No se como llegué a su blog, Testigo, pero en seguida me engancharon sus posts profundos, trabajados y siempre interesantes. Empezamos a comentarnos y pronto supe de su mal estado de salud, pronto llegaron sus alarmantes ausencias, a la vuelta de las cuales nos contaba que había salido por un pelo de una nueva faena de su corazón. Hasta que un mal día, el 28 de Enero, ese corazón dijo hasta aquí he llegado y nos lo arrebató.
Dice Manuel Alcántara que hay personas que se mueren y otras que se “nos” mueren. Ernesto era de estas, de las que nos dejan un vacío difícil de llenar. Cuando inicié mi vida virtual en los blogs hace años, parecía que de la Red solo iba a recibir cosas positivas, que estaba llena de todo lo que a mí me faltaba: juventud, alegría... vida. Pero luego he encontrado las mismas pérdidas que en la vida real, personas a las que quieres y un día se te van de una forma o de otra. Ya van siendo muchas las veces que mis lágrimas caen sobre el teclado, que tengo que hacer un esfuerzo para comentar festivamente en un blog o en una galería de fotos, ya van siendo demasiados los blogs que debo eliminar de mis marcadores, que me resisto a eliminarlos y ahí quedan detenidos, gritándome su silencio. O activos, pero sin que ya tenga nada que ver con ellos.
Descansa en paz, Ernesto, testigo de los más altos sueños, fedatario de un mundo mejor. Te vamos a echar de menos, ya lo estamos haciendo.
Dice Manuel Alcántara que hay personas que se mueren y otras que se “nos” mueren. Ernesto era de estas, de las que nos dejan un vacío difícil de llenar. Cuando inicié mi vida virtual en los blogs hace años, parecía que de la Red solo iba a recibir cosas positivas, que estaba llena de todo lo que a mí me faltaba: juventud, alegría... vida. Pero luego he encontrado las mismas pérdidas que en la vida real, personas a las que quieres y un día se te van de una forma o de otra. Ya van siendo muchas las veces que mis lágrimas caen sobre el teclado, que tengo que hacer un esfuerzo para comentar festivamente en un blog o en una galería de fotos, ya van siendo demasiados los blogs que debo eliminar de mis marcadores, que me resisto a eliminarlos y ahí quedan detenidos, gritándome su silencio. O activos, pero sin que ya tenga nada que ver con ellos.
Descansa en paz, Ernesto, testigo de los más altos sueños, fedatario de un mundo mejor. Te vamos a echar de menos, ya lo estamos haciendo.
Si hay algo de positivo en tu post de hoy es comprobar que nos encontramos en un mundo paralelo pero humano, reflejo del "Real" con sus penas y sus alegrías, con comienzos y finales. No es solo un escaparate de plástico para encandilar. Detrás de cada blog un ser humano palpita, algunos mas que otros sin duda, si encontramos reflejos de nosotros mismos, es que vamos por una buena senda. Es mi entender y parece. Un beso amiga. Espero nos acompañemos en el viaje iniciado.
ResponderEliminarUn vacío difícil de llenar no cabe duda, se nos murió nuestro querido Ernesto y una parte de nosotros vuela con él.
ResponderEliminarSentido homenaje y triste desolación sin su sensibilidad y amplia cultura.
Un abrazo.
Cuando tuve la primera pérdida de un amigo bloguero, ante mi sorpresa por el dolor que sentía, otra amiga virtual me dijo: Somos personas ¿que te creías? Personas los que se van y personas los que nos quedamos...por el momento. Con todo lo que tiene eso de fragilidad tanto para irse como para quedarse y lidiar con los sentimientos.
ResponderEliminarBienvenida a esta casa, carmensabes.
Hay quien piensa que en este mundo virtual la amistad no es realmente amistad y los amigos son sólo imaginarios, pero no es verdad. Los amigos llegan a ser tan reales que cuando desaparecen se les echa en falta y cuando mueren uno llora con lágrimas auténticas.
ResponderEliminarNo conocí a Ernesto pero después de leer lo que escribes me uno a este sereno homenaje que le haces.
No he tenido el gusto de conocer a Ernesto, pero me planto en este instante y elevo una oración por su descanso eterno.
ResponderEliminarEl mejor homenaje que le podemos hacer a Ernesto es lo que nos encargó que hiciéramos durante su ausencia un bloguero también perdido y que tuvo la ocasión de despedirse:
ResponderEliminarAnimo a las personas que os dejéis caer por aquí a ver algunos posts antiguos, visitar los enlaces por categorías...
