18/6/13

He vivido demasiado


Mi padre, por circunstancias en las que ahora no voy a entrar, decía con frecuencia: He vivido demasiado. Y eso que murió con solo 85 años. Y digo solo, porque en este momento hay muchas personas que aguantan mucho más. Y digo aguantan, porque en muchos casos su vida es solo eso: aguantar sin morirse, seguir respirando, que su corazón siga latiendo más o menos acompasado. Pero cabría preguntarse: ¿Eso es vivir? 

Tengo personas en mi entorno cercanas a los 100 años cuya vida se limita a comer, descomer y dormir. Las miro sentadas en su sillón mientras duermen o miran fijamente las imágenes en movimiento de la televisión y me pregunto si en su mente quedan deseos que no estén relacionados con sus necesidades básicas, si hay recuerdos, afectos, miedos, esperanzas. Veo a su alrededor a los familiares más cercanos que cuentan los días con una mezcla de deseo y culpabilidad, que dicen preparando su cumpleaños: si aguanta hasta entonces. Y no sabemos si lo dicen con miedo o esperanza.

La Medicina actual y la sanidad de los países del primer mundo consiguen que vivamos más, pero ¿vale la pena?

40 comentarios:

  1. Creo que la cita es de "Salud para todos en el año 2000": Añadir años a la vida y añadir vida a los años.

    Lo uno sin lo otro tiene muy poco sentido.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo primero quizá sea posible, lo segundo lo veo más difícil a esas edades.

      Eliminar
  2. Como a cualquier edad, supongo que el merecer la pena o no dependerá mucho de la calidad de vida y de las convicciones de cada uno. Ahora bien, habrá que saber que entiende también cada uno por un mínimo de calidad de vida y cuáles son sus convicciones al respecto... En resumen: no tengo ni idea.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El merecer o no la pena lo tenemos que ver desde afuera, pues las personas que llegan a esa situación ya no se lo plantean, pero a lo que me refiero es a que si vale la pena que la Medicina avance en prolongar la vida al precio que sea. Todos los días estamos viendo en la tele a la persona más vieja del mundo, de nuestro país o nuestra provincia, como si fuera un logro para la sociedad que lleguemos a esa edad estemos como estemos.

      Eliminar
  3. ...pero también hay personas de avanzada edad que, incluso con las goteras propias del paso del tiempo, gozan de voluntad y de un cerebro en buena disposición. Quero decir que el deteriorio no es tan evidente en todos los casos; depende de muchos factores. La mayoría de mis "fuentes de recuperación del pasado" -así las llamo- de la bitácora tienen más de setenta años y ya me gustaría llegar a esa misma edad con el desparpajo y la mente despejada de esas personas que disfrutan plenamente de su presente. Aunque -y en eso llevas razón- ninguna de ellas querría pasar los últimos años de vida siendo vegetales a cargo de sus familias; temen más la incapacidad que la propia muerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una cosa son los 70 (en los que yo estoy), otra los 80 y otra los 90, con los cuales es muy raro mantenerse en condiciones aceptables física y mentalmente. Por supuesto que hay excepciones -Ayala y Sampedro sin ir más lejos- pero no estamos hablando de esas excepciones, sino de aquellas personas para las que la vida ya no es vida.

      Eliminar
    2. Ciertamente, ni la agilidad ni la rapidez mental son comparables conforme la edad va avanzando. No obstante, lo peor que le puede suceder a un ser humano -sea cual sea su edad- es mantenerse exclusivamente como un ser vivo y ser objeto de ensañamiento terapéutico. Afortunadamente, aflora, incluso en los hospitales, una humanidad que, discretamente, palía esa insustancial prolongación dando los cuidados necesarios para proporcionar bienestar sin que ello presuponga la tortura de quien, si tuviera un atisbo de lucidez, sólo desearía conciliar el sueñoo infinito

      Eliminar
    3. Yo viví una experiencia muy dura hace 19 años con un médico que se negaba a administrar sedantes a una enferma de 85 años y un cáncer terminal, alegando que le acortarían la vida y que sus creencias religiosas le impedían practicar la eutanasia. Afortunadamente, los médicos ahora ya tienen otra formación y saben que eso no es así, como lo sabía yo entonces, con 6 años de Teología a mis espaldas.

      Eliminar
    4. Es que no es una cuestión de creencias, sino de humanidad. Y muy poca demuestra quien pretende rememorar la pasión de Jesucristo en un pobre ser humano doliente.

      Eliminar
    5. Uno de mis profesores de Moral hablaba de este tema hace más de 30 años, contando su experiencia de haber visto morir a su padre gritando de dolor porque sus hermanos médicos se negaban a administrarle calmantes y habían sido dos contra uno a la hora de decidir. Curiosamente, dos seglares contra un sacerdote. Es decir, que hay quien es más papista que el Papa.

