa puesta y el poema en camino.
Nota. Como cualquiera puede apreciar, la foto no es de un semáforo, pero sí es de Puerta Real. Concretamente del granado que ocupa su centro, también conocido en el idioma local como el granaíllo de Puertarral.
brotando de un semáforo.
Cualquier persona en su sano juicio pensaría que se trata de una metáfora o un claro ejemplo de poesía de la experiencia. ¿Verdad? Pues no, amigos, es real como la vida misma. En pleno centro de Granada, en Puerta Real, de la base de un semáforo salía agua en cantidad, mientras la gente se apartaba pues aquello tenía pinta de echar chispas de un momento a otro. Y, como una es poeta por naturaleza, volví a mi casa con la musa puesta y el poema en camino.
Nota. Como cualquiera puede apreciar, la foto no es de un semáforo, pero sí es de Puerta Real. Concretamente del granado que ocupa su centro, también conocido en el idioma local como el granaíllo de Puertarral.
Es evidente que tanto en poesía. como en la literatura en general, el poeta habla de aquello que le hiere en cada momento; un semáforo surtidor no deja de ser un acontecimiento extraordinario, salvo cuando de él mana luz, alternativamente roja, verde o amarilla.
ResponderEliminarLo malo es que la coincidencia del agua con la luz roja, verde y amarilla es tan peligroso como yo haciendo poesía....
ResponderEliminarGracias por la visita.
Poesía es la que transmite sensaciones, emociones... y el que la lee, las percibe.
ResponderEliminarAsí que aplícate el cuento.
Pues con esta la emoción estaba servida... La emoción de ver llegar los bomberos, se entiende.
ResponderEliminarTendrías que habernos mostrado la poesía completa pues el tema no carecía de interés. Se nota que los poetas van captando sensaciones e ideas por todo lugar por donde pasan pues ellos ven y sienten cosas que a los demás nos pasan desapercibidas.
ResponderEliminarMe llama la atención ese arbolín en medio de la calle, tan pequeño, tan bello y tan expuesto a que algún coche decida aparcar en sus ramas.
Un abrazo.
¿La poesía? Mejor que no, pues sólo el paisano García Montero puede hablar de semáforos en sus poemas y que le quede bien. Y en cuanto al granado, fue el único acierto de un alcalde muy simpático pero bastante inútil. Lo que no sé es como vive ahí el pobre con tanto humo de coches como respira, aunque quizá el mayor peligro que corre es que se lo lleve por delante el próximo reventón del Darro que pasa por debajo.
ResponderEliminarNos deja usted con la miel en los labios al hurtarnos el poema completo. Eso no se hace.
ResponderEliminarSaludos.
Te aseguro que es mejor así...
ResponderEliminarO_o En la ciudad de México, en la avenida de reforma, existe un edificio muy similar a ese. Espero poder tomarle foto algún día para mostrártelo.
ResponderEliminarMe gustaría poder verlo, Héctor. Este es el Hotel Victoria, edificado a principios del XX, pero con una reforma interior de hace pocos años en la que lo han modernizado conservado los principales elementos decorativos que tenía.
ResponderEliminarA ver si esa agua que salía del semáforo era porque iba a reventar el "embovedao"...
ResponderEliminar¡ No sería la primera vez !
Octubre es un mes equivocado en el calendario. Por el clima, por casi todo, quizás debiera incluirse dentro de la primavera.
Saludos.
Supongo que era alguna tubería que pasara cerca, pues el "embovedao" estaba en su sitio, no como en el 51, como enlazo más arriba. Y conste que lo ví al rato de producirse, con todo el barro aun por el suelo y los adoquines de Puerta Real repartidos por la calle Recogidas. Cuando nos enteramos de lo que había pasado mi padre dijo: ¿Lo vemos?... Y allí que nos fuimos los dos y volvimos de barro hasta el tobillo con gran contento de mi madre.
ResponderEliminarYo lo tengo muy claro el electricista que tenía que enchufar el semáforo a la red de tendido eléctrico vio un tubo, lo enchufó y luego al ver el desaguisado se largó con viento fresco.
ResponderEliminarSería pariente del antenista que en mi casa hizo contacto entre un cable y la antena de televisión, quemando DVDs y enchufes de los vecinos.
ResponderEliminarUna anécdota con relación al artículo. Hace unos 20 años una contrata de telefónica fue a sanear un cable de 500 pares (500 posibles abonados que afectaban a un pueblo), cortaron el cable con idea de cambiar un trozo que tenía humedad. Al cortarlo se dieron cuenta que el cable era muy antiguo (los hilos estaban recubiertos de papel) y de eso ellos no entendían ya que llevaban unos códigos de colores que no eran capaces de diferenciar (en la actualidad los conductores están recubiertos de plástico y son más fáciles de distinguir)
ResponderEliminarDejaron cortado el cable y se marcharon por donde habían llegado. Dejando incomunicado todo un pueblo.
Aquél día estaba yo como encargado de la supervisión de todo Aragón y me tocó localizar a la contrata, a empalmadores y celadores de telefónica para que de alguna manera restablecieran esa comunicación.
¡¡Menudo día de llamadas!! Creo recordar que avisé a la Guardia Civil por si había ocurrido algún incendio, o algún camión se había llevado los postes por delante.
Aunque había programado un trabajo para ese día.
Seguro que si haces memoria tienes un montón de anécdotas de ese tipo, de personas que se dejan trabajos mal hechos o a medio hacer, sin pensar en las consecuencias.
ResponderEliminarbonito manantial, bonito granado, más bonito aún arranque de poesía, Senior Citizen, no debería mostrarnos únicamente la puntita de la misma
ResponderEliminarSaludos blogueros
Como digo más arriba, de esa poesía mejor no recordar más que este comienzo.
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