30/4/13

Los referentes




Se me están yendo todos a un tiempo. Me refiero a mis referentes ideológicos y culturales,  a las personas cuyo pensamiento y conocimientos han sido la base sobre la que se sustentaba gran parte de mi ideología y cultura.
Primero, y a nivel local, el pasado 6 de diciembre se nos fue el profesor Nicolás María López Calera, a quien había visto por última vez en una conferencia meses antes sin saber que entonces ya estaba muy enfermo.
Poco después, el 23 de febrero  me sobresaltó la inesperada muerte de Cristina Viñes, la historiadora enamorada de la historia de Granada, que profundizó en ella y no perdía ocasión de divulgar sus conocimientos y ponerlos al alcance de todos.
Y por último, en este mismo mes, el día 8, nos ha dejado José Luis Sampedro, un contracorriente genial al que todos vamos a echar de menos.
Se han ido los tres como antes se fueron otros y hoy siento algo así como un vértigo, como si me quedara sin apoyo al borde del precipicio.


25/4/13

Tonterías


Me enviaron hace ya tiempo un magnífico artículo de Ángeles Caso en PDF acompañado con esta frase en gran tamaño:

    -No todas las mujeres dicen tonterías.
Contesté a quien me lo había enviado diciendo:

    -Muchas mujeres y muchos hombres dicen tonterías. Muchas mujeres y  muchos hombres no las dicen.

19/4/13

¡¡Goooool!!




En Granada tendremos en mayo dos acontecimientos festivos. Por un lado, las anuales fiestas del Corpus, que este año “caen” pronto, y por otro la Magna Mariana, una supermacroprocesión de más de 30 pasos de vírgenes, con motivo del centenario de la coronación de la Patrona y del Año Santo Mariano,  que estaba prevista para el día 25.

Pero ocurre que los caseteros de la feria han pedido al Ayuntamiento más días de fiesta para que las casetas sean rentables y la gente tenga más oportunidades de pasarlo en grande, el Ayuntamiento se lo concede y el comienzo de las fiestas se adelanta al fin de semana anterior al Corpus, que todos sabemos que es el jueves por aquello de que tres jueves hay en el año que relucen más que el sol. Y surge el conflicto, porque ese sábado es cuando sale la supermacroprocesión. Que si el personal se va a ir a la feria y no a la procesión, que si la procesión le quitará gente a la feria… Hasta que la solución ha llegado de la mano del arzobispo que ha adelantado la concentración de imágenes una semana, a pesar de que muchas cofradías ya tenían encargadas las flores o contratadas bandas de música y otras van a tener que correr en sus preparativos.

Con la feria hemos topado, hermanos.


Nota: Quiero dejar claro que yo no apuesto por ninguno de los dos festejos, pues no pienso ir a la feria ni a la procesión y tanto me da lo uno como lo otro.

14/4/13

Pequeña flor




Hoy, en un supermercado, sonaba en los altavoces Pequeña flor, aquella canción que cantaban Los cinco latinos y tantos otros de la misma época, una canción que también llevaban en su repertorio las pequeñas orquestas que amenizaban los bailes de verbenas y casetas de feria. Y, mientras metía en el carro los artículos, me he visto bailando estrechamente apretada contra otro cuerpo a los sones de esta música, me puesto romántica y he dicho en mi interior: ¡Oh! Nuestra canción….
Pero todo el romanticismo se me ha venido abajo cuando también he dicho en mi interior: ¿Nuestra canción? Mía… ¿y de quien?
El maldito tiempo, que se lleva hasta los recuerdos más dulces….

