7/5/18

Rendir cuentas


Sala de exposiciones del Cuarto Real de Santo Domingo

      Hay personas que se quejan de que tienen que rendir cuentas a su entorno familiar –marido, mujer, padres, hijos-,  que tienen que contar lo que hacen, a donde van, a que dedican su tiempo libre. Piensan que eso va en menoscabo de su libertad y muchas veces se resisten a hacerlo.

      Sin embargo, yo les puedo decir que lo contrario es peor, que es peor pasar todo el día haciendo cosas, yendo a sitios, viendo algo que te gusta o te desagrada… y no poder comentarlo con nadie. Supongo que tiene algo que ver con lo que alguien llamó “la emoción de compartir”, pero también puede ser simplemente aquello que decía Luis Miguel Dominguín de que lo mejor de hacer el amor con Ava Gardner era contárselo a los amigos. O algo así.

18 comentarios:

  1. También puedes pensar, que en ocasiones, "Más vale solo que mal acompañado".

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    1. También verdad… Pero yo me refería, más que a la compañía en esos sitios, al hecho de no poder contárselo a nadie luego. “He estado en tal sitio”, “he hecho tal cosa”… Y quizá esa sea la razón por la que mantenemos los blogs contra viento y marea.

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  2. Pues aquí tiene que rendir cuentas, ¡faltaría..!
    No conocía la frase de Luis Miguel Dominguín, ¡La leche, que le dieron!
    Kisss y Kisss

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    1. Eso hago... Acabo de enlazar mis fotos del Cuarto Real a pesar de que las estoy subiendo ahora y faltan muchas aun.

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    2. Seguro que no lo viste en tu visita. Y eso que es gratis y no hay que hacer cola a media noche.

      ¿Y esto?

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    3. ...pues me ha dejado un olorcico a limón y acanto, y he escuchado unos tacones paseando por ese palacio, todo muy grato.
      Buen fin de semana
      Kisss Kissss

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    4. A ver, que nos aclaremos con los palacios… Los limoneros son del Alcázar Genil y bajo uno de ellos están las cenizas de Francisco Ayala. Y la de los tacones (que no soy yo) se pasea por la qubba del Cuarto Real. De todas formas, me alegro de que te hayan gustado.

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  3. Por lo visto, la anécdota con Ava Gardner fue desmentida, pero la frase es tan buena que seguirá en boca de todos para siempre.

    Tienes razón, es mucho peor no tener a nadie que te pida cuentas, aunque lo mejor sería reunir lo mejor de ambos mundos: tener la libertad de hacer lo que uno quiere y tener alguien al lado que, sin controlarte, te escuche.

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