20/1/22

Mariluz Escribano

 

Cuando me vaya

Dejaré un silencio en el recuerdo,
sonidos de una voz que fue muy joven,
y un aroma de sándalo y cipreses
para que no me olvides.

Y ahora, cuando el sol desaparece,
y hay promesa de una noche clara,
las estrellas se esconden
y están muertas de tanta nívea luz.

Dejaré abierta la ventana.
Un gorrión divulgará mi huida,
y un frescor de mañana
anunciará mi marcha,
con trémula voz para llamarte.

Cuando me vaya
perderé las praderas,
los bosques encendidos de noviembre,
el verde del jardín en primavera,
la tenue luz de los planetas,
la sonrisa de un niño,
el calor de un amigo,
lágrimas de dolor por los caminos
que transité tan alta,
la caricia de un perro
que dio fuego a mis manos.

Cuando me vaya
habré perdido tantas cosas,
que creceré en trigal
por no morirme.

Mariluz Escribano Pueo




      Una de las cosas que me hacen reparar en lo mayor que soy es que ya tengo amigas y conocidas con estatuas en esta ciudad. Elena Martín Vivaldi lleva ya mucho tiempo en la Avenida de la Constitución y ahora se ha aposentado Mariluz Escribano en el Parque García Lorca, muy cerca de la casa del poeta que, al parecer, ella frecuentó ya después de la guerra. A Elena la traté más, pero a Mariluz también la conocí por amigos comunes y esta Navidad he ido a ver su estatua que, por cierto, no me ha gustado. Se parece, eso sí, pero creo que es demasiado grande para ser un busto y para estar a esa altura. Reconozco, sin embargo, que está bien situada, cerca de la casa, pero sin mancillar su encanto.

      Y lo que no me parece de recibo es que, tanto a Elena como a Mariluz, las hayan perpetuado en su vejez, con su físico ya hecho una pena, mientras a reyes, políticos y hombres famosos en general los vemos, subidos en sus pedestales, eternamente jóvenes y fuertes. Así que, si a alguien se le ocurriera levantarle una estatua a esta que escribe, que lo haga basándose en una foto de hace 20 años. Como mínimo…


14 comentarios:

  1. ...creceré en el trigal por no morirme. Sencillo y hermoso el poema de Mariluz. La muerte, pérdida, sobre todo, para quien abandona la vida.
    Quizás, esas esculturas de senectud no sean sino un homenaje a la experiencia, a toda una vida literaria de dos mujeres cuyo recuerdo, al contrario que su juventud,no se ha marchitado. En cada renglón del tiempo, la constancia y el coraje, los frutos de tantas horas de productiva abstracción. Dos mujeres con una biografía interesante.

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    1. Un amigo escritor, que ha leído esta entrada, me dice hoy en un correo: ¿Por qué sacar a los políticos siempre jóvenes y a los escritores viejos? Es algo que los escultores no han podido explicar. Pienso decirle que tú le has dado la respuesta.

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    2. Que no digo que esa sea la única explicación, pero tiene cierta lógica. ¿Qué sentido tendría esculpir a una Mariluz o a una Elena veinteañeras cuando desarrollaron su arte hasta la edad madura y es con esa madurez como las conocieron quienes contemplan sus esculturas?

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    3. Bueno... Eso no es del todo cierto en cuanto a Elena, pues yo la conocí bastante joven, cuando yo era una niña y su hermana amiga de mi tía. Y, posteriormente, la dedicatoria que tengo en "El alma desvelada" es de 1954, cuando ella tenía 47 años. En ella dice que se alegra de que su poesía esté en manos jóvenes...

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    4. Exactamente, Una mirada... Hay mucho de esto y también de que resulten reconocibles para los lectores en relación al desarrollo de plenitud en sus poemáticas respectivas. Es, a la par, una llamada de atención sobre cómo y cuándo se reconoce a las mujeres escritoras. No perdamos tampoco esto de vista. Saludos,
      Remedios

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    5. Desde luego, pero, sobre todo, con independencia de las esculturas, lo más importante del artículo de la autora de este blog es que nos ha dado a conocer a dos literatas (Mariluz y Elena), dándonos la oportunidad de sumergirnos en sus poemas.

      Saludos.

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    6. Los poetas, para ser conocidos, tienen que salir de su ciudad y ganar premios, como es el caso de García Montero. Elena Martín Vivaldi sí tuvo bastante reconocimiento entre intelectuales y profesores, por lo que su poesía salió de Granada aunque ella no saliera y hay muchas tesis doctorales sobre su obra.