      Eliminar
    6. Toda la razón
      Cada día que pasa, se irá a peor.
      Y mientras uno se valga.....
      Pero tiene que ser horroroso el estar incapacitado y dependiendo de los demás.

      manolo
      http://marinosinbarco.blogspot.com.es/
      .

      Eliminar
    7. Confiemos en que, si llega ese momento, no nos enteremos de que lo estamos viviendo.

      Bienvenido a este blog, manolo.

      Eliminar
    8. ¿Médicos...? Sádicos me parecen.

      Eliminar
    9. Como he dicho, yo también conocí -y padecí- uno igual años más tarde. Por eso ya sabía que contestarle.

      Eliminar
  4. Es un tema que me produce demasiado respeto, estoy yendo todos los días a la residencia en donde se encuentra mi madre con casi 98 años, de cabeza sigue bastante bien pero reconozco que no es vida. Mi padre falleció a los 92 años consciente plenamente y hasta dos años antes se daba todos los días un garbeo por Zaragoza de punta a punta, cosa que yo no hago y nos contaba lo que había visto. Mi suegro falleció a los 90 en mi casa, después de estar encamado más de tres meses y perdiendo totalmente la conciencia, ya no sabía donde se encontraba.
    Esta tarde hablando con un familiar de un residente que tiene Alzheimer, me comentaba que no querría llegar a la edad de su padre si tenía que vivir en esa condición, a lo que yo le respondía que esa era mi opinión, no querría que por vivir media docena de años más tuvieran mis hijos que preocuparse por mi.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo entiendo que sí es vida cuando una persona es capaz de pensar y de pensarse a sí misma, aunque tenga limitaciones físicas, limitaciones que también pueden tenerlas personas jóvenes por accidentes o enfermedades. Los casos a los que me refiero son aquellos en los que esa consciencia se podría poner en duda.

      Eliminar
  5. Es bueno vivir mas pero no a cualquier precio. No es la cantidad de años vividos, sino la calidad lo que marca si merece la pena o no. Rara es la persona que llegada a una edad avanzada puede disfrutar de lo que pueda ofrecer la vida y a eso no le llamo yo vivir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me gustaría dejar claro que no estoy hablando de eutanasia, de cargarse al abuelito porque tose mucho, sino de plantearse si los presupuestos que se contemplan en los cuidados paliativos de las enfermedades terminales tendrían que pensarse también en el caso de los ancianos, pues la vejez es una enfermedad terminal en sí misma.¿Tiene sentido meter en la UVI a una persona de 90 años con Alzheimer?

      Eliminar
    2. Por supuesto que yo tampoco apunto a la eutanasia, pero alargar la vida a las personas atándolas a una máquina me parece que eso no es vida.

      Eliminar
    3. Como he dicho más arriba, afortunadamente ahora los médicos ya tienen ese tema más claro que antes y también hay recursos legales para oponerse al ensañamiento terapéutico, pero el problema está en que tiene que haber alguien que asuma la responsabilidad de esa decisión.

      Eliminar
  6. ...en lo que creo firmemente es en el derecho individual a dimitir de la vida cuando las perspectivas vitales sean incompatibles con la dignidad hunana. Hace tiempo registré un testamento vital donde dejo claros cuáles son mis principios al respecto ante una situación insostenible.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tengo eso pendiente por haber cambiado la ley últimamente y derogar la que teníamos en Andalucía, pero de todas formas, eso es efectivo según que casos, pues las clínicas privadas no tienen acceso al sistema informático de la Seguridad Social que es donde se archiva el testamento vital.

      Eliminar
    2. No importa el estatus del centro hospitalario; es suficiente con que tú misma o alguien en tu nombre -si no estás en condiciones de hacerlo tú- presente el documento de tus voluntades anticipadas firmado por dos testigos identificables. Hace cuatro años hice de contato entre los médicos de un hospital y una persona que expresó oralmente sus deseos: Quería dejar el tratamiento, ir a su casa a morir y ser sedada cuando ella no pudiera más. Así se hizo. Tres días antes de morir, pidió un notario, dictó su testamento, se despidió de todos sus familiares y la sedaron. Murió tranquila, rodeada de quienes la amaban. No es agradable ver a alguien a quien amas inerte, esperando la muerte. Pero peor hubiera sido verla consciente y sufriendo.

      Eliminar
    3. Gracias por la información, que tendré en cuenta, pero como le he dicho a Leodegundia, tiene que haber alguien que asuma el papel que tú desempeñaste y no todo el mundo está dispuesto a eso.

      Eliminar
  7. En lo que tengo ahora mismo publicado en mi blog, digo una frase: "Hasta cuando me van a tener aquí"

    Se vive mas años, no estamos en un rincón de la cocina, donde se ponían a los viejos, a escoger las lentejas o arroz, para quitarle las piedrecitas.
    Tenemos un mejor nivel de vida. Pero nos falta esa Vida que hace deseable el Vivirla.

