Como podéis ver, esta es la foto de un coro, concretamente del coro Schola Gregoriana Illiberis, que lleva 30 años estudiando, interpretando y difundiendo el canto gregoriano en conciertos, conferencias y actos litúrgicos.
Pero volvamos a la foto. ¿Que veis? Algo que salta a la vista. Es un coro de personas mayores y solo hay una joven, que destaca precisamente por eso. Pues bien, no se cuantos coros habrá en Granada, pero yo conozco varios y en todos pasa lo mismo: casi total ausencia de jóvenes. Podríamos pensar que los jóvenes no quieren estar con los mayores y tienen sus propios coros, pero no es así. Quizá han cantado en el coro del colegio empujados por sus profesores o sus padres, pero en cuanto deciden por sí mismos ya se dedican a otras cosas. ¿Qué cosas? Esa es la cuestión, pues también conozco multitud de ONGs y tampoco en ellas hay jóvenes. Y varias residencias de ancianos donde las voluntarias que van a planchar o a atender a los que necesitan más cuidados, también son mayores o, incluso, tan ancianas como los que están atendiendo. Es más, este invierno fue la recogida de alimentos en los supermercados organizada por el Banco de Alimentos y todos los voluntarios eran de tal edad que a las dos de la tarde no se tenían de pie. Y era sábado, cuando no hay clase y los jóvenes tienen el día libre.
Ante esto, me pregunto: ¿Dónde están los jóvenes? Las estadísticas nos dicen que hay muchos en paro, que muchos también ni estudian ni trabajan. ¿No tienen aficiones que los hagan asociarse en una tarea constructiva? ¿Por qué no emplean su tiempo libre en ayudar a los demás? ¿No les importan las necesidades del prójimo? Diréis que siempre estoy con lo mismo, que siempre estoy criticando a los jóvenes, pero es que siento miedo de pensar en las manos tan poco solidarias que va a estar la sociedad del futuro.
Quizás en los coros no hay muchos jóvenes porque los ensayos requieren la dedicación de muchas horas y los jóvenes están en una etapa de la vida en la que quieren hacer tantas cosas que no disponen de todo ese tiempo para una sola cosa. Pero si hay jóvenes solidarios, quizás no tantos como sería de desear, pero haberlos haylos, lo que pasa que se les ve más cuando están de juerga alborotando que cuando están prestando servicios a la comunidad.
ResponderEliminarEs posible que los haya, pero deben estar de incógnito porque no se ven. Que yo sepa, solo en la Cruz Roja hay jóvenes, pero esa es otra historia.
EliminarAl hablar de lo que hacen los jóvenes y juzgarles, temo siempre caer en el mismo error que cometieron nuestros mayores al hacer lo mismo con nosotros. ¿Es legítimo pensar que los jóvenes de hoy en día no son nada solidarios, sí muy egoistas y poco cultos? Podría pensar que sí, pero también que no ha habido generación que en su juventud no haya sido juzgada del mismo modo...
ResponderEliminarQuién lo sabe...
Es posible que sea un error de apreciación, pero creo recordar alguna estadística que va en el mismo sentido que yo, en que el porcentaje de jóvenes en trabajos voluntarios es muy bajo en relación con el de mayores.
Eliminarummmm,
EliminarLa indolencia en la juventud es que es así, es parte de su definición por ser jóvenes. Y la actitud crítica, de los mayores hacia estos está bastante bien relatada en muchos clásicos griegos y romanos..., luego Charles tiene algo de razón. Nos repetimos como las patatas
Pero percibo, noto, observo, una dejadez espantosa en "formación de valores" en las escuelas e institutos de las hispanias, y en el día a día que relata Senior Citizen, en cualquier momento, ya sea subiendo a un autobus o en el parque...que empieza a ser preocupante
Dicen que las comparaciones son odiosas, pero también son inevitables y estas críticas de los mayores se basan en que miramos atrás y comparamos como era nuestra generación a esa edad. Envidiamos muchas cosas de las que ahora disfrutan los jóvenes, pero también vemos esta diferencia de que nosotros éramos más solidarios, dedicábamos más tiempo a los demás, no se concebía la vida sin pertenecer a algún grupo, alguna asociación con fines altruistas, en la que se trabajaba gratis y, encima, se pagaba cuota por pertenecer a ella. De ahí, de estas asociaciones, a la resistencia antifranquista solo había un paso o no había ninguno, de forma que lo mismo daba servir las mesas en un comedor o una guardería de un barrio marginal, que organizar un encierro en una iglesia o llevar paquetes de octavillas de un lado a otro. O sea, se trataba de darse, de gratuidad, por lo que cuando ya en democracia me enteré de que los partidos políticos estaban pagando a jóvenes por meter papeletas en sobres porque ya no había quien lo hiciera gratis, me di cuenta de que las cosas estaban cambiando, que ya había una juventud distinta. Me gustaría pensar que esa formación en valores, que ahora se echa de menos, procedía entonces de la educación religiosa, pero no siempre era así, ni tampoco ahora la reciben en centros de instituciones religiosas. O, al menos, no parece que les sirva de mucho.
EliminarEn mi experiencia sesgada y en Barcelona, hay coros de "personas mayores" y coros de "jóvenes", con distintos repertorios y distintos intereses. Del mismo modo, hay activismo social y voluntariado donde una persona mayor se vería como algo raro, mientras que en algunos contextos (por ejemplo, en Cáritas) sólo hay personas mayores atendiendo. Quizás hemos mirado en sitios distintos...
