18/3/23

Paradojas

 


      No es frecuente que vea anuncios en la televisión, pues lo único que veo es algún telediario al medio día, mientras como, y ahí no hay anuncios. Sin embargo, hoy, casualmente, me he detenido en los anuncios de una cadena y me los he visto de principio a fin. ¿Y que es lo que he visto? Algo semejante a lo que decía una columnista de IDEAL no hace mucho. 

      Esta periodista, hablando de la prensa, decía que los periódicos se están esforzando en atraer a los jóvenes, cuando estos no leerán jamás un periódico impreso y muy poco uno digital y, mientras, dan de lado a los lectores mayores que se les han ido.

      Pues eso mismo he visto hoy en los anuncios de esa cadena.  Los protagonizan jóvenes, anuncian cosas para jóvenes y sin embargo, por lo que dicen las encuestas, los jóvenes no ven la televisión. ¿A quién se dirigen entonces? ¿No estarán alejando a los que, realmente, son su público?


8/3/23

Paridad y Ley




      Hace algún tiempo, una chica conocida, que ha aprobado unas oposiciones dentro del cupo de discapacidad, me decía que le fastidiaba mucho eso, pues ella ha estudiado como cualquiera y ha realizado los ejercicios mejor que la mayoría, pero ahora y el resto de su vida laboral estará señalada con la etiqueta de que le han regalado la plaza por su discapacidad.

      Cuando nos mudamos a esta casa, en la primera Junta de Propietarios que hubo, quisieron que entrara en la Directiva con el argumento de que "debía haber una mujer". No me conocían, no sabían nada de mí, pero me nombraban por ser mujer. A la chica de antes la eligieron por discapacitada y a mí me elegían por mujer. En ningún caso se mencionan los méritos ni la preparación.

      Por eso no me gustan las leyes ni las normas de paridad. La igualdad de oportunidades tiene que llegar porque la sociedad se mentalice de que una mujer puede desempeñar un cargo con la misma capacidad que un hombre, pero no colocándola en ese cargo por el simple hecho de ser mujer, valga o no valga para él. A mí, personalmente, no me gustaría en absoluto ocupar un cargo en esas condiciones y, de hecho, en aquel remoto principio de nuestra Comunidad de Propietarios, dimití porque no me asignaron ningún trabajo que desempeñar. Dije que para mujer florero era ya demasiado mayor...y me fui. Al año siguiente volvieron a elegirme, ya con unas competencias que llevar a cabo. Y esta vez cumplí mi mandato.

1/3/23

Censurando el pasado

 

Los andaluces queremos

volver a ser lo que fuimos

hombres de luz que a los hombres,

alma de hombres les dimos.


      Ayer, día de Andalucía, mientras colocaba aquí la verdiblanca y oía en el móvil el himno, para hacer un izado de bandera como Dios manda, se me ocurrió pensar que con su autor, Blas Infante, se está haciendo lo mismo que con Roald Dahl, pues a los soberanistas andaluces les ha dado por enmendarle la plana al Padre de la Patria Andaluza, corrigiendo la letra que él le puso que, al parecer, no la consideran políticamente correcta. Según su política, claro. Y así, donde Infante escribió: Sea por Andalucía libre, España y la Humanidad, ellos dicen:...los pueblos y la Humanidad. Los pueblos. Así, con par, señor notario. Sin preguntarle a usted, por supuesto. Le costó la vida el himno y ahora van y se lo cambian, porque eso de mencionar a España no les gusta. Y porque ellos son más andaluces que nadie. Más andaluces que usted, don Blas, y que todos los andalucistas que cayeron en aquellos aciagos días.

 

23/2/23

A vueltas con MUFACE




      Tenemos últimamente mucha movida con la Sanidad Pública que, al parecer, no está funcionando como es debido, pero no he visto que nadie hable de lo que está pasando en la que algunos llaman Sanidad Privada, sin hacer distinción entre Privada Privada, o sea, pagando, y Privada de las Mutualidades MUFACE, ISFAS y MUJEJU, que es tan Pública como la Seguridad Social.

      Dicho esto, entremos en el tema, centrándonos como siempre en MUFACE, que es lo que más conozco.