    Saludos, manolo
    http://marinosinbarco.blogspot.com.es/

    ,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues tratemos de crearnos esa vida nosotros.... mientras podamos.

      Eliminar
  8. Senior Citizen lo sabe, y quizás los demás no, que mi pareja es auxiliar de enfermería en un geriátrico. Se metió a ello porque quería cuidar a ancianos, explícitamente, y ayudarles a pasar esa edad de la manera más suave posible.

    AHora sigue formándose, y de hecho ya está en prácticas, para trabajar en hospitales con personas de menos edad. Está descorazonado; dice que los ancianos siempre van a peor y no hay margen de mejora para la recuperación. Está descorazonado de ver cómo un matrimonio en el que el hombre no recuerda ni su propio nombre y la mujer no puede salir de la cama pasan las mañanas cogidos de la mano en silencio. Está completamente exhausto de ver sólo vidas cuesta abajo, y quiere probar de trabajar en un lugar donde almenos algunos pacientes lleguen a mejorar o recuperarse.

    Y, aunque es joven y sano, ya ha decidido que él no quiere llegar a esa edad si tiene que ser así.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como he dicho más arriba, la vejez es una enfermedad terminal en sí misma, por lo que pocas mejorías se pueden esperar. En tiempos pasados, cuando moríamos más pronto, no se llegaba a ese estado de deterioro al que se llega ahora y las demencias no llegaban a desarrollarse del todo. Por eso me planteo en este post si ha sido positivo que la Medicina haya conseguido que vivamos más, dado que no consigue que vivamos mejor esos últimos años.

      Eliminar
  9. -Yo también, he bi bi do demasiado, hiPP,
    juas

    ResponderEliminar
  10. Los avances médicos nos permiten vivir más años, en algunos casos mejor, pero habría que medir esos años en calidad de vida, que es lo que realmente merece la pena.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Habría que ver también que entienden algunos por calidad de vida. Una amiga dirigió durante un tiempo un centro de mayores en un barrio y se encontró al llegar con que las únicas actividades que se les ofrecían era jugar a las cartas o al dominó, por lo que intentó introducir conferencias, talleres, etc, pero cual sería su sorpresa al ver que a las conferencias no acudía nadie y a los talleres muy pocas personas, mientras todos seguían con sus cartas y su dominó. Quiero decir con esto que si una llega a vieja con solo capacidad para jugar al dominó tampoco es como para tirar cohetes.

      Eliminar
    2. Supongo que una vez cumplidos los ochenta nos merecemos hacer lo que nos apetezca.

      Eliminar
    3. Por supuesto. Y antes de los ochenta también. Pero que lo que hagamos sea por elección, no porque no conozcamos otras opciones.

      Eliminar
  11. Un poco tarde para comentar aquí, pero quería contribuir con esto

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como he ido diciendo en los comentarios, yo no planteo en absoluto los temas de ese artículo, con el que estoy de acuerdo en unas cosas y en otras no, sino que solo me hago preguntas para las que no tengo respuestas. Las respuestas nos las da muchas veces la propia vida cuando vivimos determinadas experiencias, pues una cosa es la teoría y otra la práctica, una cosa es ver esas situaciones desde afuera y otra, muy distinta, vivirlas, aunque bien es verdad que tenemos que partir siempre de unos criterios que marcan la dirección a la hora de tomar decisiones importantes en ese sentido.

      Eliminar
    2. A parte de la pésima calidad de redacción, con un texto plagado de errores tipográficos y de puntuación nada apropiado en un entorno académico, creo que el documento que enlazas está empapado de ideología, cubierta bajo una piel de filosofía o ley o vete a saber el qué. Habla de la perversión del lenguaje pero usa un lenguaje completamente emocional y tendencioso. Quizás puedo estar de acuerdo en algunos aspectos, pero me parece que está argumentado de un modo muy pobre.

      Eliminar
    3. Gracias a tu comentario me he dado cuenta de que mi respuesta a Sofocador había ido a parar a spam y la he sacado, y por ella verás que no comparto muchas de las cosas que dice en el artículo, pero reconozco que cada cual tiene derecho a enfocar las cosas desde su ideología o su creencia religiosa, sin que eso signifique ni de lejos imponérselo a los demás o legislar según ellas.

      Eliminar
  12. Estos días he asistido, con infinita rabia, a la lucha de una amiga contra el sistema para obtener parches de morfina para su padre -ochenta y siete años y enfermo de cáncer- ingresado de una residencia de ancianos -de pago-. La lucha finalizó ayer a las ocho de la mañana con la muerte del buen señor debido al progreso imparable de su enfermedad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lamentablemente, esas cosas dependen del médico que te toque en suerte, sin que haya muchas veces unos criterios generales, a no ser que el enfermo dependa de una unidad de cuidados paliativos, en donde tienen una visión más clara de lo que hay que hacer.

      Eliminar