24/2/13

No dejes para mañana... (o la música por los suelos)



Cerca de mi casa hay una acera que debieron pavimentar mal y muchas losetas con el paso del tiempo quedaron sueltas, de forma que al pisarlas hacían clin-clón con una música que llegaba a resultar melodiosa según las losetas que pisara. Cada vez que pasaba me decía que debería llevarme la cámara y grabar un vídeo de esa acera y su música, pero tenía que ser un día en que hubiera poca gente para que solo yo la pisara, un domingo quizá, y se iban pasando los domingos unas veces por olvido y otras por no venirme bien ir por esa calle.

Hoy, domingo, he pasado por allí distraída y, de pronto, algo me ha hecho salir de mis pensamientos: ¡No había música! Han arreglado las losetas, las han pegado bien y se acabó el sonido. O sea, que lo de que no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy es una verdad como un templo.  

35 comentarios:

  1. La próxima no se te escapa.

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    1. Seguro que sí, pues soy de las de ir dejando ciertas cosas para otro momento.

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    2. Me puedo en cargar de recordarlo.

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  2. Yo creo que te ha sabido malo, ya que no te han podido cantar eso de "Pisa morena, pisa con garbo..."

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    1. Eso no me lo hubieran podido cantar nunca porque yo de morena... nada.

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  3. Ya ves como cada uno ve las cosas, a ti esas losetas sueltas te sonaban a música, por aquí normalmente te incitan a soltar una retahíla de palabrotas pues cuando llueve el agua se queda escondida debajo y al pisarlas te la suelta dejándote empapada.

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    1. Aquí ocurre también eso y mi padre les llamaba "losetas sorpresa", pero con estas no me pasó nunca. Se ve que eran solo losetas musicales.

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    2. O que te tienen en mucha estima y te reciben con música.

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    3. Pues se acabó la música.

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    4. Espero que no se acabe también la estima.

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    5. Como decimos aquí: Y con eso y un bizcocho... hasta mañana a las ocho.

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  4. En esa sencilla apreciación tuya hay todo un homenaje a lo cotidiano, a los elementos que, en ocasiones, se alian con la imaginación para proporcionar momentos gratos. Casi -no, no, sin "casi"- me da pena que la reparación nos haya sustraído de ese vídeo sonorizado con el vaivén armónico de los baldosines bajo el empuje de tus pies.

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    1. Seguro que en cualquier momento encuentro más losetas sueltas en otro sitio, dado el tipo de contratas que suele hacer el Ayuntamiento en sus obras.

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    2. Será que los apañadores son músicos frustrados...

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    3. O que si las pegan bien se les acaba el trabajo...

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  5. Pues qué suerte has tenido. Casi en la puerta de mi casa faltan algunas baldosas en la acera, que primero se movían, luego se partieron y más tarde desaparecieron, y así estamos, esperando a que vengan a repararlas.

    Un abrazo

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    1. Será porque estas estaban en la puerta de un Centro de Salud.

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  6. Vamos a ver. Llevamos ya dos días con el post y nadie ha reparado en la profundidad de mi reflexión, en que debajo de las losetas y su música (además de agua) hay un mensaje subliminal sobre la frustración que subyace en nuestras decisiones demoradas.

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    1. Es cierto, está claro que tu mensaje era una especie de lamento por lo que no se hace cuando hay oportunidad y que luego el tiempo se encarga de que ya no se pueda hacer, pero el caso es que una loseta suelta a casi todos nos trae recuerdos que no siempre son agradables y al menos yo, sin pensar en nada más, lo saqué a relucir de una forma explosiva.

      Perdone usted por mi falta de sensibilidad ante su profunda reflexión sobre la ocasión perdida.

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    2. Lo que ocurre, mi señora Leodegundia, es que las reinas medievales se morían en menos que canta un gallo y no les daba tiempo de lamentar ocasiones perdidas. Por eso usted ve una loseta suelta y solo se acuerda de su alcalde, sin entrar en más profundidades. De todas formas, está usted disculpada, no faltaría más.

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    3. Quizás porque las tenían perdidas casi todas, la vida en la Edad Media se puede decir que duraba un suspiro.

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    4. Es posible que así la aprovecharan más.

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  7. Probablemente ha sido por negación. Todos hemos tenido que arrepentirnos alguna vez de no haber actuado en el momento adecuado y por desgracia hemos perdido mucho mas que un bonito video.

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    1. En la vida, lo malo no es equivocarse, tomar una decisión errónea, sino aplazar las cosas hasta que pasa el momento, dejar marchar los trenes sin subirse a ellos hasta que ya no pasan trenes y hasta derriban la estación.

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  8. Será por esa mala costumbre que tenemos de creer que todo estará siempre como lo está ahora. Será costumbre o necesidad de sentirnos seguros inmersos en una rutina más o menos confortable.

    Salud

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    1. Pero alguien habló de la fragilidad del momento presente...

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    2. Y ante ello, convertimos nuestros miedo a esa inestabilidad en deseo de todo lo contrario, un deseo inconsciente que se convierte en creencia.

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    3. Es posible, pero también la apreciación que tenemos del ritmo al que discurre el tiempo es distinto según la edad. Cuanto mayores somos, parece que más rápido avanza el tiempo.

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    4. De eso no me cabe ninguna duda y por ello, supongo, somos más capaces de apreciar los pequeños detalles de todo lo que nos rodea: sean unas baldosas mal puestas o sea el frescor de una brisa.

      Salud

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    5. O sean los amigos que vienen a visitarnos en un día de nieve y fiesta.

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  9. Y por haberte dejado estar, te has perdido innumerables comentarios hablando de la afinación de las losetas sueltas, la cadencia de los pasos de los caminantes y el maravilloso ritmo de batucada que dejaron unos tacones sobre esa vereda.

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  10. No te preocupes, seguro que tienes otra oportunidad dentro de poco. Me sorprendería que las hayan pegado bien.

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    1. Pues también es verdad. Como dice una amiga, parece que las pegan con chicle.

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