No suelo leer las revistas del corazón ni veo esos programas que nos cuentan la vida y milagros de los “famosos”, pero hay ciertos hechos de este mundo que se cuelan en los telediarios y nos enteramos de cosas que nos dejan pasmados.
Tenemos por un lado a la mujer de un ex-torero que ha estafado a la Seguridad Social, lo que significa a todos los españoles. Siguiendo con el mundo del toro, un señor que, a causa de haberse metido en el cuerpo lo que no debe, se ha cargado con su coche a un padre de familia. Por otra parte, nos enteramos de que la “princesa del pueblo” no hace su declaración de la renta ni que le pongan una pistola en el pecho, lo cual nos remite a aquella folclórica que cuando el ministro Borrell la sentó en el banquillo por evasión de impuestos, confesó a los periodistas abriendo mucho los ojos que ella creía que “la Lola de España” no tenía que pagar impuestos.
Pero lo curioso es que todas estas personas tienen multitud de seguidores, que los defienden y se agolpan en las puertas de los juzgados para vitorearlos. O sea, cornudos, apaleados… y contentos.
Tenemos por un lado a la mujer de un ex-torero que ha estafado a la Seguridad Social, lo que significa a todos los españoles. Siguiendo con el mundo del toro, un señor que, a causa de haberse metido en el cuerpo lo que no debe, se ha cargado con su coche a un padre de familia. Por otra parte, nos enteramos de que la “princesa del pueblo” no hace su declaración de la renta ni que le pongan una pistola en el pecho, lo cual nos remite a aquella folclórica que cuando el ministro Borrell la sentó en el banquillo por evasión de impuestos, confesó a los periodistas abriendo mucho los ojos que ella creía que “la Lola de España” no tenía que pagar impuestos.
Pero lo curioso es que todas estas personas tienen multitud de seguidores, que los defienden y se agolpan en las puertas de los juzgados para vitorearlos. O sea, cornudos, apaleados… y contentos.
Estoy muy alejado de ese mundo. Afortunadamente los caminos de la justicia no coinciden con los de las revistas o sus seguidores.
ResponderEliminarSaludos.
Yo tampoco busco estas historias, pero inevitablemente te enteras de ellas si lees periódicos o ves los telediarios.
ResponderEliminarNo existiría el mundo del famoseo si no existiese un coro de televidentes y lectores de prensa rosa, los responsables de esta situación. Saludos.
ResponderEliminarY pensar que no hace tantos años esas revistas o esos programas no existían, pero ahora ya han invadido toda la prensa y hasta los periódicos más serios tienen su sección de "famoseo".
ResponderEliminarA Goathemala: ¿cómo que no? ¿Qué pasó con el bailaor flamenco que circulaba sin carné a más de 150km/h por ciudad y atropelló de muerte a un peatón, y que luego obligó a un hermano menor de edad a hacer una confesión falsa para encubrirlo? Un añito de cárcel y a correr.
ResponderEliminarA Francisco: me parece cierto en parte, pero sin embargo "las masas" quieren "lo que les echen". En japón lo que dan por la TV son programas de ciencias y se lo tragan como aquí el que se aburre se traga el "Sálvame". Quiero decir, es tan culpable el que vende comida podrida como el que la compra sabiendo que lo está, ¿no?
A Senior Citizen: ¿cuánto hace que existen "Hola" o "Lecturas"? ¿Que las señoras estaban pendientes de las aventuras de folclóricas con toreros, etc? Pienso que vamos de mal a peor.
En catalán hay un refrán que es "cornut i paga el beure", y en eso nos estamos convirtiendo, como dices.
Tienes razón en lo de las culpas compartidas, pero el espectador tiene en su mano el mando, donde existe un botén para hacer off y apagar la tele y no hay lo que gusta o conviene. Si no nos "tragáramos" lo que nos echen cuidarían más la programación. Hemos llegado a límites bochornosos, a programas que se contratan lo uno y lo contrario para crear la discusión y el encarnizamiento: una versión light del pan y circo.
ResponderEliminarSaludos.
El problemas es que todas esas noticias sobre el famoseo ya no son exclusiva de los programas rosas y basura de la televisión, es que de pronto ya se interrumpe un telediario para notificarlas dándoles mucho bombo y si bien es verdad que podemos apagar la tele y no ver esos programas si se sigue así también tendremos que apagar a la hora del telediario y entonces ¿para que queremos una televisión?.
ResponderEliminarYa se que muchos dicen que sólo ven los reportajes de la 2, pero ¿qué haremos si queremos enterarnos de las noticias serias e importantes? porque ni la radio ni la prensa escrita tampoco están exentas de esas noticias que todos estamos criticando.
Aparte de que haya esos programas y esas revistas, que la gente se trague lo que le echan y que nos lo estén metiendo hasta en la sopa, lo que yo peor veo es que se aceptan como héroes esos "personajes" y todo lo que hacen parece que está bien, alterando así la escala de valores.
