Hace tiempo que dejé de creer en los Reyes Magos, que asumí sin problemas que los caramelos de fresa no tienen fresa y los recuerdos de París están fabricados en Taiwan. Pero hay algo que no conseguiré entender por muchos años que viva: la maldad gratuita. Hacer daño a sabiendas y sin sacar ningún beneficio de ello.
¿Se puede disfrutar del sufrimiento ajeno? ¿Compensa, quizá, del sufrimiento propio? Que alguien me lo explique, por favor.
¿Se puede disfrutar del sufrimiento ajeno? ¿Compensa, quizá, del sufrimiento propio? Que alguien me lo explique, por favor.
Suscribo tu pensamiento. Es algo que me supera, el daño por el daño nunca lo entenderé.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sin duda es un enigma inexplicaable, pero que se repite con demasiada frecuencia, para desgracia de la humanidad.
ResponderEliminarPues nada te puedo decir al respecto, la naturaleza humana es algo que me elude todo el tiempo... pero sí puedo comentar que en la imagen de tu entrada, el arma atacante parece una quijada. Me recordó a la quijada de burro que se usa en la música veracruzana.
ResponderEliminarAntes de entrar a contestar vuestros comentarios quiero advertiros de que con este post están ocurriendo cosas muy extrañas. Lo publiqué anoche, a la 1,12. A las 7,58 (hora de este lado del charco) escribió un comentario Solo Héctor y a las 9,41, otro Francisco Espadas, comentarios que pude ver esta mañana junto con el post. Pero resulta que cuando más tarde he venido a contestarlos, me encuentro con que el post ha desaparecido. Así, limpiamente, como por arte de magia. Nada de haberse ocultado, de estar en borrador... nada. Totalmente missing. Pero lo más raro es que los comentarios siguen en Últimos comentarios y haciendo clic en ellos aparece el post, que podéis ver junto con el que he subido de nuevo y podéis distinguirlo porque el dibujo del primitivo tiene los colores más pálidos. A pesar de eso, he reproducido los comentarios anteriores, sin sus URL, como es lógico, por si no se pudieran ver.
ResponderEliminar¿Cosas de Blogger... o maldad gratuita?
Si yo fuera capaz de dar respuesta a tus preguntas sería un ser especial con una gran clarividencia, lo único que puedo decirte es que la maldad gratuita existe y que hay gente que se aferra a ella como si la necesitara para vivir.
ResponderEliminar:-) Por cierto lo de la desaparición del post ¿no será cosa de meigas? porque ya sabes que "haberlas haylas".
ResponderEliminarYo te puedo decir que en mi lector de feeds esta entrada ha aparecido tres veces... y que el comentario que he escrito ya no está aquí. De hecho, es la segunda vez en 15 días que un comentario mío desaparece por arte de magia :'(
ResponderEliminarEmpiezo a contestar por el orden que aparecen los comentarios, que no es el orden en que se produjeron, como ya he dicho.
ResponderEliminarGoathemala: Lo malo es que esta maldad no es solo en las grandes cosas, sino también en la vida cotidiana, en el trato día a día entre las personas. ¿Que ganan con eso?
Francisco Espada: Perdón por haber añadido a tu apellido una S, pero es que tengo un amigo que se llama así, en plural las espadas.
Solo Héctor: El arma es una quijada porque el dibujo representa la muerte de Abel a manos de su hermano mayor Caín y, según la tradición, lo hizo con una quijada de burro, detalle que no aparece en la Biblia.
Leodegundia: Por aquí abajo no hay meigas, pero las sustituímos con algo muy granaíno: la "malafollá", de la que hasta se han escrito libros.
NaaN: Tu comentario está en ese post fantasma que solo veo yo y los que llegáis desde lectores de Feeds y dice:
A mí esta cuestión me ha disgustado más de una vez y, sin embargo, no le encuentro respuesta.
¿Quizás los que hacen daño voluntariamente lo hacen para curar su propio daño? Qué estrategia más inútil, entonces...
Yo creo que precisamente en la maldad gratuita esta la mas pura y autentica maldad. Como tu no la entiendo.
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que diste en el clavo, Cani. Y gracias por la visita.
ResponderEliminarEl descubrimiento de la maldad gratuita fue un choque terrible en mi experiencia profesional. No solo existe sino que es un sistema de vida de mucha gente.Hacer el mal sin beneficio siquiera. Por hacer sufrir y cuanto más, mejor. Algo que escalofría.
ResponderEliminarYo quiero pensar que detrás de eso haya un trastorno de personalidad, pues no me cabe en la cabeza un comportamiento así en una persona normal.
ResponderEliminarResulta casi increíble, pero es verdad que existe, cada vez más; o al menos a mí así me lo parece. También puede ser que antes me negase a verla y ahora me resulte más evidente.
ResponderEliminarNo sé si es un transtorno de la personalidad, como dices tú, Senior, pero creo que hay muy buenos maestros que se encargan de propagarla y creo que hay un alto componente de envidia y complejo de inferioridad mexclados en el cóctel.
Sobre el tema de los comentarios solo decir que me estáis asustando un poco. Si no son las meigas ni la malafollá... ¿la maldad a secas y a sabiendas?
Un abrazo, Senior.
No te preocupes, Mafalda, que ni las meigas ni la malafollá podrán con nosotras. En cuanto a los que ejercen la maldad gratuita, en el pecado llevan la penitencia, pues no creo que se pueda vivir en paz con esos sentimientos en su interior.
