Junta General Ordinaria de la Comunidad de Propietarios. Se discute el presupuesto. Suena una alarma y un vecino sale rápidamente hablándole a su reloj. Nadie se extraña porque todos sabemos que ahora los relojes hablan y escuchan. Sigue el debate. A un vecino le llega un WhatsApp y lo contesta con disimulo, mientras el de al lado aprovecha para mirar su móvil por si le ha llegado algo. Seguimos debatiendo un punto del presupuesto en el que estamos atascados. Se oye otro sonido, pero el destinatario nos aclara que es el aviso de su robot aspirador, que ha dado fin a su trabajo en el piso y vuelve a su base. Mi móvil está en silencio, aunque lo miro de vez en cuando porque en su pantalla tengo la convocatoria de la Junta con el Orden del Día.
Somos una Comunidad moderna, avanzada y tecnológica, pero llevamos toda la tarde discutiendo si gastamos el dinero en calefacción o en poner espejos en el portal. O sea, como siempre.