27/3/14

Memoria histórica


     Con motivo de la muerte de Adolfo Suárez, creo que todos hemos vuelto la vista atrás, unos a su infancia y otros, los que lo vivimos, a los recuerdos que tenemos de esos años, que para nosotros no son tan lejanos. Y como era de esperar, las conversaciones han girado sobre eso, cada uno a su “yo estuve allí” o “que hacía yo en aquel momento”, con resultados algunas veces sorprendentes. Por ejemplo, hablando con unas amigas, les comento lo mismo que en el post anterior, que Suárez merece todo mi respeto y agradecimiento, pero que nunca lo voté porque no era de mi cuerda. Y entonces, a una de ellas se le escapa: Pues yo sí lo voté. Y digo que se le escapa porque esta amiga ahora es más de izquierdas que nadie, de los de izquierdas de toda la vida, que dan lecciones de izquierdismo a todos y disparan contra cualquier sombra derechista que se mueva. Pero es que otra, tan de izquierdas de toda la vida como ella, contesta ufana: Yo tampoco lo voté. Pues claro que no lo votaste, capullito de alhelí, como que por entonces tú eras seguidora acérrima de Fraga y demás compañeros de la vieja guardia.

     ¿Qué digo con esto? Pues que estoy hasta el moño de que los que convivieron sin problemas con la dictadura, los que cooperaron a que durara ni un día menos que el dictador, nos den ahora lecciones a todos de izquierdismo y democracia. Presente estaba en esta conversación otra amiga que sintió en su espalda las porras de los grises, pero ella guardó silencio, me miró a través de la mesa y creo que ambas nos pusimos tristes.
 

23/3/14

Adolfo Suárez





     Nunca lo voté, pero creo que España y los españoles le debemos mucho.
     
     Descanse en paz.


20/3/14

Primavera





     En este momento (más o menos) está entrando la primavera en el hemisferio norte con sus pajaritos volantones, sus mariposas de flor en flor… y sus alergias. La primavera -¡oh, la primavera!- la época del amor y de la poesía. Pero resulta que se me ha ocurrido meter en Google primavera+poesía y me ha salido esta página, un ranking de poemas relacionados con la estación, con votaciones,  listas y un enorme anuncio de dentífrico para encías sensibles. 
  
¿Alguien dijo romanticismo?


13/3/14

La vida



     Llamo a una amiga para comunicarle que ha muerto un conocido común y me contesta con indiferencia: Otro más. Paso entonces a hablarle del cambio en el sistema de transporte público que va a hacer nuestro Ayuntamiento y me dice: Me da igual porque hace años que no tomo un autobús. No sabiendo ya de que hablar, hablo del tiempo y me dice que, como ella apenas sale de su casa, no le importa si llueve o hace sol, si hace frío o calor, pues en su casa siempre hay la misma temperatura con el aire acondicionado. Me despido y cuelgo el teléfono preguntándome si eso es vivir.

     Nos quejamos cuando tenemos contratiempos o problemas, nos deprimimos y nos consideramos la persona más desgraciada del mundo, sin darnos cuenta de que solo así, dejándonos herir por la vida, es como únicamente estamos vivos.

6/3/14

Mirelle


     
      Se llama Mirelle, nació en Camerún, tiene 15 años y ha saltado una triple valla de más de seis metros de altura. Pero no lo ha hecho en una olimpiada ni le han dado una medalla, sino que el día 28 saltó la alambrada de Melilla para entrar en territorio español.

     Antes de eso, había estado dos meses en el monte Gurugú,  del que alguien ha dicho que no es lugar para una mujer y, mucho menos, para una niña,  y había intentado el salto en cuatro ocasiones, en una de las cuales resultó herida gravemente por las cuchillas asesinas y -al parecer- por una paliza de los guardias marroquís. Varias organizaciones españolas estaban tramitando un visado humanitario para ella, pero no lo ha querido. Ha preferido entrar como sus compañeros, saltando la valla ayudada por ellos y siendo la primera mujer que lo consigue.

     Bienvenida Mirelle. Este país no es lo mejor que la vida puede darte, pero si tú lo has buscado, si has luchado tanto por llegar a él, mereces quedarte y ser una española más. Mejor dicho, una andaluza más, ya que llegaste el día en que los andaluces conmemorábamos también un salto a la libertad.

P.D. Fíjate que no he querido emborronar los píxeles de tu cara a pesar de ser menor de edad, porque he pensado que a ti no te gustaría, que tú has querido dar la cara siempre.