ResponderEliminarTengo un ejemplo terrible que me estremece contarlo pero que quiero compartir contigo. Por donde corría, una zona depauperada del extrarradio llena de naves industriales, corre un sinuosos y encauzado arroyo. Unos patos criaron allí. Era una alegría ver a los patitos chapotear. Relajaba su mera visión. Los veía crecer, eran 5.
ResponderEliminarEn una de las carreras no los vi y de regreso me encontré el horror de var que los había estrángulado en una valla, separando lo hierros comprimidos y metiendo en ellos sus tiernos cuellos.
Para mí eso es maldad gratuita y me gustaría haber aplicado un justicia infinita al mal malhechor.
No sé si será o no maldad "gratuita", puesto que todo en la vida tiene su precio, si bien la maldad por la maldad es algo que vive y pervive desde el principio de los tiempos.
ResponderEliminar¿ Por qué y para qué ?
Difícil cuestión.
La violencia y la crueldad forman parte de los genes del ser humano. Cuando una sociedad ha aprendido a dominar el instinto violento (y otros instintos mal llamados "animales"), la historia convirtió dicha sociedad en "civilización". Eso sí, hay civilizaciones como la romana en donde la violencia llegaba a alturas insuperables hoy día. O no. Y sin embargo, a los del Norte de sus fronteras les llamaban "bárbaros", porque eran más crueles que ellos.
Creo que la maldad es parte innata de la humanidad, aunque aprendemos a contenerla, modificarla e incluso, dominarla. Existen muchos factores como el complejo de inferioridad, el odio al vecino (o al diferente), la envidia, el dominio, etc, que son piezas fundamentales para que esta maldad vuelva a surgir en mentes incomprensibles.
Blogger cada vez me gusta menos, ya te lo comenté el otro día.
ResponderEliminarHoy en un par de blog he podido dejar mi dirección, espero que en este sea igual.
Como curiosidad he visto en Google Reader tres pruebas tuyas, así que he venido hasta aquí por ver cual era la válida.
Con respecto al daño nunca lo he entendido, en cierta ocasión a un colaborador en el trabajo, le estaba oyendo poniéndonos a parir a casi todos sus compañeros, me acerqué y se calló, le pregunté si conseguía algún beneficio para él mismo ya que lo único que conseguía era dividir la plantilla de trabajadores sin conseguir nada a cambio, no supo contestarme.
Estuvimos varios días que casi no nos dirigíamos la palabra, excepto el que yo le tenía que planificar el trabajo que debía de hacer.
Al cabo de un par de semanas, delante de todos los compañeros que estábamos presentes me pidió perdón y se lo pidió a ellos.
En la actualidad somos muy amigos.
Goathemala: Es muy duro lo que me cuentas, pero no me extraña, pues en el parque que suelo visitar me han contado que se encuentran a veces patos con el cuello roto. Son animales grandes que seguramente se defienden a picotazos, pero a pesar de eso los matan. ¿Por qué? ¿Se sentirán orgullosos de ganar al animal en esa pelea? ¿Tan poco se estiman a sí mismos?
ResponderEliminarToni Sagrel: Yo no creo en la maldad congénita del ser humano, pero sí en un clima de maldad en el mundo que "contamina" al que llega inocente. Esa es -más o menos- la explicación que se da ahora en Teología del mal llamado pecado original, que no es un pecado heredado, sino adquirido por contagio. Y al decir pecado me estoy refiriendo a la segunda acepción del DRAE, no a la primera, es decir, sin la connotación religiosa de transgresión de una norma.
ResponderEliminarUnjubilado: Todos los alojamientos tienen sus fallos, pues son máquinas y están manejadas por personas. Word Press me manda los comentarios al spam y Blogalia se ve completamente distinto con cada navegador. Pero pienso que hay que tener en cuenta que estos alojamientos soportan quizá millones de blogs y alguna vez tienen que cansarse de tanto peso y tanta gente entrando y saliendo constantemente y tratando el HTML a patadas.
ResponderEliminarUna cierta agresividad es necesaria para poder defenderse.
ResponderEliminarCuando no se actúa como respuesta (causa-efecto)se puede hablar de maldad gratuita,situación incomprensible que no se puede explicar racionalmente.
Las personas que sabiendo que están haciendo daño, experimentan placer, se pueden catalogar como perversos.
Creo que en ambos casos existe un severo trastorno de la personalidad.
Pero la agresividad siempre tiene que ser proporcional al daño recibido. Y tengo que volver de nuevo a la Biblia, a la Ley de Talión, que no era una ley bárbara sino un progreso sobre lo que había en esa sociedad primitiva, ya que establecía que si un vecino te mata una oveja, tú puedes matarle otra en respuesta, pero no un hijo.
ResponderEliminarYo hace tiempo que no estoy en blogger, pero sé que ha estado fallando mucho estos días.
ResponderEliminarHa estado dos días sin funcionar y las personas que subieron post próximos a esos días o en los intervalos que funcionaba los han perdido. Sin embargo, el mío desapareció mucho antes y ha vuelto a aparecer pero cambiado de fecha, quizá porque esa fecha y esa hora ya la ocupé subiéndolo otra vez. Lo que sí creo que he perdido también es algún comentario de este.
ResponderEliminarDe todas formas, creo que es normal que alguna vez falle, pues al fin y al cabo es una máquina.