      ¿Que está pasando en MUFACE? Pues algo muy simple y fácil de entender. La Sanidad Pública, la Seguridad Social, está dando un mal servicio, sobre todo en la atención primaria, y el ciudadano que puede, económicamente hablando, contrata una póliza en una de las aseguradoras privadas que hay en el mercado de salud. Pero resulta que algunas de esas aseguradoras son las que tienen concierto con MUFACE, las que atienden a los mutualistas, y al llegarles la avalancha de nuevos clientes, se han colapsado. No están preparadas para eso, no tienen personal sanitario suficiente y el resultado es un servicio aún peor que el de la SS. El problema ha empezado en Madrid, en donde se están dando citas para el médico de familia con más de un mes, pero ya está llegando a otras comunidades, en las que antes la espera era de un día o dos y ahora es de más de una semana. Y de los especialistas no hablemos, pues pueden ser muchos meses.

      En resumen, que los usuarios de MUFACE estamos desconcertados, pero me imagino la sorpresa de quién contrata un seguro privado y se encuentra con esto...


8/2/23

Navidad, dulce Navidad

 



      Para Nochebuena, cuando me llegaban numerosos deseos de paz y felicidad, vi como un vecino sacrificaba a otros dos para él pasar la Navidad sin el problema de una avería comunitaria.

      Para Año Nuevo, cuando me llegaban predicciones de felicidad y prosperidad a raudales, vi como un vecino ridiculizaba cruelmente, en su "estado" de WhatsApp, a un discapacitado que no es de su cuerda política.

      Si no fuera tan mayor, me mudaba de esta casa.

 

26/1/23

Carlos Pérez Siquier

 



      Sería por los años sesenta cuando conocí Almería. Fui con mis padres a principio de verano, aprovechando los días de vacaciones durante nuestras fiestas del Corpus y el viaje de ida fue una pesadilla, no solo por la lentitud de los trenes de entonces, sino porque sufrimos una avería, que nos tuvo detenidos durante horas en medio de la nada y con un sol achicharrante sobre el vagón sin aire acondicionado. Por fin llegamos, el hotel nos lo había buscado un compañero de mi padre, nacido allí, y era nuevo y céntrico. Estábamos ya en las habitaciones deshaciendo el equipaje, cuando mi padre me llamó desde el cuarto de baño, con una ventana que dominaba buena parte de la ciudad, por encima de edificios de menor altura. Hizo que me asomara a ella y me dijo: Mira que luz… Que distinta de la nuestra. Era una luz blanca, limpia, deslumbrante, yo diría que casi agresiva. La misma luz que captó en sus fotos el almeriense Carlos Pérez Siquier, que el pasado septiembre se conmemoró el primer aniversario de su muerte. 

      Con este motivo, se han instalado varias exposiciones de su obra, la primera en Madrid, en junio del 22, patrocinada por la Fundación MAPFRE, y en estas fechas, tres en Almería, una de ellas la de ese cartel de arriba, que me trajo el amigo Landahlauts cuando fue a verla en el Centro Andaluz de la Fotografía, situado en el antiguo edificio del Liceo y organizada por la Junta de Andalucía y la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino, que tiene en su museo de Olula del Río un Centro dedicado a él. 

      Aparte de esta, hay otra en el Museo de Arte de Almería y otra más en la Escuela de Arte que lleva su nombre y donde él estudió.

17/1/23

Maltrato




      Por desgracia, hablamos con frecuencia del maltrato en la pareja, de las mujeres que han muerto a manos del que se suponía que la amaba, pero, en otras situaciones, no está la cosa tan clara ni es tan dramática, aunque tenga la misma causa y, muchas veces, sea el principio que lleva a ese terrible final. 

      Hace ya algún tiempo, una mujer de más de 60 años me contaba su historia y la de su separación cuando sus hijas eran pequeñas.

      …me vestía como él quería, me cortaba el pelo, aunque a mí me gustaba largo, no salía más que con él, no tenía amistades propias, mis aficiones desaparecieron, mis gustos eran los suyos… Yo estaba enamorada y me parecía que eso era querer. Hasta que un día se me abrieron los ojos y me dije: Esta no eres tú. Y me vine aquí con mis niñas y solo mis dos manos para sacarlas adelante. Lo pasé mal, trabajaba todo el día como una mula, pero cuando me acostaba por la noche, me ponía el pijama que me gustaba, me tapaba con unas sábanas que había elegido yo y hacía planes para el fin de semana con amigos y amigas que eran mis amigos y mis amigas. Volvía a ser yo, volvía a ser la casi adolescente que un mal día subió las escaleras de una iglesia vestida de blanco… con el traje que llevó mi suegra en su boda y que a mí me sentaba como un tiro. 