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  2. Estimada autora: En primer lugar, le agradezco su recuerdo a Mariluz Escribano y a uno de sus poemas esenciales. En segundo, lamento que no le guste la escultura. ESta escultura, en cuanto a dimesiones, responde a criterios técnicos y artísticos de un acreditado escultor y, en mi modesta opinión, es espléndida. Pero, para gustos están los colores. Varios especialistas del ámbito estiman igualmente que las dimensiones son las correctas. De hecho, si Ud. se sienta en el banco de enfrente, podrá percibir la cercanía y que la altura responde a la altura y dimensiones de la propia Mariluz. En otro orden de cosas, no coincido en que "su físico [esté] ya hecho una pena". La serena belleza de Mariluz, de nuevo en mi modesta opinión (y creo igual en el de Elena) se conserva hasta el final. En cuanto a que sea esta la imagen que se perpetúe responde a una verdad incuestionable: el reconocimiento a ambas les llegó en los últimos años de su vida (a Mariluz, a partir de 2013 en que le otorgan el Premio de la Crítica, antes Granada fue un largo y profundo silencio en torno a su poética). No son casos raros: sucede con muchísimas autoras, con casi todas. Y esá bien que se sepa para que no se repita. También que Mariluz esté reconocible para sus lectores/as ahora que, ya, es palabra heredada en el tiempo.
    De nuevo le reitero mi profunda gratitud por dedcarle una entrada a Mariluz Escribano, mi maestra, mi segunda madre, mi referente ético. Le envío un cariñoso saludo y mis mejores deseos de salud para 2022,

    Remedios Sánchez
    Responsable de la propiedad intelectual de la obra de Mariluz Escribano

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    1. Gracias por su visita a este modesto blog, en donde vierto lo que pienso, lo que siento, lo que veo, lo que leo… lo que vivo. Que, al fin y al cabo, es lo que significa el nombre original de los blogs: bitácoras. O sea, el diario de a bordo, lo que escribe el capitán de un barco de lo que va sucediendo a lo largo de la travesía. Yo lo escribo a lo largo de la travesía de mi vida desde hace 13 años y lo hago casi siempre de un modo ligero y poco formal, como creo que corresponde al medio que estoy utilizando. Por tanto, no hay que tomarse demasiado en serio las cosas que digo, pues son opiniones personales de alguien sin ninguna autoridad para sentar cátedra y para que su opinión sea tenida en cuenta para nada.

      Respecto al aspecto físico de Elena o Mariluz en el momento de perpetuarlas en bronce, yo nací solo un año después que Mariluz y, si me miro al espejo veo que estoy “hecha una pena”, como lo estaba Elena a esa edad y como lo estamos todos cuando los años nos van deteriorando. Y eso, a mi juicio, no empaña en absoluto el valor personal o intelectual de ellas… ni el mío, pero es una realidad incuestionable. Solo las personas que nos quieren mucho –como usted quería a Mariluz- nos pueden ver un poco mejor, pero solo un poco mejor, no nos engañemos. Por eso, en esta época en que tan importante es la imagen, sigo pensando que, si las hubieran reproducido con una foto de unos años antes, las personas que no las conocieron y que ahora pasan por Constitución o por el Parque, quizá se sintieran más atraídas por el personaje y leyeran su obra. Que es a lo que vamos y lo que importa.

      Le reitero mi agradecimiento por su visita y también le deseo un buen año. Igual que se lo he deseado a todos mis visitantes unas entradas más atrás y frente al Ayuntamiento, como tengo por costumbre.

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  3. Durante un tiempo, hace ya años, leía mucha poesía y llegué a tener muchos amigos poetas que publicaron libros y revistas y luego se convirtieron en profesores de la Facultad y seguían hablando de su poesía. Ahora ya no tengo paciencia, quizás sea por eso por lo que no conocía a esta autora, y no conozco tampoco sus aspecto. Pero coincido contigo: no me gusta esa escultura, al menos en la foto. Tendré que pasarme por el parque García Lorca a visitarla. Por otra parte, estas esculturas de personas famosas no las favorecen nada. ¿Tu no has visto el cabezón que tiene el mismísimo García Lorca en la Avenida de la Constitución??
    Que tengas una buena semana!

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    1. No se que pasa, pero de estas esculturas que yo llamo "a pie de calle", son pocas las que me gustan y, de las que hay en Constitución, solo la del Gran Capitán, que es de Moreno Romera. Pero es que, incluso siendo de este, la de San Juan de Dios de los jardines del Triunfo tampoco me gusta.

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    2. Y lo digo como opinión personal y sin dármelas de entendida. Vayamos a bromas...

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  4. Qué poesía tan hermosa en todos los sentidos fondo, forma y sentimiento. Gracias por hacérmela conocer. Un abrazo y feliz Marzo...

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