Llamo a una amiga para comunicarle que ha muerto un conocido común y me contesta con indiferencia: Otro más. Paso entonces a hablarle del cambio en el sistema de transporte público que va a hacer nuestro Ayuntamiento y me dice: Me da igual porque hace años que no tomo un autobús. No sabiendo ya de que hablar, hablo del tiempo y me dice que, como ella apenas sale de su casa, no le importa si llueve o hace sol, si hace frío o calor, pues en su casa siempre hay la misma temperatura con el aire acondicionado. Me despido y cuelgo el teléfono preguntándome si eso es vivir.
Nos quejamos cuando tenemos contratiempos o problemas, nos deprimimos y nos consideramos la persona más desgraciada del mundo, sin darnos cuenta de que solo así, dejándonos herir por la vida, es como únicamente estamos vivos.
Me parece muy triste llegar a sentir esa indiferencia porque efectivamente eso te deja fuera, te aísla y no formas parte de la vida, lo que se puede traducir en que lo único que se hace es vegetar y ¿hay algo positivo en ello?
ResponderEliminarY no sabes lo deprimente que puede resultar tratar con personas así, que son de tu edad o poco mayores que tú. Es como si tú intentaras sacar la cabeza del agua y ellas te la hundieran.
EliminarCada uno decide cuando se entierra. Hay gente que ni siquiera espera a morirse.
ResponderEliminarSabia sentencia, sí señor. Como para imprimirla, ponerle un marco y colgarla delante de los ojos.
EliminarPues vaya una conversación de besugos. Así no hay quien hable. Yo también tengo gente cercana así,, que lo mejor es no llamarles. Te cortan desde el primer minuto.
ResponderEliminarUn abrazo y buen finde
A mí me dan pena esas personas. Pena y miedo de llegar a ese estado.
EliminarPobre mujer, está más muerta que viva.
ResponderEliminarY te hablo un poco pensando en mi madre, no podía salir de viaje ya que hubiera tenido que ir en un coche adaptado, pero le encantaba que la sacara por los alrededores, la llevara al parque Jose Antonio Labordeta, a las afueras del campo de fútbol de la Romareda, a su casa por si nos encontrábamos con alguna vecina o simplemente al centro comercial de Aragonia, del que he hablado en alguna ocasión en mi blog, donde bizi, ziudad y alguna otra cosa más se escribe con zeta. Se entristecía si llovía o hacía mucho frio y no podíamos salir, aún así, siempre quería que le diera una vuelta "para respirar aire puro"
O sea, que tu madre estuvo viva hasta el final y eso es inapreciable. Para ella y para ti, que conservas ese recuerdo y ese ejemplo.
EliminarTome su libeta de direcciones, (antes salve todos los demás de esa letra, sobre todo los novietes).
ResponderEliminarHaga café
y llame a una amiga, una de verdad, para tomar café.
Ponga la taza sobre la libreta
Llene la taza hasta el borde, o si le remuerde la conciencia, déjelo rebosar directamente.
Si su amiga se preocupa por haber estropeado la hoja de la libreta le dice:
-No te preocupes, llevo tiempo que quiero llamar a esa persona para decirle que tengo un hijo desconocido con su marido, y no encuentro el momento, así que mejor.
Luego, tras los sorbos...
Cuéntele como fue lo del hijo.... largo y tendido, y al final le dice (si quiere) que tenia muchas ganas de largar con ella y que se lo ha invetado todo.
No se si va a reir mucho o poco, o no, pero volverá a tomar café con usted, no lo dude.
Un abrazo y buen fin de semana a pesar del muerto
¿Se puede cambiar el café por una cerveza? Es que el descafeinado no da para muchas risas...
Eliminarjuas y rejuas, .... Concedido
EliminarYo le proponía el café por la facultad de ennegrecer el alma que tiene,
Lo malo del café es que, además de ennegrecer el alma, te pone la tensión en las nubes, a no ser que nos lo saltemos todo a la torera porque un día es un día.
EliminarComo para acudir a ella en busca de apoyo moral..
ResponderEliminarQuizá el problema de esta amiga es que no tiene ningún problema, que ha delegado en otras personas hasta la más mínima ocupación y no tiene absolutamente nada que hacer en todo el día. Sin embargo, yo recuerdo a mi madre con 85 años quejándose del trabajo... pero sin querer dejarlo del todo.
EliminarEl sentido de la vida es, también, un concepto particular. Con la vida hay que hacer esa maravillosa perogrullada que es VIVIRLA. Pero quizás para tu conocida la vida sea sólo lo contrario a la muerte, y según ese concepto suyo encajará el día a día.
ResponderEliminarUna mirada.
P.S.- Vuelvo a tener problemas con blogger. No me deja loguearme.
Algún día seguiré hablando de las distintas formas de afrontar la vejez que veo en las personas de mi edad, que no son simplemente el dualismo vejez activa / vejez pasiva o el eslogan de añadir vida a los años, pero la postura de esta amiga es más frecuente de lo que parece y es, incluso, fomentada por algunos médicos. Cuando la señora que la acompaña al médico le dijo que no quería salir a la calle, este contestó: Si a los 82 años no quiere salir.... pues que no salga. O sea, que para ese médico joven, ya ha salido en su vida todo lo que tenía que salir.
EliminarHay quien saca el máximo partido a una habitación y quien no sabe disfrutar con todo un mundo a su disposición. No me gusta la gente que se deja escurrir la vida entre los dedos, creo que lejos de aportar algo a mi vida la socava, y por eso huyo de ellos. Otra cosa es que intente ayudarles, pero casi siempre son casos perdidos.
ResponderEliminarLa vejez no tiene por qué implicar desinterés.
Hay quien saca el máximo partido a una habitación. Esto me ha recordado a un amigo que quedó tetrapléjico por un accidente y desde su habitación y su silla de ruedas ha desarrollado una vida más fructífera que la mayoría de las personas
EliminarQuizá es porque nuestra capacidad de revelarnos y reaccionar es la que nos hace sentirnos vivos. Como dice Salamandra más arriba, hay quién se entierra o cierra su vida antes de llegar a la tumba. Una de las cosas que nos hace mejores es la de ser seres sociales e interrelacionados y en la medida en que nos encerramos en nosotros mismos, perdemos las capacidades que nos hacen sentir, vivir y ser personas.
ResponderEliminarSalud!
Es posible que el paso de los años nos traiga consigo el desengaño de muchas cosas, incluidas las personas, y eso lleve a muchos a encerrarse en sí mismos. Algunos tratamos de defendernos contra ese desánimo, pero otros sucumben y tiran la toalla.
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