26/10/12

Niveles


Se habla mucho de los niños nativos digitales, que nos dan cien vueltas en el manejo de un ordenador sin haberlo tenido que aprender, pero yo creo que, además de esa brecha, hay muchas más entre unas edades y otras, distintos niveles en los que nos situamos en el manejo de la informática y las redes sociales.

Y digo esto porque últimamente estoy sosteniendo unas breves “charlas” nocturnas en el chat de Facebook con un amigo al que le llevo exactamente 20 años. Y se notan, vaya si se notan. La diferencia que no he notado en un blog o en los comentarios de Flickr la noto en el chat. Empezando porque no termino de enterarme de cómo funciona ese engendro de Mark Zuckerberg, asunto sobre el que debemos correr un tupido velo porque es otra historia. Estamos en el chat, ese sitio en donde escribimos a toda prisa destrozando el idioma y tensando nuestra espalda, donde ternura se convierte en ternera, el artículo puede ser que “caiga” detrás del sustantivo y los verbos tengan declinaciones surrealistas. Ese sitio en donde nos convertimos en seres de una sola frase, entrecortada, además, o escrita en dos tiempos, donde una idea se evapora arrollada por la siguiente. Y ahí, en esa parodia de lo que es una conversación entre dos seres humanos, esta representante de la tercera edad se estrella estrepitosamente, ya que mi interlocutor (veinte años más joven, repito) es infinitamente más rápido, se equivoca menos y es capaz de estar en varios sitios a la vez, de tal forma que, mientras yo escribo media docena de palabras en el chat, él se pasea por toda la Red. Sin embargo yo, cuando me dice que vaya a otro sitio a ver algo me hago un lío con tanta ventana, se me pierde la ventanita minúscula del chat y ya no se ni donde estoy.


Como decía aquel: siempre habrá clases.

28 comentarios:

  1. Pues no sé, yo no soy «nativo digital» y conozco a varios de ellos. En muchos aspectos de manejo de un ordenador, los nativos digitales son catetos digitales. Y cuando los sacas del messenger se pierden.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En eso tienes razón. He comprobado que, en los colegios, el profesor de Informática lo primero que le abre a un niño es el Messenger o el Tuenti.

      Eliminar
  2. Pues mira que yo, cuando empiezan a hablar de temas informáticos utilizando palabras que me suenan a chino, me siento como una analfabeta y llego incluso a pensar si ellos entienden en realidad todo lo que dicen.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Consuélate pensando cuantas personas de tu edad se manejan menos que tú. Lo dicho, que hay distintos niveles.

      Eliminar
  3. Creo que eso que describes no es sólo pericia informática, sino agilidad mental y física que los años van mermando. Pero una cosa es cierta: lo que se lleva la vida en agilidad, se gana en experiencia.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No estaría yo muy segura de que eso de la experiencia sea una ventaja.

      Eliminar
  4. Lo que sucede es que hay personas no tan jóvenes, pero que llevan más de 20 años frente a un ordenador y han visto crecer este universo casi desde su small-bang.

    ResponderEliminar
  5. En mi opinión, influye mucho la rapidez visual. Mis ojos no tienen esa rapidez que necesita ir a velocidad vertiginosa para ver todo lo que pasa por la pantalla en microdécimas de segundo. Me pasa igual en el cine de ficción-fantasía cuando los efectos especiales son rapidísimos, a mí me producen casi mareo y acabo con dolor de cabeza. Los jóvenes lo captan todo y la disfrutan, ven secuencias donde yo solo percibo una ráfaga difusa.
    Y sí, Senior, pasean por toda la red y responden a varias personas en un chat. En lo que apuntas del tipo de lenguaje y los errores que se cometen tienes toda la razón. Cuando leo lo que escribo en alguna ocasión, me da la risa, las palabras se convierten en algo muy divertido, ¡suenan tan distintas con solo alterar el orden de una letra o pulsar una tecla de otra letra!
    Nos toca ir más despacio, pero al menos vamos y nos defendemos para lo que necesitamos. Hacer carreras en esto no es, supongo, tu finalidad; al menos la mía no lo es.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero mira, nos consolaremos pensando que aconsejan el ordenador precisamente para adquirir rapidez visual y que si no fuera por él seríamos aun más lentas. Aunque, como tú dices, no tenemos ninguna intención de hacer carreras, sino solo de comunicarnos con los demás aprovechando todos los medios que la vida actual pone a nuestro alcance y que consiguen que el mundo sea más pequeño.

      Eliminar
  6. Solamente en un par de ocasiones he seguido el comentario que se me hacía en el chat del Facebook, el resto de las veces cuando he entrado y al darse cuenta de quien está en línea, si me han dirigido un comentario, lo he ignorado, lo siento pero me he salido de la red ya que allí no me gusta comentar nada aunque lo hago en alguna ocasión pero no a través del chat. Así evito lo que posteriormente publico, encontrado en un sitio donde se buscaban tildes descolocadas.
    ¿Me quieren decir por qué,
    en tamaño y en esencia,
    hay esa gran diferencia
    entre un buque y un buqué?
    ¿Por el acento? Pues yo,
    por esa insignificancia,
    no concibo la distancia
    de presidio a presidió
    ni de tomas a Tomás,
    ni de topo al que topó,
    de un paleto a un paletó,
    ni de colas a Colás.
    Y que conste que visualmente soy muy rápido, me entero cuando se me apaga la pantalla al no haber tecleado nada durante un rato, pensando en la Vaca del coche y en la Baca que da leche.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo comprendo que el chat tiene la ventaja de la inmediatez, de que la "conversación" se desarrolla en tiempo real, no como los correos y los comentarios que siempre van en diferido, y por ello prometo firmemente aplicarme y aprender para ganar velocidad y perder errores. Que como dice el refrán: nunca es tarde si la dicha es buena y quizá con 15 o 20 años de práctica lo consiga.