Visitemos Testigo, encontraremos mucho que leer y muy interesante.
Precisamente ayer estuve leyendo las primeras entradas que dejó Ernesto en su "Testigo". Entradas que, al leerlas, valían su peso en algo más que oro: en puro sentimiento.
ResponderEliminarMe encuentro ante el estupor de no saber qué escribir, qué decir y cómo reaccionar cuando no llegue el comentario de ese gran amigo que se fue, pero que siempre seguirá aquí, en el corazón de todos nosotros.
Muy sentido homenaje.
El anterior post lo tenía escrito mucho antes de que muriera Ernesto y ya entonces pensé que iba a echar de menos su comentario en un tema del que sabía más que yo. Luego, al publicarlo ya conocida la triste noticia, tuve que cambiar la dedicatoria que llevaba, pero que era distinta, como es lógico. Y ya te puedes imaginar lo duro que resultó cambiar esa dedicatoria. Sólo unas palabras, pero que distinto sentido, ya que las primeras estaban escritas para que él las leyera a su vuelta.
ResponderEliminarNada puedo agregar.
ResponderEliminarSolo queda seguir el consejo de el Profesor y visitar Testigo, donde alguna vez entré guiada por ti.
Cariños.
La mayoría de mis amigos habéis entrado alguna vez en Testigo llevados por mí, pues siempre ha habido algo interesante que he querido compartir con vosotros.
ResponderEliminarjoder qué mal rollo dan estas noticias en los blogs..
ResponderEliminarEs la vida, jordim, aunque no nos guste.
ResponderEliminarNo quería haber comentado en este post ya que me recuerdan tres fallecimientos de blogueros, dos de ellos conocidos personalmente.
ResponderEliminarPerdón, no sigo.
La vida virtual y la real van cogidas de la mano. Si bien unos blogs terminan su andadura hay otros que empiezan. Nunca los reemplazan, pero son nuevas vidas que nos acompañan.
ResponderEliminarUn abrazo y mucho ánimo.
unjubilado: Los que llevamos ya tiempo en la Red estamos marcados por muchas ausencias.
ResponderEliminarTawaki: Gracias por tu aportación optimista. Falta nos está haciendo a algunos....
Siguiendo tu recomendación, visité Testigo; y en él descubrí todo cuanto en esta especie de epitafio nos regalas. ¿Palabras ahora? Para qué. Un recuerdo sincero para quien no conocí pero me hizo disfrutar con su pluma. Y vos, amiga mía, sujetad las lágrimas. Aún nos quedan muchas por derramar.
ResponderEliminarYa sabes, Pablo, que no es bueno sujetar las lágrimas, pues nos van abriendo surcos por dentro.
ResponderEliminarNo añado nada más porque ya se ha dicho todo. La red es un reflejo del mundo real y, como en éste, hay constantemente pérdidas y lágrimas, y no sólo alegrías.
ResponderEliminarSin embargo, nadie muere del todo mientras alguien lo recuerde, ¿verdad?
En cierto modo así es.
ResponderEliminarLo importante es seguir leyendo su blog y no olvidar a esa gran persona que fue Ernesto.
ResponderEliminarYo le conocí más por mi marido, con el que entabló una buena amistad. Este año teníamos tramado una visita para conocer a Ernesto y a Pilar. Recuerdo cuando nos decía que podíamos quedarnos en casa de suegra...Uf
Senior Sitizen, soy incapaz en este momento de dedicarle un post como se merece y me siento mal por ello, pero no puedo. Tengo la sensación de que sigue ahí mirando nuestros blogs y me cuenta admitir su muerte.
Le echaré de menos.
Pinar
Como habrás visto, Pinar, este post no ha sido inmediato, pues necesitaba antes asimilar la noticia, aceptarla. Cada persona reacciona de una forma ante hechos dolorosos y no te extrañe que quizá pasado mucho tiempo escribas el post que ahora deseas.
ResponderEliminarBienvenida a esta casa y espero verte de nuevo por aquí junto con Toni.
Gracias por tu bienvenida, intentaré en la medida de lo posible visitar tu espacio, aunque la verdad soy algo dejada para todo esto.
ResponderEliminarUn saludo.
Cuando quieras, Pinar. Y si nos dejas el enlace a tu blog, los que vienen por aquí podrán visitarlo.
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