Como, en la anterior entrada, hemos hablado abundantemente del tema, he recordado este poema de Manuel Alcántara, que podemos oír de su propia voz y en la de Mayte Martín, autora también de la música.
Donde la brisa septembrina mece las flores
Hace 12 horas
Cuando era joven no solo no pensaba, es que eramos invencibles, conformes te vas haciendote mayor, y se te van muriendo las personas queridas, o te lo recuerda la aplicación de la empresa que te informa de los compañeros que mueren, es imposible no pensar en ello.
ResponderEliminarSaludos
Pues eso, que te pasas la vida yendo a entierros, hasta que te ves "en primera fila"...
EliminarQué gusto el uno, el autor, y ella, musicando palabras de quién hoy no es sino un ausente más, como lo seremos el resto. Ausentes que, durante un tiempo, alguien recordará, como recordamos —o yo lo hago—. a Jubi, que ya descubrió el Otro Lado y si no nos ha dejado sus impresiones en su bitácora es porque no se puede. Porque el camino solo es de ida.
ResponderEliminarSí, el camino solo es de ida y muchos lo recorrieron antes que nosotros. Juan Ramón Jiménez se despidió con "El viaje definitivo" y Jesús Quintero con el poema de Juan Ramón.
Eliminarhttps://youtube.com/shorts/L02OdSIXFpE?si=NbxLtAg7h-O8BREZ
Los vídeos cortos de YouTube suelen enlazar mal. Hay que copiar y pegar.
EliminarUn viaje definitivo que forma parte de la vida y que comienza cuando somos embriones y trasciende más allá de los huesos porque cada cual nos hemos creado nuestra propia ruta.
EliminarEscuchar a Quintero es, también, escuchar a Juan Ramón. O a la Humanidad.
Comienza cuando somos embriones, pero como ha dicho Emilio Manuel, a lo largo de la vida va cambiando nuestra percepción de la muerte y no la vemos lo mismo cuando somos jóvenes que cuando ya está próxima. Hay quien muere joven y no llega a mirarla de cerca hasta que la tiene encima, pero a otros nos da tiempo de verla venir poco a poco o, digamos, a saltos, pues, aunque vamos bajando escalones a partir de cierta edad, llega un momento en que los bajamos de tres en tres o de cinco en cinco.
EliminarLa muerte es algo inevitable, y yo creo que sí conviene tenerla presente y prepararse para facilitar la vida a quienes vengan detrás, pero esto no quiere decir que haya que obsesionarse. No sabemos cuánto nos queda de vida, así que disfrutemos de esos atardeceres, que a veces el ocaso tarda en llegar más de lo que parece.
ResponderEliminarA mi edad, no se sabe si es bueno o malo que ese ocaso tarde en llegar...
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