Refulgencias
Hace 1 día
Blog de Senior Citizen
EL RECUERDO
Te recordaré, quizás,
sin esa cúpula del asombro,
quizás sin el verde de ese río,
que se aleja y se acerca, que se acerca y se va,
quizá sin la rizada plata de las fuentes,
sin la endurecida ceniza de tus ruinas,
sin el deshabitado calor de tu verano,
o sin el frescor medieval de tus iglesias.
Recordaré de ti, quizás, solo una calle.
O una puerta
por la que entré solo una vez.
O una sola estancia.
O solo la sombra de un árbol.
¿Quién sabe?
¿Te recordaré?
* * *
LA CANCIÓN
¿A quien cantar, a quien,
cuando amanece?
¿A quien cantar porque nos haya volado
los dedos sobre las sienes?
¿A quien porque nos haya mecido
los pensamientos sobre su vientre?
¿A quien porque nos haya calmado
con su mirada la fiebre?
¿A quien porque en el patio
haya abierto la flor de su ventana?
¿A quien cantar cuando amanece?
A ti, claro, soledad,
con tus ojos transparentes.
* * *
EL RETORNO
Y querré volver un día
para descansar mis ojos
en las verdes aguas de ese lago,
para llorar alegre
por un tiempo muerto
recién resucitado,
querré volver un día
para caldear lo bueno
y ver frío lo malo,
para refrescarme en la sombra
de ese paisaje
para experimentar otra vez
el milagro
de ver estallar la fontana
en el sucio y estrecho
corazón del barrio,
querré volver un día
para buscar de mi sucio y estrecho
corazón
algún perdido pedazo.
* * *
RIMA
¡Que pronto mueren!
Mueren, a veces, cuando aun no las hemos nacido
del todo.
Cuando estábamos, gota a gota,
instante a instante,
palabra a palabra,
mirada a mirada
inventando en ellas
una trampa para nuestro amor.
Mueren, a veces, a medio nacer,
cuando aun no las hemos vivido.
Que pronto mueren.
Mueren y se van. Y ya no son.
Y ya no vuelven.