ResponderEliminarNo digo que no pueda haberlo, sino que yo no conozco en Granada ninguna agrupación de jóvenes que se le pueda llamar coro. Lo que hay es montones de grupos musicales de tres o cuatro personas como mucho, que interpretan otro tipo de música y tienen otro enfoque. En cuanto al voluntariado, me pregunto por qué la solidaridad hacia el prójimo depende de la edad y determinadas instituciones como Cáritas son miradas mal por los jóvenes porque les suenan a caridad a la antigua, cuando al parado que acude para que le paguen el recibo de la luz eso no le importa.
EliminarYo me refiero a coros de 20 o 50 personas, que en muchos casos están constituídos como asociación y por lo tanto necesitan, además de ensayar, repartirse las tareas de tesorería, organización de conciertos, etc. Hasta hicieron un concurso de coros por televisión, en hora punta. Eso, quizás es la diferencia geográfica o quizás hemos mirado en sitios distintos ;-)
EliminarA esos coros me refiero yo también, pero todos los que conozco -directamente o por la prensa- son de personas mayores y algunos han desaparecido precisamente por ese motivo. Hubo hace años un coro muy bueno, el de Juventudes Musicales, que llenaba el Auditorio Manuel de Falla en sus actuaciones, pero pasó el tiempo y las juventudes fueron envejeciendo o muriendo sin que llegaran voces jóvenes a suplirlas.
EliminarHabría primero que especificar el concepto que cada persona tiene sobre qué es ser joven... Sí es cierto que hay menos relevos. Me explico: Los grupos de diferente índole que conozco están compuestos por personas que se mueven en ellos desde la adolescencia. Son gente que ha ido cumpliendo años dentro de esos grupos y que ahora se hallan en ese amplio arco de edades entre los veinticinco y los cincuenta y cinco, abundando más la gente en la cuarentena que menor de veinticinco. Pero haberla, hayla, como las meigas.
ResponderEliminarTambién ha de tenerse en cuenta que la tasa de natalidad era mayor en los años sesenta y setenta que en los ochenta y noventa, y esa circunstancia también influye.
Yo me estoy refiriendo principalmente a los jóvenes que aun no tienen responsabilidades familiares y, en muchos casos, ni siquiera responsabilidades propias, porque viven con los padres y son los que disponen de más tiempo libre. El problema es que en esos grupos que tú conoces, cuando pasen 10 años más muchos de ellos estarán jubilados y, si no ha habido relevo, serán también grupos de mayores. No hay más que mirar la foto de arriba y calcular como serían esas personas hace 30 años cuando formaron el coro.
EliminarDonde vivo en Zaragoza, es una comunidad de vecinos bastante mayores, aunque últimamente está apareciendo cierta juventud pero con familia e hijos. Por supuesto se ven unos cuantos abuelos que cuidan y juegan con sus nietos en la urbanización, todavía queda gente joven sin emanciparse, pero por los datos que yo tengo (somos 112 vecinos), unos cuantos mayores hacen labores sociales en distintos sitios donde se necesitan, por supuesto de manera totalmente solidaria y sin ningún tipo de emolumento, pero no conozco a nadie joven que ayude en ningún centro de Servicio Social y conozco a más de uno que en la actualidad no trabaja, por haber perdido el empleo.
ResponderEliminarEs lo que vemos la mayoría, pero puede ser que no miremos en la dirección indicada, como dice la amiga del nombre largo.
EliminarYo creo que es más una cuestión que liga la edad con la popularidad del arte en cuestión. Por ejemplo, ya son pocos los pintores que utilizan óleos clásicos y menos los escultores que trabajan el mármol. Los tiempos de elaboración, los costos y cómo no, la moda influyen grandemente en esto. Reconozcamos que el canto gregoriano y la ópera, aunque bellos, no tienen gran difusión. Pese a todo esto, creo que está en la existencia de algunas instituciones en que los más jóvenes se acerquen al canto grupal. Aquí, en mi cidad, muchos adolescentes participan en coros simplemente porque existe el espacio para ello: http://es.wikipedia.org/wiki/Coros_de_Ni%C3%B1os_cantores_de_C%C3%B3rdoba_del_Instituto_Domingo_Z%C3%ADpoli
ResponderEliminarEs que en mayores hay coros de todas clases y lo del gregoriano es un excepción, pues esta Navidad oí a uno que cantaba villancicos clásicos y otro de villancicos populares. Es más, ese coro de Juventudes Musicales que era tan bueno, tenían en su repertorio música de Ariel Ramirez., concretamente la Misa Criolla, que cantaban con un grupo instrumental americano. Por otra parte, coros de niños cantores también hay, el más notable el de la catedral de Guadix y también muchos en colegios e institutos, pero como digo en el post, permanecen en ellos mientras son niños y luego no pasan a otros coros de jóvenes.
EliminarExisten también aquí coros integrados por personas jóvenes, pero como dices es raro ver jóvenes cumpliendo tareas solidarias en forma habitual. Pero cuando se presenta una emergencia, que es cuando mas falta hace el empuje juvenil, siempre están en la primera línea. Por ejemplo en las inundaciones del año pasado su colaboración fue de suma importancia.
EliminarSupongo que no se adaptan a cumplir tareas de rutina, cosa que a los mayores no nos molesta.
Atender comedores o residencias de los "sin techo" no tiene nada de rutinario, pues siempre se están presentando problemas, pero lo que sí es verdad es que se necesita constancia, que no es cosa de unos días como en el caso de las emergencias.
EliminarLo que falta es compromiso, metas, objetivos en la vida. La cantidad de gente que ve pasar la vida a su lado sin hacer nada es tremenda. Y es una lástima. Hay jóvenes que se involucran, pero o son los menos o no se les ve.
ResponderEliminarMe pregunto que adultos serán estos jóvenes, si es que alguna vez lo son, pues su forma de enfocar la vida no conduce precisamente a eso.
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