      Eliminar
  7. Odio el chat y no lo uso. Precisamente por la inmediatez, porque no te da opción a meditar lo que quieres decir. Una amiga me convenció una vez y, como había previsto, chat y amiga duraron unos días.

    Yo necestito un vafé, una cerveza o un gin tonic por delante para disfrutar de una buena charla. Fijarme en los gestos de la otra persona, en la modulación de su voz...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo malo es que muchas veces no es posible ese contacto cara a cara y el teléfono a muy larga distancia es demasiado caro. Queda el Skype, pero no todo el mundo tiene velocidad de conexión para que funcione bien.

      Eliminar
  8. Perdone usted querida pero no se, (no me, o nos) rebaje. Yo pongo en duda que gran parte de los facegoleros sean capaces de discurrir una idea propia, ni de exxxxplicarla correctamente, ni adornarla con el más mínimo recurso verbal, de tal manera que le alegre el día a quien lo lea.
    Si quiere practicar gimnasia mental, facegol no es el sitio correcto.
    Cuanto más peregrino es el pensamiento de las personas, mayor actividad desarrollan en facegó, y esto confunde porque en el mundo real es lo contrario. Tanto, que en ese mundo virtual el troleo es la actividad reina, pues si el troll puede ser la reina, el troll reina.
    La excepción te confirmará la regla, y muchas de esas excepciones entraron para no dejar de perder el manto protector sobre criaturas.
    Escribir en un blog, implica al menos un pasito delante en la evolución respecto de aquellos, no lo dude.

    Respecto al peligro de las bases de datos relacionales, no quiero ni contarle.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En un chat, sea de "feisbuc" o de quien sea, dificilmente se pueden adornar las ideas con ningún recurso verbal, pues no hay tiempo para eso y con formular una idea más o menos coherente podemos darnos por satisfechos.

      Eliminar
    2. pero ¿¿se ha detenido a mirorear perfiles y anotaciones en los "muros"???, ahí está la clave, del charlero del chat, ¿no tienen, tiempo?, el mismo que yo con esta anotación

      Eliminar
    3. Tengo muy pocos contactos en "feisbuc" y todos escriben correctamente, más que yo en el chat, por supuesto. Aparte de que mi muro no es precisamente el de las lamentaciones y suele estar bastante desierto.

      Eliminar
  9. Yo sólo vine a decir hola.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un saludo también para ti, Héctor. Visité tu blog ayer y vi un mensaje dirigido a alguien, por lo que no quise interferir.

      Eliminar
    2. Es un mensaje dirigido a alguien que no lee mi blog... (espero). Sólo quería sacarlo de mi sistema, como dice la muchachada.

      Muchachada, interesante palabra que no sé si usen del otro lado del Atlántico.

      Eliminar
    3. No usamos esa palabra, pero la conocemos de los tangos. De todas formas, aunque no quise intervenir entonces, luego el comentario de NaaN me "inspiró".

      Eliminar
  10. No participo ni en Facebook ni en Twitter ni en ningún chat, pero conozco personas que se pasean por esos ambientes con soltura y algunas, incluso, con dedicación, independientemente de su edad. Supongo que, con el tiempo, se desarrolla cierta habilidad para expresarse correctamente con los mínimos vocablos posibles.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes razón, pues yo creo que el lenguaje y la forma de expresarse se aprende y es capaz de amoldarse al medio. Hace muchos años y durante un cierto tiempo, escribí comentarios de discos para una emisora de radio y eso me hizo "podar" mi prosa de entonces quizá demasiado barroca y llena de adjetivos, pues no es lo mismo escribir para ser leído que para ser declamado por otros.

      Eliminar
    2. Una experiencia interesantísima la tuya, porque tus opiniones musicales serían el punto de partida para que un determinado disco tuviera mejor o peor aceptación.

      Eliminar
    3. Pero estoy hablando de una época en la que una emisora era un director y dos locutores que tenían que hacerlo todo, incluso comentarios de discos sin saber ni palabra de música. Y ahí entraba yo haciendo de "negro".... Con la solapa y algún conocimiento previo de ese tipo de música se pueden hacer milagros.

      Eliminar
    4. ...tiempos de radio, lo sé. Tuve como vecina a una locutora de Radio Huesca que, como bien dices, hacía de todo. Y hasta me dedicaba cuentos y canciones en un programa infantil que había los domingos.

      Eliminar
    5. Para trabajar en una emisora entonces, bastaba con tener una voz aceptable y, en el sur, hablar "fino", es decir, haber nacido o vivido más allá de Despeñaperros.

      Eliminar