8/1/23

En el super

 

Captura tomada a un vídeo de un supermercado extranjero

      El mismo día de la Nochevieja por la mañana y, ante los dos días de fiesta que venían, me acerqué al supermercado más cercano a comprar algo que me faltaba. Al pagar, le deseé al chico de la caja un buen año y que lo pasara bien en esos dos días de vacaciones, pero me contestó: 

      -Buueno, solo uno, pues el lunes tenemos que venir, aunque no abramos. Hay que quitar los artículos de Navidad y colocar las ofertas de enero.

      -Pues vaya, después del trajín de estos días, tenéis derecho a un descanso. 

      -(Mirando de reojo al encargado) Luego nos dan un día libre. 

      -De todas formas, no es lo mismo que tener dos días seguidos. Habrá que organizar una protesta de los clientes…

      De camino a mi casa, estuve recordando cuando abrió en ese mismo sitio el primer supermercado del barrio, que no es este de ahora. Fue hace muchos años, como muy tarde en la Transición, y era de una cadena local, que estaba teniendo mucho éxito por sus precios bajos. Pero era un super pequeño y con unas instalaciones muy deficientes, tan deficientes, que la puerta estaba siempre de par en par y, frente a ella, a dos pasos de distancia, estaban las cajas, por lo que a las cajeras, todas chicas, les daba el frío de la calle directamente y estaban abrigadas hasta los ojos con bufandas, jerséis bajo el uniforme y periódicos dentro de las medias. 

      Daba pena verlas trabajar tantas horas en esas condiciones, por lo que me salió la vena peleona que tenía muy reciente y se me ocurrió organizar una protesta de clientas. Mi plan era reunirnos un grupo en la puerta impidiendo el paso a los clientes, llamar a la prensa y, en cuanto hubiera hecho unas fotos para el periódico del día siguiente, terminar con el asunto antes de que fuera a mayores. Así que empecé hablando con las señoras que conocía, luego con las que no conocía y, al final, con alguna que pasaba por allí… pero todas se me rajaron. Que tenían prisa, que era una hora muy mala, que podía venir la policía antes que la prensa y meternos en un lío, que si menudo es mi marido para estas cosas… Total, que me quedé sola con una señora que estaba dudosa y, de esa forma, no hacíamos nada.

      Años más tarde, recordé esto mientras corría a mi casa para vomitar, porque una chica inexperta de la carnicería, se cortó un dedo delante de mí partiendo pollo con un machete sin guante protector. Pensé de nuevo que había que hacer algo para que las trabajadoras de este super, que era ya un negocio boyante con muchas sucursales, estuvieran mejor tratadas, pero recordando el poco éxito que tuve en la otra ocasión, acallé mi conciencia pensando que ya existían leyes y los accidentes laborales se investigaban. Una disculpa que no me tranquilizó del todo, pues sabía que el encargado que estuvo buscando en el suelo el dedo de aquella chica, diría en el hospital que guante había, pero ella no se lo había puesto. Y el resto de los empleados lo respaldaría por miedo a ser despedidos.

1/1/23

Año Nuevo

 


      Terminando 2009, os felicité el año que entraba con la fachada del Ayuntamiento iluminada y un brillante 2010 sobre el caballo de Ramiro Megías/Pérez Villalta. Así he seguido religiosamente cada Navidad, haciendo la foto en la misma loseta frente al Ayuntamiento, unas veces sola, otras acompañada, unas veces disfrutando, otras triste y casi a la fuerza. Pero ha pasado el tiempo, mucho tiempo, los años no solo pasan, sino que pesan, y este año no he tenido gana de salir "a ver las luces".

      Sin embargo, un día tuve que cruzar al anochecer ese puente sobre el río Genil, que tengo cerca, hice unas fotos del río que nos lleva y, con una de ellas, os deseo a todos que el nuevo año se porte bien con vosotros.