Con la muerte de Antonio Vega, todos hemos recordado los años aquellos de la movida madrileña. Tiempos de un alcalde marchoso, de bandos en latín, sexo, droga y rock and roll. Y de canciones como Bailando, que cantaban Alaska y Los Pegamoides, y que terminaba así:
Muevo la pierna, muevo el pie,
muevo la tibia y el peroné;
muevo la cabeza, muevo el esternón,
muevo la cadera siempre que tengo ocasión
Buenos tiempos para la movida, malos para la lírica.
Desconocía esa canción. Eso sí, me confieso haber ¿cantado? y ¿bailado? esta:
ResponderEliminar"Movete, chiquita, movete
Tienes que reconocer, señora Nfer, que la letra de tu canción no alcanza ni de lejos la altura poética de esta, que a continuación copio para que mis numerosos visitantes la conozcan completa.
ResponderEliminarBailando.
Me paso el dia bailando.
Y los vecinos mientras tanto.
No paran de molestar.
Bebiendo.
Me paso el dia bebiendo.
La cocktelera agitando.
Llena de Soda y Vermut.
Tengo los huesos desencajados,
el femur tengo muy dislocado;
tengo el cuerpo muy mal,
pero una gran vida social.
Bailo todo el dia,
con o sin compañia.
Muevo la pierna, muevo el pie,
muevo la tibia y el peroné;
muevo la cabeza, muevo el esternón,
muevo la cadera siempre que tengo ocasión.
Tengo los huesos desencajados,
el fémur tengo muy dislocado;
tengo el cuerpo muy mal,
pero una gran vida social.
Bailando...
La letra es como para que se guarde y las generaciones venideras puedan comprobar el nivel que se tenía en esta época.
ResponderEliminarPodemos consolarnos pensando que esa música no fue la única entonces, sino que también estuvo la de los cantautores, que era muy distinta.
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