8/4/13

Mujeres sin ataques de nervios


Me encuentro a un amigo y hablamos de lo que siempre hablamos ahora todos: de la crisis. De cómo los ingresos van bajando, los precios subiendo y el miedo al futuro se nos asienta en el estómago. Me confía a continuación algo que yo ya se, que su mujer no se entera de nada, que con ella no va la crisis y exige el mismo dinero, enfadándose con él si no se lo da. Y pasa a hablarme con un cierto orgullo de que él ha pasado en sus negocios por épocas muy malas, pero su mujer nunca las padeció, nunca supo cómo estaban las cosas, pues él no le negó ningún capricho aunque no supiera si iban a poder comer al mes siguiente.
Y no es este el único amigo al que le he visto esta actitud, pues hace años hubo otro que venía a mi casa a desahogar su angustia por la grave situación por la que estaba pasando, mientras a su mujer la tenía al margen de todo. Y también decía con orgullo que disfrutaba al ver como dormía apaciblemente a su lado mientras él no podía pegar ojo.
Y yo me pregunto: ¿Por qué ciertos hombres mantienen a sus esposas como si fueran niñas? ¿Por qué evitan contra viento y marea que maduren? ¿Es bueno eso en una relación de pareja? ¿Les ocurre solo a los hombres mayores?
   
Actualización: Diálogo sostenido con la mujer del primer amigo.

Ella: ¿A ti no te gusta la iPad?
Yo: Sí que me gusta.
Ella: ¿Y por qué no te la compras? No tienes nadie que te lo impida.
Yo: Me lo impido yo, que no están las cosas para caprichos.
Ella: ¡Anda ya! No seas roñica….

Lo mismo que le dice a su marido.   

1/4/13

Blogueando



No hace mucho, comentaba con Leodegundia sobre lo que está ocurriendo en los blogs, pues hace años un blog era un sitio de tertulia, donde unos visitantes “hablaban” con otros, donde todos se comunicaban con todos, pero ahora vengo apreciando como se está imponiendo una especie de autismo por el cual el que comenta lo hace dirigiéndose exclusivamente al autor/a del blog y de esta forma llega, deja su comentario, se va y no vuelve hasta el post siguiente. Esto lleva consigo que ese comentarista no lee los comentarios anteriores, no le interesan, y se da el caso de que repite lo que han dicho otros o, incluso, ignora hasta lo que ha dicho el autor del blog en los comentarios. Es posible que a otros blogueros eso no les importe, pero a mí sí, por la idea que yo tengo de lo que es un blog y porque cuando escribo un post no pongo en él toda la información, sino que siempre guardo algo para añadirlo en los comentarios y si esos comentarios no se leen, el post se queda a medias.

Ante esto, tendríamos que plantearnos a que vamos a un blog. ¿Solo a corresponder a la visita de su autor o a “ganarnos” que nos visite a nosotros? Yo creo que a un blog se entra igual que se abre un libro, un periódico o una revista, se entra buscando información, cultura o diversión, y todo eso nos lo puede proporcionar el post, pero también los comentarios de los visitantes. Muchas veces nos hemos encontrado con una entrada aburrida que no nos dice nada, pero en donde un comentarista ha dejado un comentario o un enlace interesante.

Recientemente, en un blog cercano, el autor hablaba de una merienda en un hotel de lujo, pero poco después, en los comentarios, descubría que esa visita había sido imaginada, ya que se encontraba encerrado en su casa debido a un padecimiento circunstancial. Y lo curioso –y lamentable- es que a pesar de que el bloguero repitió varias veces a lo largo del día esta situación, los sucesivos visitantes siguieron comentando como si la visita al hotel fuera cierta, es decir, que no se habían enterado de nada porque no habían leído nada de lo anterior.

¿Es eso lógico? Yo creo que no, que ese no es ni de lejos el clima que debe haber en un blog y si en el mío ocurriera eso de forma tan evidente, me produciría tal decepción que creo que lo cerraría porque me llevaría al convencimiento de que los que lo visitan lo hacen por compromiso y sin el menor interés por lo que aquí ocurre y ni siquiera por lo que yo digo, ya que en los comentarios también expreso mi pensamiento y añado datos a la entrada.