ResponderEliminarNaaN: Tú eres muy joven, pero yo he conocido cuando esas revistas no existían y, por tanto, solo eran famosas las personas que hacían algo, que cantaban, actuaban, pintaban, escribían, etc. no los que son famosos simplemente porque salen en esos programas y esas revistas.
Pues ya lo habéis dicho casi todo, prensa basura, televisión basura y un montón de "caraduras" que se ríen del resto de los ciudadanos inventando líos, acusándose unos a otros y que no saben ni hablar con un mínimo de corrección, cuanto menos de elegancia y el necesario decoro.
ResponderEliminarTú lo has dicho, Senior, ¿famosos por qué? ¿qué han hecho de beneficioso para los demás o por los demás? ¿han inventado alguna vacuna, algún medicamento que cure una enfermedad? ¿pintan cuadros, hacen encaje de bolillos, esculturas, componen música...?
Y es cierto que hay un botón off, pero también es cierto que hay que usarlo demasiadas veces y que hasta en muchos telediarios salen estos personajillos de tres al cuarto.
También estoy de acuerdo contigo, Senior, en que alteran la escala de valores; sobre todo la de los adolescentes, lo compruebo a diario. Flaco favor a la sociedad hacen este tipo de famosillos.
Un abrazo.
Alteran la escala de valores, entre otras cosas, porque nos enteramos de las cantidades exorbitantes que les pagan por esos programas. He leído que Belén Esteban cobra por cada programa más que el presidente de gobierno en un año. Y, encima, no lo declara a Hacienda....
ResponderEliminarAsí es "la princesa del pueblo".
ResponderEliminarEsta "monarquía" mejora a la otra....
ResponderEliminarLlego tarde pero aplaudo hasta con los pies la mayoría de los comentarios. Esa gente y los programas que protagonizan y que todos subvencionamos son, quizás, lo que merecemos por no reaccionar de forma expeditiva. Besos
ResponderEliminarOtra cosa que no he entendido nunca es como personas que quizá pasan apuros económicos admiren a estos "famosos", cuando deberían indignarse por la forma tan fácil que tienen de ganar dinero.
ResponderEliminarPoco queda por decir y aunque está implícito en algunos comentarios, no puedo dejar pasar no solo las groserías cada vez más habituales, sino las deformaciones del lenguaje que luego son utilizadas por los jóvenes y algunos no tanto.
ResponderEliminarEso también. Que hay que ver lo mal que hablan algunas veces estos "famosos"....
ResponderEliminarBueno, yo tengo una teoría que contesta tu duda:
ResponderEliminarPersona de ingresos medios (o justitos), con una casa más o menos normal (o modesta), un vida sin lujos, hijos normales, pareja normal. Personas "del montón" que no serán nunca sobresalientes ni notorias, que viven atrapadas en vidas del todo normales.
Esta descripción encaja con el 90% de la población probablemente.
Lo que nos diferencia a unos de otros es que, para abstraernos de lo normal de nuestras vidas, algunos leen, algunos tocan instrumentos, algunos hacen deporte, y algunos miran telenovelas y la gran telenovela que es el famoseo.
En definitiva, admirar a los famosos y seguir sus peripecias es la forma de abstraerse de la vida propia, que nunca incluirá aventuras tan emocionantes.
Falta un poco más de autoestima en la población. En la Edad Media el rey era enviado de Dios y cualquier cosa que hiciera estaría bien. Ahora son los famosos los que están por encima de todo, la raza superior. Los medios nos lo venden así y muchos tragan con ello.
Quizá tengas razón, pero yo creo que en este país se admira a quien gana facilmente el dinero y si es ilegalmente, más aun, porque -según muchos- demuestra ser más listo que los demás.
ResponderEliminarCómo dijo una tal Rosa Benito a su cónyuge... ¡ Apártate, que este es "mi" momento !
ResponderEliminarEstoy convencido que el aumento de la crisis (económica, de valores y de todo tipo) va cogida del brazo del "pan y circo".
Eso sí, lo del impresentable Ortega Cano es tan triste como nauseabundo. Al menos que diga que "no se acuerda de nada". Pero son capaces de mentir, y volver a mentir, con tal de volver a salir (previo paso por caja) en esos programas tan culturales...
Como no tenía ni idea de quien es Rosa Benito, he recurrido al Google y me encuentro con la sorpresa de que hay una "Famosopedia" que te ofrece la biografía de estas personas mejor que los académicos de la Historia. Vivir para ver....
ResponderEliminarYo tampoco sabía mucho de esa tal Rosa Benito, pero con tanto cambiar de canal, pues al final supe (como sin querer) que era la cuñada de la ya finada Rocío Jurado.
ResponderEliminarAl parecer, está dispuesta a cogerle el relevo a la famosísima (y patética) Belén Esteban. Las televisiones (Telecinco, en particular) han encontrado un filón de oro con estos "personajes" tan de "cultura y conocimiento".
Se dice que después de lo malo, siempre llega lo peor.
Salud y saludos.
Pues yo ya estoy al cabo de la calle con esa Famosopedia y he guardado la página en mis marcadores porque nunca se sabe cuando puede hacerte falta una información tan vital....
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