28/11/19

Real como la vida misma





      Dos señoras jóvenes se encuentran en la puerta del supermercado, una que sale y otra que entra. 


      -¿Ahora vienes?

      -Ya ves que horas, pero he tenido que ir a casa de mi tía.

      -¿Tu tía Paca? ¿Vive aun?

      -Con una cadera recién puesta y noventa años, que no se a que espera para morirse.



      Y luego no quieren que los viejos nos deprimamos…

...

      A cuento de una entrada en Cartujerías

18/11/19

La Memoria






      Subo con cierta frecuencia al cementerio, unas veces sola y, otras, acompañada de un amigo. Precisamente con él fui hace unos días y, una vez visitadas las tumbas familiares y ya fuera del cementerio, nos acercamos al lugar donde hace dos años la Junta de Andalucía levantó un "Memorial" a las casi 4.000 personas que allí fueron asesinadas, desde los primeros días del levantamiento hasta 1956. 

      El sitio no me era desconocido, pues más de una vez he llegado hasta la cadena que corta el paso a la entrada y –cobarde- me he vuelto sin atreverme a pasarla. También he sabido de ese lugar a lo largo de toda mi vida. Supe lo que ocurrió ahí en cuanto tuve edad para entenderlo y luego fui sabiendo que en, ciertas fechas y de forma clandestina, había personas que se arriesgaban a poner flores en donde sus familiares fueron asesinados. He sabido también que, ya más recientemente, los que reclamaban una Ley de la Memoria, ponían una placa en la tapia, placa o cartel que el Ayuntamiento “pepero” se apresuraba a quitar en cuanto la veía.

      Por fin, en 2007, se aprueba la Ley de la Memoria Histórica y en 2017 la Junta de Andalucía instala ese Monumento a la Memoria, que su autora, la arquitecta Carmen Moreno Álvarez, llama “Las rejas de la Memoria” y que es una simple verja de 43 metros, entre negra y rojiza según la luz, con los 4.000 nombres que se han podido confirmar gracias a la investigación llevada a cabo durante años por la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica. Lo que no descarta que puedan ser más, ignorados, pero no olvidados. 

      El lugar donde está este Monumento a la Memoria podría ser idílico. En la colina de la Sabika, la de la Alhambra, con los olivos de la Dehesa del Generalife de fondo, con el sol tiñendo de rojo la verja… Pero no lo es si miras la tapia que aun conserva los agujeros de los proyectiles y sabes que la lluvia y el tiempo han borrado la sangre que en ella quedó, si miras la tierra que tragó aquella sangre, si, parodiando a Lorca, otro asesinado, piensas que

Voces de muerte sonaron 
entre el Darro y el Genil. 


      En silencio mi amigo y yo, me separé de él y me quedé sola. A un lado la siniestra tapia, al otro la verja llena de nombres. Hice, entonces, lo único que podía hacer: rezar. No se si por ellos o a ellos. Y, mientras rezaba, pensé que, en la Biblia, el nombre es la persona y que aquellos nombres, aquellas personas, me estaban gritando: “¡Cuanto has tardado!… Toda la vida, toda tu vida, desde el principio hasta el fin”… 

      Sí. Cuanto. Cuanto hemos tardado todos. 
      

8/11/19

Parece que fue ayer



Tajos de Alhama

      Pues eso, que otra vez a votar el domingo, la cuarta en cuatro años. Y no es que me a mí no me guste votar, que ya sabéis que lo hago siempre en desquite del tiempo que no nos dejaron, pero es que esta vez parece que estamos en lo de Cruz y Raya. Que no es por no ir, pero casi que pa ná, pues el domingo por la noche estaremos igual… o peor. Pero como si hay que ir, se va, yo iré, Dios mediante. Y votaré.  Y nada de en blanco o nulo. Dos papeletas, dos sobres y dos urnas.  

      Ahora, eso sí. Como, en el plazo de una semana, los Cinco Magníficos de los atriles no dejen de mirar su ombligo y el camino de la Moncloa, y nos saquen del atolladero en que nos han metido ellos mismos, os prometo que, siguiendo el ejemplo de nuestro arzobispo, que se ha aliado con el imán de la Mezquita Mayor para iniciar una campaña de rogativas pro-lluvia, yo iniciaré otra campaña de rogativas para que los mencionados políticos se agarren de la mano (los cinco) y se tiren (los cinco) por el tajo más profundo que encuentren. 

      Y, como siempre me gusta cooperar, aquí dejo unas cuantas sugerencias de posibles localizaciones, todas ellas en estos sures. A saber: el Cubo de la Alhambra, histórico y tradicional; los Tajos de Alhama, un paisaje impresionante, y, saliendo de nuestra provincia, también es apropiado el Tajo de Ronda. Sin rechazar, por supuesto, que ellos mismos elijan otros sitios que les caigan más a mano. Que no nos vamos a poner rigurosos en ese aspecto. 

      Que ustedes voten bien. (Quien vote, claro)